A Mourinho le ha salido un quiste en el primer equipo: la falta de gol. Todo lo que el técnico portugués pensaba que el Real Madrid tenía de sobra, resulta que es, hoy por hoy, el talón de Aquiles de este equipo. Claro, si te dicen que tienes arriba a Higuaín, Cristiano Ronaldo, Kaká o Benzemà, entre otros, tu preocupación es mínima.

Pero a la hora de la verdad estos cuatro jugadores realmente están rindiendo, sobre todo tres de ellos, muy por debajo no ya sólo de su sueldo, sino de las expectativas creadas en torno a ellos, que eran muchas.

Empezamos por el primero: Cristiano Ronaldo o CR7 –yo soy RGS25 pero no vendo relojes ni slips ajustados-, un chico de físico espectacular pero con una carencia espectacular también: no sabe jugar en sentido colectivo. Y eso en un deporte como el fútbol como que chirría un poco. Si a ello les sumas la ansiedad que tiene en todos los partidos por ser el único protagonista, el foco de atención, siendo además el chupón del barrio, porque este de pequeño no soltaba el balón ni para irse a la cama… pues apaga y vámonos.

Vamos con el segundo: el Pipita Higuaín. Hay algo que me encanta de los argentinos y es su espíritu combativo, que siempre van a la guerra aunque esté más que perdida. Pero también hay algo grotesco en los deportistas en general de este país, y Maradona es un buen ejemplo de ello. Pipita se ‘dejó el culo’ el otro día ante España y últimamente en el Madrid no las enchufa ni a tiros. Es menos vertical y tiene menos velocidad que en la selección. No está tan fino. Caso parecido al de Messi, pero al revés. En fin, suerte para Batista y un problema para Mourinho.

A por el tercero: Benzemà. A este le tiene muy calado el técnico portugués, que está intentando hacer carrera de un francés inmaduro, solitario y sin un ápice de clase para vestir la zamarra del Real Madrid. Terzeguet, en tres semanas en Alicante, ha demostrado más que Karim en una temporada entera. Al ojeador del Madrid no sé si es mejor subirle el sueldo o subirle al Himalaya y que no baje. Por Dios, qué desatino.

Y llegamos al cuarto y último jinete del apocalipsis blanco: Kaká, el de la mujer twitera. Este hijo del Hombre no se redime ni con agua bendita. Sus permanentes lesiones le están costando carísimo al Real Madrid, que ha invertido una fortuna de 65 millones de la que no ha visto ni 50 euros (en el campo, en otro sitio no lo sé). Me está recordando a Robert Prosinecki y al reciente Arjen Robben, dos superclases que andaban todo el día lesionados. Una pena, sin duda. Mira a ver, Florentino, que los del tendido 7 van a acabar pidiendo la vuelta de Raúl 04… Al tiempo.