Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La tronera
Jesús Salamanca

Ciudad taurina

|

Valladolid ha sido declarada hoy "Ciudad Taurina" con una votación apretada. Ha salido adelante con los 15 votos de la derecha ciudadana, frente a los 14 de la 'cencerrada' izquierdosa y acomplejada o, lo que es lo mismo, catorce votos de la impostura socialista totalitaria, aderezada con el desconcierto de la izquierda 'hundida', como no podía ser otra forma.

En la exposición inicial se ha vinculado la Historia y las tradiciones del mundo del toro con la ciudad del Conde Ansúrez y, además, con la "la pervivencia de la ganadería de reses bravas más antigua de España (el raso de Portillo), el patronazgo de San Pedro Regalado sobre los profesionales taurinos o el trofeo que premia su labor con mayor trayectoria".

Con ello Valladolid se ha rebelado contra las "prohibiciones territoriales" y el afán por cercenar y arrinconar cuestiones de menor índole, mientras se abandona la lucha y el trabajo en las cuestiones que requieren auténtica y completa dedicación. No hace falta mencionar el daño que el Gobierno central está haciendo en los planos social, político y económico; sobre todo en la cuestión del paro, donde su ineficacia, su intransigencia, su nula planificación y el 'baboseo' sindical-obrero ha llevado a adulterar la realidad y a insultar a la clase trabajadora con el cierre de empresas y el colaboracionismo del Sindicato Vertical Unificado (CCOO-UGT) que constituyen el risible 'burdel sindical', mientras ponen el cazo para recibir ayudas a cambio de consentir que los trabajadores sean puestos de patitas en la calle.

Cualquiera tiene derecho a oponerse a cuanto le plazca, como muchos nos oponemos a la negociación con ETA o a que la ministra de "Iguar-Da" bendiga el aborto y la 'desiguardá' nacional o el ministro del Interior llegara a santificar las cloacas del Estado para el GAL. Amparados en ese mismo derecho comprobamos que, como ha dejado bien claro el ayuntamiento de Valladolid, el mundo de los toros es un hecho cultural, imposible de desvincular de nuestra cultura. A partir de aquí cualquier opinión igual o en distintos sentido es eso: otra opinión más.

Ciudad taurina

Jesús Salamanca
Jesús  Salamanca
viernes, 10 de septiembre de 2010, 09:35 h (CET)
Valladolid ha sido declarada hoy "Ciudad Taurina" con una votación apretada. Ha salido adelante con los 15 votos de la derecha ciudadana, frente a los 14 de la 'cencerrada' izquierdosa y acomplejada o, lo que es lo mismo, catorce votos de la impostura socialista totalitaria, aderezada con el desconcierto de la izquierda 'hundida', como no podía ser otra forma.

En la exposición inicial se ha vinculado la Historia y las tradiciones del mundo del toro con la ciudad del Conde Ansúrez y, además, con la "la pervivencia de la ganadería de reses bravas más antigua de España (el raso de Portillo), el patronazgo de San Pedro Regalado sobre los profesionales taurinos o el trofeo que premia su labor con mayor trayectoria".

Con ello Valladolid se ha rebelado contra las "prohibiciones territoriales" y el afán por cercenar y arrinconar cuestiones de menor índole, mientras se abandona la lucha y el trabajo en las cuestiones que requieren auténtica y completa dedicación. No hace falta mencionar el daño que el Gobierno central está haciendo en los planos social, político y económico; sobre todo en la cuestión del paro, donde su ineficacia, su intransigencia, su nula planificación y el 'baboseo' sindical-obrero ha llevado a adulterar la realidad y a insultar a la clase trabajadora con el cierre de empresas y el colaboracionismo del Sindicato Vertical Unificado (CCOO-UGT) que constituyen el risible 'burdel sindical', mientras ponen el cazo para recibir ayudas a cambio de consentir que los trabajadores sean puestos de patitas en la calle.

Cualquiera tiene derecho a oponerse a cuanto le plazca, como muchos nos oponemos a la negociación con ETA o a que la ministra de "Iguar-Da" bendiga el aborto y la 'desiguardá' nacional o el ministro del Interior llegara a santificar las cloacas del Estado para el GAL. Amparados en ese mismo derecho comprobamos que, como ha dejado bien claro el ayuntamiento de Valladolid, el mundo de los toros es un hecho cultural, imposible de desvincular de nuestra cultura. A partir de aquí cualquier opinión igual o en distintos sentido es eso: otra opinión más.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto