Mucha gente pensará que con sólo 19 años aún es pronto para calibrar su nivel real como jugador. Es cierto. Pero no hay que engañarse. Thiago Alcántara (Bari, Italia, 11-IV-1991) está preparado a fecha de hoy para tener un sitio en la primera plantilla del Barça. Es un chico descarado, extrovertido y que se atreve con todo, no tiene miedo. Posee una calidad innata, muy superior a la del ex internacional brasileño Mazinho, su padre, y sólo necesita acabar de centrarse para hacerse ver a él mismo que es uno de los mejores de su generación.

Desde hace varias semanas el internacional Sub-21 español se entrena con el primer equipo que dirige Pep Guardiola y parece haberse ganado, de una vez por todas, la confianza del preparador catalán. El nivel mostrado en los pocos minutos de la Liga BBVA, los partidos en la Liga Adelante y, sobre todo, con la Sub 21 parecen haber despejado los interrogantes de aquellos que dudaban de él. Su definición en los últimos metros, la visión de juego en tres cuartos de cancha y su gran vocación ofensiva, son tres de las mejores armas de Thiago. Además, en los últimos tiempos, ha mejorado, y mucho, su colocación en el terreno de juego y no descuida las tareas defensivas, algo importantísimo para jugar en el Barça.

Ahora mismo tiene una confianza que roza el infinito y es feliz. Sabe que el fútbol es su vida y que el Barcelona es su casa. Quiere triunfar en Barcelona, rodeado de sus amigos, ésos que siempre le han apoyado y le han aupado hacia el éxito. Él es consciente de que no será fácil, pero poco a poco se ha ganado un hueco con sus actuaciones. El Camp Nou, si todo va bien, no tardará en disfrutar de sus decisiones mágicas, imprevisibles, sorprendentes, de las que marcan época.

Sólo depende de él y de Pep Guardiola, que se inventó a Pedro y a Busquets cuando nadie los conocía ni creía en ellos. Thiago quiere ser apadrinado por el de Santpedor y que éste haga de él un jugador exquisito, de clase mundial. El trabajo diario y no precipitarse en algunas de las decisiones a tomar serán la clave. El Barça quiere a Thiago, Thiago quiere triunfar en el Barça. Es el binomio perfecto.

El futuro es suyo, de nadie más. El Barça y la Selección se frotan las manos ante el genio que viene, un chaval que cuando menos lo esperemos será adorado por la afición azulgrana.