Algo tendrá este Valencia para que, cumplidas seis jornadas de Liga, se mantenga líder sólido de Primera división. Muchos alertaron de una pérdida de potencial por la marcha de sus estrellas, como Villa o Silva, pero Unai Emery supo fichar y muy bien. Incorporaciones como Soldado o Adúriz mantienen al equipo con instinto de gol, mientras que la experiencia de César en la portería aporta seguridad a la defensa. Si a eso sumamos que jugadores como Vicente parecen haber rejuvenecido y otros como Pablo han dado un paso al frente, lo que tenemos es a un posible tercer candidato al título.

No obstante, esto aún acaba de empezar. Hay que recordar que hace dos campañas los valencianistas comenzaron con el mismo ímpetu que en ésta y, después, se fueron desinflando. Este sábado, el Athletic de Bilbao metió el susto en el cuerpo a los chés en los últimos minutos, aunque éstos arrancaron el partido demostrando galones. Por lo tanto, habrá que esperar para saber si el Valencia de esta temporada es capaz de plantear batalla a los dos grandes. La primera gran prueba llegará en la próxima jornada, contra el Barcelona, en un choque al que los azulgranas llegarán con necesidad de ganar tras su nuevo pinchazo en el Camp Nou. Ya han volado cinco puntos del feudo culé, y los de Guardiola vuelven a estar por detrás del Real Madrid en la clasificación.

Es curioso esto de las rachas: la sequía goleadora le ha llegado al Barcelona justo cuando los de Mourinho se han dado un festín ante el Deportivo de La Coruña. Ya advirtió el técnico portugués que algún día llegaría un pobre rival que pagaría por tantas ocasiones falladas... De un plumazo, el Bernabéu se ha reconciliado con su equipo, Cristiano Ronaldo se ha quitado su ansiedad con un doblete e Higuaín ha terminado de afinar su puntería. Todo tras la “semana de silencio” impuesta por Mou, con entrenamientos a puerta cerrada y sin ruedas de prensa de los jugadores. Discusiones al margen, hay que reconocer que la fórmula le ha funcionado, y ya van unas cuantas decisiones controvertidas del luso en las que hay que darle la razón. Al fin y al cabo, no se ha convertido en the special one por nada...

Los medios se divierten con Mou y Mou se divierte con los medios. Es una atracción fatal. Podremos discutir con él e, incluso, pelearnos, pero los periodistas tenemos que reconocer que el portugués nos da mucho juego. Ya se ha comentado hasta la saciedad el dominio de la escena del entrenador madridista, pero no deja de ser revelador que llegue a adivinar todas las preguntas de las ruedas de prensa. Lo de llevar anotados en un papel todos los minutos de entrenamiento abierto a las cámaras y los de comparecencias de sus jugadores es digno de enmarcar. Se esperaba que le preguntaran sobre este tema en primer lugar. Fue el cuarto. En cualquier caso, ¿tan previsibles somos los reporteros? Con Mou tendremos que hacer un esfuerzo por ser más originales...

Al margen del fútbol, no quiero olvidarme de otros protagonistas de la semana. Por una parte, las chicas del baloncesto. Su bronce en el Mundial endulza el mal sabor de boca que nos dejó la selección masculina hace un mes y sube un par de escalones a España en el ranking mundial. Por otro lado, Alberto Contador afronta días decisivos. Quiero creerle y la realidad apunta a que el madrileño dice la verdad, pero es inevitable volver a sospechar en un deporte tan cuestionado como el ciclismo. Por eso, para disipar las sombras antes de que tapen los éxitos, es necesario que la UCI cumpla su compromiso de resolver esta cuestión cuanto antes.