Lunes. Empieza la semana. Con fuerza, con ilusión. La tertulia deportiva se centra en lo más importante: los blancos se crecen con un set ante un Deportivo de la Coruña venido a menos. Valencia lidera la tabla clasificatoria y Villarreal le secunda, pero nadie se fija. El foco mediático sólo tiene ojos para los grandes, ya que se desgrana el triste empate del Barça en el Camp Nou, con un equipo catalán que ya ha cedido cinco puntos en su feudo. El Liverpool ocupa zona de descenso, pero, al fin, el localismo gana a la globalización. La Segunda, aunque a cuentagotas, también gana importancia. Positivo.

Martes. Aún resuenan los ecos de la jornada. Análisis, reportajes y anécdotas varias. Los equipos punteros se quedan en cuadro por los compromisos internacionales. Mourinho muestra su sentimiento patriota y alienta a los portugueses en un comunicado, al tiempo que dirige en las instalaciones de Valdebebas una pantomima de entrenamiento. Además, cederá el gran honor de tomar las riendas del primer equipo a Menéndez, el técnico del filial. Carnaza.

Miércoles. Ante la falta de contenidos, la prensa deportiva se dedica a aportar información banal y desastrosa. Supuestamente, el Barça, que acaba de contratar a Villa por una millonada y que incluso trata de renovar a Bojan hasta 2015, busca delantero. Además, también le interesa un portero. Y un defensa. Curioso por tratarse del mejor equipo del mundo. Los rumores venden y, ante la falta de noticias veraces y contrastadas, estos casos no son nada malos para contentar a la carroñería publicitaria y llenar así las páginas de los diarios.

Jueves. Jornada movida e interesante. Aparece una espectacular entrevista en Eurosport a José Manuel Díaz, el hombre de la Premier, rajando sobre su estancia en TVE. Verdades como puños y sinceridad admirable. Lectura obligatoria. Y también surge el 'affaire' Sergio Ramos y la prensa lo agradece. A Piqué se le pide una respuesta en catalán en su comparecencia ante los medios y el madridista -con el rostro serio, aunque luego justificó que se trataba de una broma- le comenta que también responda en andaluz. La polémica en torno al nacionalismo catalán vuelve a apoderarse del deporte gracias a un comentario desafortunado. Los 'Mass Media', encantados.

Viernes. Kaká es un tema comodín. Interesa a Inter, Milan y Bayern. Mourinho da el visto bueno a su salida y el Sao Paulo dice soñar con su contratación. De locos. En Internet, su nombre da visitas, las visitas dan publicidad y la publicidad da dinero. El gran negocio del cuarto poder. Además, juega la Roja. Otra vez en viernes, muy raro. Sin Xavi ni Xabi, la España de Vicente Del Bosque gusta y enamora en tierra salmantina y hace olvidar una semana desastrosa. Una alegría.

Sábado. Un fin de semana sin fútbol se hace largo, muy largo. Pero hay motivos para la esperanza: Colacao tempranero -publi gratuita- y Fórmula 1 en vena. Sin embargo, la 'llovizna' nipona estropea el madrugón. La televisión trata de mantener el tipo, creando expectación por el hecho de si finalmente se hará el Qualifying o no. ¡Cuánta incertidumbre! ¿Lo más interesante? Una carrera de barquitos, donde Red Bull, los jefes del sarao, se erigieron como los grandes protagonistas. Al menos, uno se consuela con las motos, aunque la cara de tontos es inevitable tras una semana para el olvido.

Mientras tanto, los medios seguirán inventando y especulando hasta el próximo martes, cuando el combinado nacional juegue su segundo encuentro en Escocia. Y luego se restablecerá la calma y será el regreso de la prensa deportiva inteligente. Ironía. El periodismo deportivo se pudre y nadie hace nada para evitarlo. Pero no se engañen: los medios de comunicación dan al espectador lo que éstos mismos reclaman. Si el público desestimara este producto mediocre, quizá ni yo mismo estaría aquí. Éstas son las reglas del juego y todos, tristemente, las acatamos. Una lástima.