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Sergio Garcia

La sequía goleadora del Barça

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Bojan y Villa no 'mojan'. Es una realidad. En Can Barça no preocupa, y menos a Guardiola, pero empieza a ser alarmante. Porque el gol es la esencia del fútbol. El gol son los puntos, la vida y el objetivo final. Y los encargados de lograrlos, aunque no siempre, deben ser los delanteros. Ése es su cometido en el terreno de juego. Su función.

Bojan y Villa se alejan mucho de ser el ariete total. Los Ronaldo y Van Nistelrooy pasaron a mejor vida. El Guaje destaca por su estilo dinámico, nervioso y móvil. Pero en busca de un objetivo que se le resiste. Y lo peor no es su sequía goleadora, que también, sino la sensación de que el delantero asturiano no elige lo mejor para el equipo en situaciones clave. De esta manera, su ansiedad por no ver puerta conlleva que el juego del Barça se resienta en ciertos momentos. Por ejemplo, en algunas ocasiones, el disparo no es la mejor solución pero el asturiano se obceca en esa posibilidad. Falta serenidad y calma.

Tal como dijo el mito Ruud en su día, los goles son como el ketchup, a veces no salen por mucho que lo intentes, y luego vienen todos de golpe. Nadie duda que los goles llegarán. Porque llegarán. El 'Guaje' vive del gol y, cuando pase esta mala racha, demostrará en la Ciudad Condal el porqué es el máximo goleador español de la historia con la Selección.

Bojan, por su parte, también sigue los pasos del delantero asturiano. El joven de Linyola necesita resarcirse para ganarse la confianza del míster. El delantero explotó demasiado joven con un Rijkaard que sí creía en su talento. Con Guardiola, sin embargo, es distinto. El canterano tiene la Copa del Rey para gustar y gustarse, pero ya se pudo comprobar en territorio africano que el ariete tiene prisas por agradar. En el Camp Nou, ante el Ceuta, tendrá una nueva oportunidad.

Messi es un caso bien distinto. Gracias a los goles de la 'Pulga', el Barça se mantiene en la zona alta de la tabla, a tan sólo un punto del líder. El argentino cumple con lo fácil y hace fácil lo imposible. Desde media distancia, de vaselina, sin ángulo, de cualquier manera. Está tocado por la varita de Dios. Lionel Messi es, sin lugar a dudas, el jugador más desequilibrante del Barça y del mundo. En Zaragoza, ya se echó al equipo a la espalda y logró los dos tantos que a la postre fueron decisivos para sumar tres valiosos puntos. Ante el Copenhague, la semana anterior, más de lo mismo.

El juego culé tendrá continuidad con el filial
En otro orden del día, también es necesario mencionar el papel de los chicos de la cantera en los dieciseisavos de final del torneo del KO. Fontàs gustó y mucho liderando la zaga, mientras que Bartra también convenció desde el lateral. El ya asentado en el primer equipo Jeffren aprovechó sus minutos para demostrar que tiene hueco en este Barça. Una lástima su lesión, porque estaba siendo de los mejores del conjunto azulgrana.

En su lugar entró un Nolito descarado al que le costó coger el ritmo del encuentro. Tras una primera parte en la que pasó desapercibido, el extremo andaluz demostró destellos de calidad en el segundo tiempo, confirmando las buenas sensaciones que deja en la División de Plata. La nota negativa llegó del mediocentro Thiago Alcantara, que se alejó mucho del nivel al que nos tiene acostumbrados. Así pues, además de los Messi, Xavi, Iniesta y compañía, las generaciones venideras golpean con fuerza y ya llaman a las puertas del primer equipo. Y lo mejor de todo es que el entrenador está dispuesto a abrírselas. Porque aquí, en Can Barça, sí hay una filosofía de club.

La sequía goleadora del Barça

Sergio Garcia
Sergio García
viernes, 29 de octubre de 2010, 11:03 h (CET)
Bojan y Villa no 'mojan'. Es una realidad. En Can Barça no preocupa, y menos a Guardiola, pero empieza a ser alarmante. Porque el gol es la esencia del fútbol. El gol son los puntos, la vida y el objetivo final. Y los encargados de lograrlos, aunque no siempre, deben ser los delanteros. Ése es su cometido en el terreno de juego. Su función.

Bojan y Villa se alejan mucho de ser el ariete total. Los Ronaldo y Van Nistelrooy pasaron a mejor vida. El Guaje destaca por su estilo dinámico, nervioso y móvil. Pero en busca de un objetivo que se le resiste. Y lo peor no es su sequía goleadora, que también, sino la sensación de que el delantero asturiano no elige lo mejor para el equipo en situaciones clave. De esta manera, su ansiedad por no ver puerta conlleva que el juego del Barça se resienta en ciertos momentos. Por ejemplo, en algunas ocasiones, el disparo no es la mejor solución pero el asturiano se obceca en esa posibilidad. Falta serenidad y calma.

Tal como dijo el mito Ruud en su día, los goles son como el ketchup, a veces no salen por mucho que lo intentes, y luego vienen todos de golpe. Nadie duda que los goles llegarán. Porque llegarán. El 'Guaje' vive del gol y, cuando pase esta mala racha, demostrará en la Ciudad Condal el porqué es el máximo goleador español de la historia con la Selección.

Bojan, por su parte, también sigue los pasos del delantero asturiano. El joven de Linyola necesita resarcirse para ganarse la confianza del míster. El delantero explotó demasiado joven con un Rijkaard que sí creía en su talento. Con Guardiola, sin embargo, es distinto. El canterano tiene la Copa del Rey para gustar y gustarse, pero ya se pudo comprobar en territorio africano que el ariete tiene prisas por agradar. En el Camp Nou, ante el Ceuta, tendrá una nueva oportunidad.

Messi es un caso bien distinto. Gracias a los goles de la 'Pulga', el Barça se mantiene en la zona alta de la tabla, a tan sólo un punto del líder. El argentino cumple con lo fácil y hace fácil lo imposible. Desde media distancia, de vaselina, sin ángulo, de cualquier manera. Está tocado por la varita de Dios. Lionel Messi es, sin lugar a dudas, el jugador más desequilibrante del Barça y del mundo. En Zaragoza, ya se echó al equipo a la espalda y logró los dos tantos que a la postre fueron decisivos para sumar tres valiosos puntos. Ante el Copenhague, la semana anterior, más de lo mismo.

El juego culé tendrá continuidad con el filial
En otro orden del día, también es necesario mencionar el papel de los chicos de la cantera en los dieciseisavos de final del torneo del KO. Fontàs gustó y mucho liderando la zaga, mientras que Bartra también convenció desde el lateral. El ya asentado en el primer equipo Jeffren aprovechó sus minutos para demostrar que tiene hueco en este Barça. Una lástima su lesión, porque estaba siendo de los mejores del conjunto azulgrana.

En su lugar entró un Nolito descarado al que le costó coger el ritmo del encuentro. Tras una primera parte en la que pasó desapercibido, el extremo andaluz demostró destellos de calidad en el segundo tiempo, confirmando las buenas sensaciones que deja en la División de Plata. La nota negativa llegó del mediocentro Thiago Alcantara, que se alejó mucho del nivel al que nos tiene acostumbrados. Así pues, además de los Messi, Xavi, Iniesta y compañía, las generaciones venideras golpean con fuerza y ya llaman a las puertas del primer equipo. Y lo mejor de todo es que el entrenador está dispuesto a abrírselas. Porque aquí, en Can Barça, sí hay una filosofía de club.

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