Ha hecho un equipo excelso, ganador hasta el límite, campeón por decreto. Pep Guardiola refleja el modelo del éxito del fútbol mundial de clubes. Pero hasta los más cuidadosos y pulcros con su trabajo tienen sus enemigos…

Hablamos, cómo no, de los resentidos del deporte, esos tipos que no sólo no son agradecidos, si no que en cuanto pueden lanzan dardos envenenados a sus viejos clubes, entrenadores o compañeros.

El último gran ejemplo es Zlatan Ibrahimovic, un sueco que a diferencia de su patriota marca de cosas para la casa que hace furor en España, no le ha salido nada, pero que nada barato al FC Barcelona. Además, se ha ido a Milán rajando y llamándole despectivamente “filósofo” a Pep Guardiola.

No insulta quien puede, sino quien quiere. Este jugador siempre ha tenido una pinta de chulo ejemplar, cuando en realidad ha demostrado ser, con su actitud, un gañán nórdico que se ha reído del fútbol español y que no ha estado a la altura de las circunstancias y de su prohibitivo precio. En su día, Guardiola hizo lo mismo con E’too, otro díscolo del vestuario blaugrana que tenía celos de los grandes cracks del equipo.

Yo lo tengo claro: me dan un Iniesta y no quiero a cinco Ibrahimovics. Otro que está largando estos días con vehemencia es Robinho –¿con quién ha empatado este?- que salió del Madrid con cajas destempladas y ahora que va a venir al Bernabéu con el Milán para la Champions se pone gallito y quiere celebrar un gol como si fuese la final de la Copa del Mundo. El problema siempre es de los que fichan a estos tipos sin conocer su verdadera personalidad, que acaba saliendo cuando vienen mal dadas.

Mucho tendrían que aprender los Ibrahimovic, Robinho y compañía de jugadores como Van der Vart, al que un club como el Real Madrid le ha menospreciado, se ha servido de sus buenos momentos, y le ha vendido tarde, mal y por la puerta de atrás. Pues ni una mala palabra. No basta con ser futbolista, hay que ser persona, y ser humilde. Por eso España es hoy campeona del mundo, porque Iker, Pujol, Albiol, Xavi, Iniesta, Villa, Pedro,… son gente normal y corriente que no se creen más que nadie y encima juegan como los ángeles. Zlatan, tú mismo te has retratado. Hasta nunca (a no ser que algún descerebrado del fútbol español se le ocurra financiar 130 millones de euros para una operación poco menos que insultante.