Hace pocos días conocimos la noticia de que la Selección Española de fútbol ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias del Deporte. ¿Están de acuerdo con ello? La verdad que como en todo, hay disparidad de opiniones.
Hay quienes defienden que este galardón al combinado español es muy precipitado. Cierto es que la mayoría de sus integrantes son muy jóvenes, que apenas están comenzando sus carreras profesionales, que tienen mucho que hacer en el fútbol… Asimismo, había otros candidatos al premio que se lo merecían igualmente, de ahí que se piense que hubiera sido mejor dárselo a otros, tales como a la alpinista Edurne Pasabán.
Sí, sinceramente, si la decisión hubiera dependido de mí, se lo habría concedido primeramente a la deportista vasca, por el esfuerzo y el hito histórico que ha conseguido, pero… ¿no es igualmente un hito ser campeones del Mundo y de Europa en fútbol? En este lado están, claro, los que defienden el premio a la selección, ya que hoy por hoy, podemos sentirnos orgullosos de haberlo logrado todo, o casi todo, en el deporte del balompié. Y aquí no hay nada que objetar.
Así que sea precipitado o no, el Premio Príncipe de Asturias ya es de ellos. Y mérito no les falta, ¿no creen? Tesón, trabajo, buen juego, unidad, títulos… aspectos que se unen a una gran calidad humana, ¿se puede pedir más?.
Está claro que a la hora de conceder un premio nunca llueve a gusto de todos, pero en este caso, no se puede negar que la Selección se lo merecía (aunque hubiera otros deportistas que también). Así que sólo me queda felicitar a los premiados, ¡enhorabuena! Y a los que no lo han conseguido, no duden que pese a no tener este premio, ya son unos ganadores.