WASHINGTON -- Mientras gran parte de Washington estaba absorto la noche del jueves en el contraste entre lo inaceptable y lo francamente incómodo -- el primer debate televisado entre el secretario de la mayoría en la Cámara Harry Reid y su rival, Sharron Angle -- se desarrollaba una decena diferente en un salón de baile de un hotel aquí.
The Hudson Institute celebraba una cena en honor de su expresidente, el Gobernador de Indiana Mitch Daniels, bautizado el galardón en honor de su intelecto fundador, Herman Kahn. Varios cientos de hombres y mujeres conservadores, colegas intelectuales muchos de ellos, escuchaban mientras a un desfile de pensadores elogiando a Daniels, que utilizó la noche como trampolín informal de la que puede ser su candidatura presidencial para 2012.
Fue en todos los sentidos el espectáculo opuesto a lo que se desarrollaba en Nevada. Allí, Republicanos y Demócratas chirriaban por igual a medida que contemplaban a sus presuntos paladines desviar cuestiones políticas e intercambios personales de una manera que se consideraría vergonzosa en el caso de los equipos de debate de instituto. ¿Cómo acaba Nevada con dos candidatos tan torpes?
De vuelta a Washington, el lujo de tener un aspirante presidencial atento resultó llamativo a todo el mundo que escuchó a Daniels. El director político de la Casa Blanca Reagan durante un mandato y gestor presupuestario de la Casa Blanca Bush no es el intelectual medio. Su estilo consiste en resultar cercano, pero su trayectoria de logros es deslumbrante.
La participación fue el recordatorio de que durante los años Reagan y Bush, el Partido Republicano reunía a batallones de expertos legislativos, a la altura por lo menos de sus homólogos Demócratas. La mayoría de ellos se han retirado a laboratorios de ideas y bufetes, pero están abiertamente impacientes por volver a la batalla si Daniels les llama a filas en la campaña de 2012.
Los notables que hicieron acto de presencia para distinguir al gobernador de Indiana sugieren que políticamente, todas estas vinculaciones pueden ser problemáticas. El ex Vicepresidente Dan Quayle, mudado de Indiana a Arizona, presentó a su antiguo colega con palabras cálidas de elogio. Una de las imágenes mostró al ex Secretario de Defensa Donald Rumsfeld ofreciendo sus felicitaciones a Daniels también.
Era imposible evitar pensar que si los Demócratas estaban grabando esta sesión, redundarían en las relaciones de Daniels con esas dos figuras del pasado Republicano en lugar de los gurús legislativos que llenaban la estancia. Aun así, en una formación en la que una candidata como Angle puede salir elegida frente a un secretario de la mayoría, el cerebro es claramente un artículo de lujo. Lo que vimos en Washington la noche del jueves fue el recordatorio de que a pesar de la imagen puntual a primera vista, los Republicanos no se quedan atrás.