El pasado sábado 9 de octubre no era lo que se dice una noche propicia para salir de casa. El otoño había llegado con fuerza, las calles estaban mojadas, los paraguas afloraban entre la lluvia y el silencio de la noche obligaba a refugiarse.
Pero entre la pereza, allí nos dirigimos con una entrada de concierto en mano, impulsadas nada más por una voz, 10 canciones y sin saber muy bien que iba a pasar.
Cuando cruzamos la puerta, la sala de "La Riviera" estaba prácticamente abarrotada. En el escenario, "The Rewards", banda estadounidense encargada de telonear al esperado vocalista de esos "rockers" de Las Vegas apodados "The Killers" que han llenado recintos, y que solo en Madrid el pasado 2009 consiguieron reunir a 15.000 espectadores colgando el cartel de completo.
Con estricta puntualidad, y justo cuando las luces de la ciudad ya se habían apagado apareció él, Brandon Richard Flowers.
Y con ese carisma que le caracteriza, muy adecuado al momento, tarareó "When the lights go down in the city…" sus primeras palabras del tema "On the Floor"
En ese mismo momento los mortales, los de abajo, supimos que no iba a ser un concierto cualquiera. Solo ante el peligro, sin sus "killers", Brandon demostraba sentirse agusto con "Flamingo", su disco publicado el pasado 14 de septiembre, y que ya ha recibido todo tipo de críticas, quizá por la fuerza rockera a la que nos tenían acostumbrados los "Killers" con sus temas.
Odiado o deseado, que más da...Brandon Flowers con camisa desgastada y tirantes caminaba por el escenario como un dandy en un hotel de los años 20. Muebles antiguos, lámparas de ensueño, una puesta en escena cuidada e impecable.
Quizá por eso Brandon se lanzó a su gente enseguida con "Crossfire" su single.
El público comenzó a entregarse y el sonido limpio y perfecto nos embriagaba cuando llegó "Only the young" y "Hard Enough". Todo el mundo cantaba. 2.500 voces al unísono. Estaba claro que Brandon empezaba a ganarse también a aquellos fans que habían acudido por el mero hecho de escuchar los temas de "The Killers" que no pudieron oír en su momento, o de aquellos que se habían quedado sin entrada.
Brandon se escudó en su disco pese al riesgo, y por desgracia para ese sector "killer" fanático solo se oyeron 2 canciones de la banda; "Losing Touch" y un acústico espectacular de "When you where young" que cerró la función.
Apenas habían pasado 65 minutos cuando el señor Flowers nos dejó. Y allí nos quedamos...paralizados con ganas de más y perplejos. Cuando salimos del estado de shock empecé a pensar en el buen sabor que nos había dejado a todos los que nos emocionamos con la voz de un vocalista que por casualidad, y gracias a un anuncio formó parte de una de las mejores bandas que descubrimos "cuando éramos jóvenes".