Debemos reconocer que todos que en alguna ocasión; en contra, incluso, de nuestra voluntad; hemos acabado cardándonos el pelo, enfundándonos las medias de rejilla y ajustándonos la chupa de cuero para asistir a esa ‘dichosa’ fiesta de cumpleaños que al anfitrión de turno se le antojó que fuera ‘ochentera’. Pocos se ha resistido a acabar la noche cantando ‘La chica de ayer’, ‘Barco a Venus’ o ‘Insurrección’ de ‘El último de la Fila’. Enrique Urquijo y su grupo ‘Los Secretos’, Loquillo o ‘Radio Futura’ también han hecho historia en el panorama actual ya que muchos han seguido sus pasos, han explotado su estilo y, por supuesto, han sacado rentabilidad bebiendo de la nostalgia.




Fangoria.

Todos, absolutamente todos –con alcohol de por medio o sin él-, hemos sucumbido a los 80. Lo curioso es que la mayoría ni siquiera formamos parte de aquella época, pero hemos crecido con sus secuelas. Hay muchas y a la vez ninguna razón contundente capaz de explicar el motivo por el que ésta década se mantiene joven e inmortal. Quizá la responsabilidad pese sobre su propia generación que a diferencia de otras, la de los 80 se mantiene muy viva y, sobretodo, con el poder adquisitivo suficiente para mandar en el mercado actual y dictar una oferta cultural con tintes del ayer. Dice la sabiduría popular que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero en este caso existe algo más que la añoranza. Una época más rompedora, vitalista, extravagante y sin complejos que todas las que le siguieron. Desde el cine a la televisión, pasando por la música y la moda, los 80 han sido capaces de conseguir un matiz, una identidad capaz de virar el rumbo del panorama cultural español del momento.

Tal es el poder de los 80 que hasta Alaska y Nacho Canut o, lo que es lo mismo, Fangoria han acabado rindiéndose a sus instintos y por fin han decidido enterrar el hacha de guerra que desde hace años mantienen contra la nostalgia para revivir sus 20 años en escena. Ayer mismo presentaron su nuevo disco: ‘El paso fundamental del vodevil a la astracanada. Antología de canciones de ayer y de hoy’. Desde luego, ese interminable título define bien esta ‘astracanada’ discográfica que incluye desde los singles y videoclip del grupo hasta los más grandes éxitos de Dinarama y Pegamoides. Ni tan siquiera el envoltorio, diseñado por Juan Gatti, tiene desperdicio. Así que prepárense para revivir una época que ‘Ni tu ni nadie’ sería capaz de cambiar.

Por cierto, si quieren más de los 80 no se pierdan estos días ‘Héroes’, una deliciosa película, ganadora del premio del público en el Festival de Málaga-Cine Español, en la que el cineasta Pau Freixas consigue atrapar la esencia de aquellos años. Pero esto es sólo un apunte... ¡Habrá segunda parte!