A la Ponferradina le cuesta mucho marcar, y sin goles, no hay victorias. Máyor, delantero en el que se depositó la confianza como principal anotador todavía no ha mojado en lo que llevamos de liga
Tan solo cuatro goles a favor son los que ha marcado la Ponferradina. Es la mitad que los logrados por el colista. A la escasez goleadora se le suman los dieciséis tantos encajados y el resultado es un decimonoveno puesto en la clasificación.
Solamente se ha conseguido una victoria, y ésta ha sido por la mínima y de penalti. Precisamente no fue Mayordomo el que lo marcó, sino Rubén Vega. Frente al Valladolid, quien consiguió el gol del empate fue Gaizka Sáizar, al igual que ante el Recreativo, convirtiéndose así en el único delantero que ha perforado la portería rival. El tanto restante, se lo apunta Javi López a balón parado.
Tan pocos goles es lo que impide que el equipo esté más arriba en la clasificación. Eso sí, todos y cada uno de ellos, exceptuando el del honor frente al Villarreal B, le han salido al conjunto berciano bastante rentables, ya que han servido para acumular puntos.
En Elche se demostró la falta de pegada. Únicamente así se puede explicar la derrota en el mejor partido jugado por los de Granero fuera de casa en lo que va de campeonato. Sáizar pudo adelantar a la Deportiva en el marcador sumando así su tercer gol en su cuenta particular, pero perdonó, y, quien perdona, lo paga.
Cada vez parece más evidente que la Ponferradina va a intentar llegar al final de la primera vuelta viva en la clasificación y se la va a jugar en la incorporación de un futbolista llamado a ser el referente arriba, alguien que tenga caché, pero que pueda asegurar goles.
Esperemos, por el bien del equipo, que el sábado ante la UD Las Palmas, finalice esta mala racha de cara a portería, y con goles y victorias comience a salir de los puestos de descenso.