WASHINGTON -- Cuando se abrió la campaña de las legislativas, la opinión generalizada era que Barack Obama era más inteligente y una figura más inspiradora que nadie del panorama político. Al terminar, no parece haber cambiado nada.
AY SÍ, sé que los Demócratas tienen una cantidad enorme de problemas y podrían perder el control del Congreso. Pero incluso si lo pierden, Obama podría recuperarlo para lograr una segunda legislatura en 2012. Es mucho mejor que la competencia.
¿En qué aspectos es notablemente superior? Empecemos por lo básico. Es mucho más inteligente que sus rivales de cualquier partido, más capaz de leer los indicadores y llegar a las conclusiones acertadas.
Con el tiempo, sus conclusiones soportarán probablemente el escrutinio mejor que las de los demás políticos. El ejemplo crucial es su análisis de las fuerzas económicas. Nadie va a pretender que no se trata de una situación enormemente precaria. La nación sufre un elevado y tenaz paro y de forma simultánea una inversión estancada, masiva deuda pública y privada y un régimen fiscal enormemente ineficaz.
Las medidas que han sido promulgadas hasta la fecha en Washington no han servido más que para pisar el freno de este declive. No han desatado crecimiento nuevo.
Pero si Obama no sabe desatar ese crecimiento de aquí a 2012, es improbable que sea reelegido. Las facetas crónicas de la recesión que le llevaron a la Casa Blanca probablemente le sentencien.
¿Puede aprovechar Obama las fuerzas que pueden desatar un nuevo crecimiento? Ése es el interrogante clave de los dos próximos años.
¿Cuáles son esas fuerzas? Esencialmente, hay dos. Una es la fuerza de la mecánica empresarial, la fuerza motriz que durante toda nuestra historia ha dictaminado el momento en el que la economía crece y en el que se contrae. Los economistas luchan por analizar esto, pero han llegado a la conclusión casi inevitable de que no se puede precipitar y se resiste a las órdenes políticas. Como dice el dicho, el mercado irá donde vaya.
En este aspecto, Obama no disfruta de ninguna ventaja con respecto a cualquier otra figura política. Ni siquiera analizando correctamente la fuerza, puede controlarla.
¿Qué más puede influenciar a la economía? La respuesta es evidente, pero sus implicaciones son siniestras. La guerra y la paz influencian a la economía.
Mire Roosevelt y la Gran Depresión. ¿Qué es lo que acabó por resolver la crisis económica? La Segunda Guerra Mundial.
Aquí es donde es probable que Obama se imponga. Con el firme apoyo Republicano en el Congreso favorable a desafiar las ambiciones de Irán de convertirse en potencia nuclear, puede dedicar gran parte de 2011 y 2012 a orquestar un enfrentamiento con los mulás. Esto le ayudará a nivel político porque la oposición va a estar animándole. A medida que las tensiones crezcan, y aceleremos los preparativos de la guerra, la economía mejorará.
La nación cerrará filas en torno a Obama porque Irán es la mayor amenaza para el mundo del joven siglo. Si podemos enfrentar esta amenaza y contener las ambiciones nucleares de Irán, él habrá hecho del mundo un lugar más seguro y podría ser considerado uno de los presidentes de mayor éxito de la historia.