Es lamentable que a estas alturas aún no haya una resolución del ‘Caso Contador’. Todavía no sabemos si el mejor ciclista de la actualidad, el más importante, el más conocido, podrá correr el año que viene, y, lo que es más grave, no sabemos si es culpable o no, si ha recurrido al dopaje o no.
Pase lo que pase, su nombre quedará manchado porque la UCI y la AMA son incapaces de resolver un asunto tan importante como éste en un tiempo sensato. Ayer mismo, sin ir más lejos, han dado el resultado de lo que sucedió hace ya tres meses, en el Tour de Francia. Han suspendido a Johan Bruyneel y a Carlos Barredo dos meses por sus actuaciones en la ronda gala.
Sanciones merecidas pero que no pueden llegar tanto tiempo después. Si tardan el mismo periodo en tomar una decisión con Alberto Contador, no sabremos nada hasta finales de 2010 o principios de 2011. Está fuera de toda lógica. El ciclismo no puede permirtise estar en esta situación de suspense, de duda.
Muchos se quejan, y nos quejamos, por supuesto, de que a este deporte no se le trata igual que al resto. Lo que en éste es un acto casi criminal, en otros es una simple anécdota. Pero con la forma en la que la UCI y la AMA llevan asuntos tan graves, tan importantes, es imposible cambiar esa situación. Si te disparas al pie, no quieras que otros pongan un escudo, que otros no apunten sin tener ni idea cuando tú eres el principal culpable.