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Borja Costa

Pequeño Preludio en Prosa

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Llega esta semana a mi estudio - con objeto de ser pulida, preparada, reparada si fuera necesario, finalmente masterizada - , una nueva grabación discográfica en torno a la obra del eterno J. S. Bach, acaso la última realizada por estos lares. Si no lo es, poco debe faltarle, porque llega dos días después de haber salido del estudio de grabación. A mi, ya saben, todo aquello nacido antes de las grandes revoluciones del Siglo XX, excepto algunas honrosas excepciones, poco interés me despierta. Tanto en música como en literatura, pintura o arquitectura, las obras nacidas a la luz de años ajenos me resultan tan solo carne de museo, que deben ser conocidas, por supuesto, con el único objeto de saber que estuvieron ahí, y, en el mejor de los casos, que alguna mente avispada las haga suyas, las asimile, las deforme según los usos de los propios mecanismos de reconstrucción, y las funda en una obra de nueva creación.

Así, a pesar de que no es la primera vez que realizo un trabajo de este tipo para la persona que me lo encarga, y sé de antemano que el trabajo tendrá bastantes sorpresas agradables y una buen dosis de interés renovado, no dejo de sentarme con ello temiendo que en unas horas me invada la sensación de querer fugarme de la sala sin que nadie lo advierta.

Como en ocasiones anteriores, puedo relajarme y disfrutar del proceso. Y es que el autor que firma este trabajo, el compositor y pedagogo José Ramón García Vázquez, ha conseguido, una vez más, convertir un catálogo de obras, muchas de ellas repetidas hasta la saciedad, en un elenco de piezas casi desconocidas. Y todo ello, nuevamente, para su próximo trabajo editorial destinado al campo de la pedagogía musical. Si en las dos ocasiones anteriores el material objeto de estudio fueron las Invenciones y Sinfonías bachianas, en sendos libros de análisis e interpretación pianística para la editorial Enclave Creativa - la dirigida por el coloso de la educación musical en este país que es Emilio Molina - , en este caso se centra sobre el repertorio de los Pequeños Preludios del autor, organizándolo, acotándolo, analizándolo, informando sobre él, pero, en último caso, y siempre como objetivo perseguido por su autor, aportando la forma de hacer una buena interpretación, y registrándola en un soporte discográfico para que sus palabras no sean llevadas por el viento. Y es que presentar cualquier análisis detallado sobre una pieza musical determinada, afirmando ciertas teorías, estableciendo las pautas que sean sobre su estudio y posterior interpretación, es tremendamente fácil; lo difícil es que, después de todo, resulten ciertas. Y así es, en este caso, a la luz de la grabación obtenida.

Realizando este análisis previo a muy diferentes niveles, atendiendo a consideraciones de tempo, fraseo, matices, ornamentación, fuentes, incluso enfrentándose a labores tremendamente difíciles de reconstrucción de partituras fragmentadas, a un análisis rítmico muy poco frecuente en este género, pero – sobre todo – al detallado análisis en el trabajo melódico, es como este estudio consigue abrirnos los ojos a la verdad de los procesos constructivos y compositivos que Bach llevó a cabo en estas piezas, y a escuchar y comprender una interpretación que, si bien es absolutamente novedosa, lo es precisamente por no inventar nada; y es que el respeto a la partitura original es una práctica no demasiado habitual en el mundo de la música.

Corriendo la ejecución instrumental a cargo de Mario Alonso Herrero al piano, consiguen ambos un grado de implicación fascinante en la consecución del resultado deseado, y si bien es cierto que este ejecutante se encuentra bastante lejos de los lenguajes en los que suele destacar, realiza aquí una soberbia y profesional labor, no exenta, por supuesto, de las dificultades inherentes al repertorio.

Destinado en un principio, este nuevo registro, a un libro cuyos destinatarios son casi exclusivamente lectores muy especializados (más que lectores, ejecutantes instrumentales), la misma grabación será comercializada posteriormente con objeto de que esta maravilla resultante pueda ser disfrutada por un mayor número de aficionados. Espero que esto suceda en breve, porque cuando algo tan viejo se transforma en algo tan novedoso, todas las palabras sobran, y todo lo que se diga a modo de presentación solo puede ser un pequeño preludio de lo que está por llegar.

Pequeño Preludio en Prosa

Borja Costa
Borja Costa
lunes, 1 de noviembre de 2010, 08:14 h (CET)
Llega esta semana a mi estudio - con objeto de ser pulida, preparada, reparada si fuera necesario, finalmente masterizada - , una nueva grabación discográfica en torno a la obra del eterno J. S. Bach, acaso la última realizada por estos lares. Si no lo es, poco debe faltarle, porque llega dos días después de haber salido del estudio de grabación. A mi, ya saben, todo aquello nacido antes de las grandes revoluciones del Siglo XX, excepto algunas honrosas excepciones, poco interés me despierta. Tanto en música como en literatura, pintura o arquitectura, las obras nacidas a la luz de años ajenos me resultan tan solo carne de museo, que deben ser conocidas, por supuesto, con el único objeto de saber que estuvieron ahí, y, en el mejor de los casos, que alguna mente avispada las haga suyas, las asimile, las deforme según los usos de los propios mecanismos de reconstrucción, y las funda en una obra de nueva creación.

Así, a pesar de que no es la primera vez que realizo un trabajo de este tipo para la persona que me lo encarga, y sé de antemano que el trabajo tendrá bastantes sorpresas agradables y una buen dosis de interés renovado, no dejo de sentarme con ello temiendo que en unas horas me invada la sensación de querer fugarme de la sala sin que nadie lo advierta.

Como en ocasiones anteriores, puedo relajarme y disfrutar del proceso. Y es que el autor que firma este trabajo, el compositor y pedagogo José Ramón García Vázquez, ha conseguido, una vez más, convertir un catálogo de obras, muchas de ellas repetidas hasta la saciedad, en un elenco de piezas casi desconocidas. Y todo ello, nuevamente, para su próximo trabajo editorial destinado al campo de la pedagogía musical. Si en las dos ocasiones anteriores el material objeto de estudio fueron las Invenciones y Sinfonías bachianas, en sendos libros de análisis e interpretación pianística para la editorial Enclave Creativa - la dirigida por el coloso de la educación musical en este país que es Emilio Molina - , en este caso se centra sobre el repertorio de los Pequeños Preludios del autor, organizándolo, acotándolo, analizándolo, informando sobre él, pero, en último caso, y siempre como objetivo perseguido por su autor, aportando la forma de hacer una buena interpretación, y registrándola en un soporte discográfico para que sus palabras no sean llevadas por el viento. Y es que presentar cualquier análisis detallado sobre una pieza musical determinada, afirmando ciertas teorías, estableciendo las pautas que sean sobre su estudio y posterior interpretación, es tremendamente fácil; lo difícil es que, después de todo, resulten ciertas. Y así es, en este caso, a la luz de la grabación obtenida.

Realizando este análisis previo a muy diferentes niveles, atendiendo a consideraciones de tempo, fraseo, matices, ornamentación, fuentes, incluso enfrentándose a labores tremendamente difíciles de reconstrucción de partituras fragmentadas, a un análisis rítmico muy poco frecuente en este género, pero – sobre todo – al detallado análisis en el trabajo melódico, es como este estudio consigue abrirnos los ojos a la verdad de los procesos constructivos y compositivos que Bach llevó a cabo en estas piezas, y a escuchar y comprender una interpretación que, si bien es absolutamente novedosa, lo es precisamente por no inventar nada; y es que el respeto a la partitura original es una práctica no demasiado habitual en el mundo de la música.

Corriendo la ejecución instrumental a cargo de Mario Alonso Herrero al piano, consiguen ambos un grado de implicación fascinante en la consecución del resultado deseado, y si bien es cierto que este ejecutante se encuentra bastante lejos de los lenguajes en los que suele destacar, realiza aquí una soberbia y profesional labor, no exenta, por supuesto, de las dificultades inherentes al repertorio.

Destinado en un principio, este nuevo registro, a un libro cuyos destinatarios son casi exclusivamente lectores muy especializados (más que lectores, ejecutantes instrumentales), la misma grabación será comercializada posteriormente con objeto de que esta maravilla resultante pueda ser disfrutada por un mayor número de aficionados. Espero que esto suceda en breve, porque cuando algo tan viejo se transforma en algo tan novedoso, todas las palabras sobran, y todo lo que se diga a modo de presentación solo puede ser un pequeño preludio de lo que está por llegar.

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