“Puede ocurrir mucho donde nunca pasa nada”. Un reclamo muy sugerente para acudir al cine a ver Retornos, el debut en la gran pantalla del director gallego Luis Avilés, esperando que, efectivamente, pase algo. Pero no de la forma en que cabría esperar…

El propio cineasta define su obra como "un thriller, pero también una película sobre cosas que me interesan que no se presuponen en un filme de acción, como el perdón o el amor incondicional". Y con todos esos ingredientes, y un planteamiento más que interesante, da la impresión de que podría haberse construido algo más.




Manuela Vellés en una escena de 'Retornos'.

El protagonista, Álvaro (Xavier Estévez), vuelve a su localidad natal, de la que había huido 10 años antes por causas que vamos descubriendo poco a poco, para asistir al entierro de su padre. Allí intenta cumplir su última voluntad: reconciliarse con su hermano (Xoxé Olveira “Pico”) y recuperar a su hija Mar (Manuela Vellés). Pero se encuentra con que nadie le ha perdonado su espantada y todas las puertas cerradas. Cuando está a punto de darse por vencido, Álvaro encuentra a una mujer muerta en la carretera, Lidia (Yoima Valdés), una prostituta muy amiga de Mar. Álvaro decide quedarse a investigar el caso, destapando los trapos sucios de un pueblo “en el que nada es lo que parece y donde todos tienen algo que esconder”.

Se trataría, entonces, de un thriller rural, en el que las cosas transcurren a un ritmo diferente al que estamos acostumbrados. Avilés nos presenta en su primer largometraje un fiel e interesante retrato de la vida en un pequeño pueblo de la Galicia profunda, sumergiendo al espectador en su absorbente mundo, pero sin conseguir evitar una sensación final de que “no ha ocurrido mucho”.

En cuanto al reparto, encontramos de todo: unos secundarios correctos, entre los que destaca el trabajo de Xoxé Olveira y Emilio Gutiérrez Caba, y un dúo protagonista que sólo en ocasiones resulta convincente. Xavier Estévez, a pesar de un gran trabajo de interpretación, peca en algunos momentos de pasividad, y da la impresión de que no termina de sacar todo el jugo posible a su personaje. A su lado, una Manuela Vellés que no encuentra su lugar en toda la película, con una interpretación a años luz de Camino y, sobre todo, Caótica Ana.
Tras un discreto paso por el Festival de Cine de Montreal y la SEMINCI de Valladolid, Retornos da este viernes el salto al gran público, en lo que será la prueba de fuego de esta fuerte apuesta de los productores de Celda 211, con un presupuesto menor esta vez, pero con unos objetivos muy ambiciosos.