Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La tronera
Jesús Salamanca

Las malas compañías

|

Otra vez le han vuelto a engañar. A Herrera Campo le han planificado los presupuestos para la comunidad y la fatalidad ha hecho que se la hayan vuelto a ‘meter doblada’. Es evidente que hay quien no sabe formar de trabajo y, por mucho que estudie, será difícil que aprenda; sobre todo teniendo en cuenta que ha dejado pasar muchos años en blanco.

Desde Silván hasta Mateos, pasando por la ‘cocinera’ y la señora Clemente hasta el ínclito Villanueva, todos parecen tomarle el pelo. Antes solo eran los directores generales quienes le ‘canturreaban’, ahora casi todos han perdido la vergüenza y la mayoría se mofan de él entre bambalinas. ¡Pobre Juan Vicente, qué buen vasallo si no estuviera rodeado de tantos ínclitos descontrolados e indignos aprovechados!

Viene todo eso a cuento porque le vuelven a engañar con los presupuestos generales de Castilla y León para el ejercicio 2011. Desde la consejera de Hacienda que siempre anda pidiendo más dinero, porque no le salen las cuentas, o hace las del torpe Gran Capitán, hasta el consejero de Educación, que no sabe defender la ética de la docencia y la dignidad del profesorado. Eso sí, para cobrar no deja que la Junta le engañe; él cobra su sueldo universitario (vean datos de la prensa local). A veces tiene uno la sensación de que algunos se empeñan en humillar la dignidad del estudiante, del profesor y del sentido común!

¡Santo cielo, cuánto interesado sigue vagando por el firmamento de la indignidad! ¡Cuánto adocenado ha presumido de socialista y hoy preside, como alto cargo, la aspiración de la nada y la consagración de la mentira! Si las palabras son los clavos para fijar ideas -- como decía Godín -- lo cierto es que en Castilla y León no hay clavos ni ideas ni futuro; pero sí mucha desesperanza, miedo y congoja. Tal afirmación tiene un claro elemento sustentante: la propia explicación de los presupuestos que ha dado el presidente de la comunidad. Frente al oscurantismo que resalta durante la presidencia de Herrera Campo y la indignidad acomodaticia que alcanza a la irresponsable oposición, “la oportunidad queda perdida frecuentemente entre las inservibles deliberaciones”, como decía Publio Siro.

Cada vez que pensamos en el destino futuro de Castilla y León, estamos convencidos que Herrera no merece un mal destino, simplemente no ha sabido formar equipos de trabajo, como tampoco lo merece la comunidad que tanto hizo por formar España. Castilla y León parece estar condenada a cerrar cualquier día o a desaparecer; no podemos mantener la Sanidad, según el presidente; la educación la tapamos con el manto de la dejadez, los datos y la desidia; las infraestructuras esperamos a que el Gobierno central nos las desarrolle; las empresas las cerramos por ignorancia y falta de visión empresarial; la formación profesional la manteamos sin piedad ni pasión ni elegancia; la cultura es menospreciada por muchos; al profesorado le condenamos al sufrimiento e intentamos organizarle su terreno desde el desconocimiento; corrompemos la esperanza; masacramos el futuro y rompemos las expectativas sociales. ¡Vaya bodrio de comunidad! Sin duda, si los incompetentes volaran, no nos daría el sol.

Ayer decía un grupo de profesores que “Castilla y León se muere un poco más cada día”. La comunidad no encuentra el camino del futuro. El Partido Popular la masacra como si pareciera despreciarla y los equipos de Herrera Campo la ‘malvenden’ y distorsionan como si fuera una insignificante furcia encontrada en el camino de la media noche. Si Baden-Powell decía que “la manera de conseguir la felicidad es haciendo felices a los demás”, otros nos inclinamos más por el tradicional refranero, porque vemos que “la memoria es como el mal amigo; cuando más falta te hace, te falla”. Y es que desde que conocemos la cantidad de borrones que Herrera Campo ha cometido con Castilla y León, pensamos que — como decía Manolo Alcántara – “lo curioso no es cómo se escribe la historia, sino cómo y con qué indignidad se borra”.

Las malas compañías

Jesús Salamanca
Jesús  Salamanca
lunes, 18 de octubre de 2010, 06:44 h (CET)
Otra vez le han vuelto a engañar. A Herrera Campo le han planificado los presupuestos para la comunidad y la fatalidad ha hecho que se la hayan vuelto a ‘meter doblada’. Es evidente que hay quien no sabe formar de trabajo y, por mucho que estudie, será difícil que aprenda; sobre todo teniendo en cuenta que ha dejado pasar muchos años en blanco.

Desde Silván hasta Mateos, pasando por la ‘cocinera’ y la señora Clemente hasta el ínclito Villanueva, todos parecen tomarle el pelo. Antes solo eran los directores generales quienes le ‘canturreaban’, ahora casi todos han perdido la vergüenza y la mayoría se mofan de él entre bambalinas. ¡Pobre Juan Vicente, qué buen vasallo si no estuviera rodeado de tantos ínclitos descontrolados e indignos aprovechados!

Viene todo eso a cuento porque le vuelven a engañar con los presupuestos generales de Castilla y León para el ejercicio 2011. Desde la consejera de Hacienda que siempre anda pidiendo más dinero, porque no le salen las cuentas, o hace las del torpe Gran Capitán, hasta el consejero de Educación, que no sabe defender la ética de la docencia y la dignidad del profesorado. Eso sí, para cobrar no deja que la Junta le engañe; él cobra su sueldo universitario (vean datos de la prensa local). A veces tiene uno la sensación de que algunos se empeñan en humillar la dignidad del estudiante, del profesor y del sentido común!

¡Santo cielo, cuánto interesado sigue vagando por el firmamento de la indignidad! ¡Cuánto adocenado ha presumido de socialista y hoy preside, como alto cargo, la aspiración de la nada y la consagración de la mentira! Si las palabras son los clavos para fijar ideas -- como decía Godín -- lo cierto es que en Castilla y León no hay clavos ni ideas ni futuro; pero sí mucha desesperanza, miedo y congoja. Tal afirmación tiene un claro elemento sustentante: la propia explicación de los presupuestos que ha dado el presidente de la comunidad. Frente al oscurantismo que resalta durante la presidencia de Herrera Campo y la indignidad acomodaticia que alcanza a la irresponsable oposición, “la oportunidad queda perdida frecuentemente entre las inservibles deliberaciones”, como decía Publio Siro.

Cada vez que pensamos en el destino futuro de Castilla y León, estamos convencidos que Herrera no merece un mal destino, simplemente no ha sabido formar equipos de trabajo, como tampoco lo merece la comunidad que tanto hizo por formar España. Castilla y León parece estar condenada a cerrar cualquier día o a desaparecer; no podemos mantener la Sanidad, según el presidente; la educación la tapamos con el manto de la dejadez, los datos y la desidia; las infraestructuras esperamos a que el Gobierno central nos las desarrolle; las empresas las cerramos por ignorancia y falta de visión empresarial; la formación profesional la manteamos sin piedad ni pasión ni elegancia; la cultura es menospreciada por muchos; al profesorado le condenamos al sufrimiento e intentamos organizarle su terreno desde el desconocimiento; corrompemos la esperanza; masacramos el futuro y rompemos las expectativas sociales. ¡Vaya bodrio de comunidad! Sin duda, si los incompetentes volaran, no nos daría el sol.

Ayer decía un grupo de profesores que “Castilla y León se muere un poco más cada día”. La comunidad no encuentra el camino del futuro. El Partido Popular la masacra como si pareciera despreciarla y los equipos de Herrera Campo la ‘malvenden’ y distorsionan como si fuera una insignificante furcia encontrada en el camino de la media noche. Si Baden-Powell decía que “la manera de conseguir la felicidad es haciendo felices a los demás”, otros nos inclinamos más por el tradicional refranero, porque vemos que “la memoria es como el mal amigo; cuando más falta te hace, te falla”. Y es que desde que conocemos la cantidad de borrones que Herrera Campo ha cometido con Castilla y León, pensamos que — como decía Manolo Alcántara – “lo curioso no es cómo se escribe la historia, sino cómo y con qué indignidad se borra”.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto