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La ruta hacia el ascenso pasa por Balaídos (dom, 17:00) | ||||
| El Nàstic, con una única victoria en su casillero, confiará en Powell para cubrir la baja de Rubén Navarro | ||||
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Tras un inicio de temporada excepcional, el Celta de Vigo afronta su tercer examen en casa tras un suspenso rotundo y una victoria agónica ante el Córdoba. Resultados irregulares que permiten soñar a los hombres de Luis César con sus primeros puntos como visitantes
Tan sólo cuatro partidos adornan las estadísticas a estas alturas de temporada, pero a pesar de que el juego apenas ha dado comienzo, ilusiones y decepciones ya han salido al escenario como si el 5 de junio estuviera a la vuelta de la esquina. Ya se habla de favoritos y condenados, la esencia de este deporte, y en tierras gallegas no son menos tras tanto sufrimiento acumulado. Salida buena Desde su caída a la Segunda División, el Celta de Vigo había iniciado sus arranques ligueros cual F10 de Fernando Alonso en una mala carrera. Derrapes inoportunos y lastre insoportable desde el primer mes de competición, que ahogaban las esperanzas locales antes de la llegada de los turrones. El haber logrado tres victorias de cuatro posibles, es un logro que ha disparado de nuevo la ilusión en las Rías Baixas. Cierto es que las ganas de volver a ver la camiseta celeste en los altares del fútbol no precisan de excesivos empujones emocionales, pero Paco Herrera parece haber encontrado un bloque competitivo que confirme la inevitable condición de favorito para la gloria final. El partido contra en Nàstic de Tarragona será una prueba de fuego para un equipo necesitado de ansiolíticos para sus partidos como local. La derrota contra el filial barcelonista y la sufrida victoria contra un Córdoba demuestran que las malas vibraciones en Balaídos persisten una temporada más. Hará falta más que esos ajos bajo portería para frenar la maldición en casa. En esa batalla estará De Lucas, con pequeñas molestias. Hugo Mallo volverá a capitanear la banda derecha sin la oposición de Murillo, todavía renqueante de su lesión. Tres puntos pero buen juego Dice Luis César que el equipo está tranquilo, que los tres puntos no reflejan el juego catalán ni la superioridad ante sus rivales. Es cierto que el Nàstic ha merecido más suerte, pero la Liga raramente espera a aquellos que no transforman en resultados su control sobre el campo. La tensa situación en la tabla se agrava ante las numerosas bajas que los tarraconenses van a presentar en Balaídos. Rodri y Ruz son más que duda, y la presencia de Morán, Sergio García o Mairata todavía no está asegurada. La lesión de Rubén Navarro en su partido contra el Rayo Vallecano, devolverá el mando ofensivo a Berry Powell, que todavía no ha encontrado su hueco en el equipo tras su tarde de gloria frente al Girona. |
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