Dudas, incertidumbre y apatía. El Barça muestra señales de flaqueza, pero el crédito de los hombres de Guardiola es ilimitado. Se lo merecen. Porque son magníficos futbolistas y mejores personas. Porque llevan años rindiendo al máximo nivel, transmitiendo unos valores envidiables y enseñando al mundo del balompié el verdadero significado del fútbol, del compañerismo y un sinfín de características loables.

Hay mil motivos para venerar a los culés. Pero existen dudas. En el corazón de la Ciudad Condal, se respira nerviosismo. El aficionado catalán es sufridor por naturaleza; el instinto de soberbia aquí, al menos, no se lleva. Sin embargo, con el mejor equipo del mundo, titubear es de locos. Iniesta, Messi, Xavi, Puyol, Piqué: imposible vacilar con estos jugadores.

La sentencia
Al regresar de los compromisos internacionales, el 'Pep Team' por fin supo superar el temido 'Virus FIFA'. Al menos una alegría. Los culés recibían al líder de la Liga en el Camp Nou y los chés medirían sus aspiraciones reales para competir en La Liga. En un primer tiempo para olvidar, los azulgrana se marcharon al túnel de vestuarios por debajo en el marcador, pero en la segunda mitad apareció el empuje del campeón para doblegar a los valencianistas.

Los tres puntos se quedaron en casa. Este miércoles, ídem. En la UEFA Champions League, los hombres de Guardiola también recibían al endeble aunque líder Copenhague. Hasta el apuntador esperaba una goleada. Por ello, Xavi descansó con la vista puesta en La Romareda, pero Guardiola no lo vio nada claro y tuvo que arriesgar con el egarense en los instantes finales.

Y es que este hecho ya empieza a ser preocupante. El desacierto de cara a puerta conlleva situaciones arriesgadas. En el partido ante el conjunto danés, por citar un ejemplo, el delantero rival estrelló un obús contra el larguero cuando el Barça vencía por la mínima y, en el posterior rechace, tampoco estuvo atento el ariete de los visitantes para mandar el cuero entre los tres palos. En definitiva, situaciones innecesarias que se podrían ahorrar sentenciando por la vía rápida los partidos. Es la asignatura pendiente en Can Barça.

Ansiedad, desaparición y resurrección
Villa, por su parte, también tiene su examen particular. La ansiedad del 'Guaje' va in crescendo y el delantero asturiano se ofusca en demasía a la hora de definir. No obstante, en la entidad barcelonista están convencidos que sus goles llegarán y que la mala racha goleadora tan sólo es pasajera. La lástima es que la prensa catalana aproveche para ensalzar en estos momentos el gran momento de forma de Eto'o en el Inter, un dato informativo pero irrelevante para los intereses culés. El presente y el futuro tiene nombre español: David Villa.

El caso del desaparecido Messi es distinto. La 'Pulga' lleva dos partidos a un nivel muy inferior de sus posibilidades, pero aún jugando a medio gas, se encargó de marcar los dos tantos ante los daneses para asaltar así el liderato de grupo. Su aportación al juego culé se ha resentido en las últimas fechas, pero la magia del crack de Rosario volverá. Como también regresará Xavi al cien por cien, recuperándose de sus molestias físicas para dirigir la sinfonía azulgrana. El Barça se tambalea, sí, pero su fútbol volverá a enamorar. No cabe la menor duda.