Lo que parecía que iba a ser una cómoda victoria para los sudamericanos acabó convirtiéndose en un partido realmente interesante de ver. Jordania tiró de orgullo para, en primer lugar, aprovechar la relajación argentina y acercarse seriamente en el marcador; y luego, para mantenerse viva hasta el último minuto
| FICHA TÉCNICA | 88- Argentina: Prigioni (6), Delfino (18), Jasen (-), Scola (30), González (6) -cinco inicial- “Juampi” Gutiérrez (4), Leo Gutiérrez (9), Quinteros (11), Kammerichs (-) y Cequeira (4).
79- Jordania: Wright (22), Daghles (8), Soobzokov (2), Abaas (17), Idais (20) -cinco inicial- Alawadi (10), Alkhas (-), Zhagab (-) y Al-Sous (-).
Parciales: 35-19, 14-18, 12-18 y 27-24.
Árbitros: Biricik (Turquía), Benito (Brasil) y Latisevs (Letonia) (2).
Incidencias: Partido correspondiente a la fase preliminar del Campeonato del Mundo de baloncesto, disputado en el Kayseri Arena. |
DATOS DESTACABLES | El mejor: Scola
El jugador de los Houston Rockets, ex del Baskonia (30 puntos y 13 rebotes), fue un coloso en la pintura durante el primer cuarto y luego, cuando los jordanos apretaron, se encargó de mantenerlos a raya con canastas tan puntuales como decisivas.
Lo peor: La bisoñez de Jordania en el primer cuarto
Los asiáticos salieron excesivamente timoratos (35-19), y eso acabó costándoles más caro de lo que en un principio parecía.
La clave: Los puntos de Delfino
Además del inicio del partido y de la actuación de Scola, la labor anotadora del escolta de Argentina (18 tantos) como segundo de a bordo fue fundamental, tanto en el primer cuarto como en los instantes finales.
El dato: Argentina, 4 de 4
Junto a Estados Unidos, Lituania y Turquía, los albicelestes son los únicos que, hasta el momento, cuentan sus partidos por victorias.
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Víctor Díaz / Diario Siglo XXI
Como era previsible Argentina salió dispuesta a resolver por la vía rápida para intentar ponerse a pensar lo antes posible en Serbia, y por ello el quinteto inicial de los de Sergio Hernández se empleó a fondo. Entre González, Delfino y Scola abrieron constantemente vías de agua en la débil línea defensiva jordana. Especialmente inspirado estuvo el ex jugador del Baskonia, que campó a sus anchas por la zona árabe. El 35-19 del primer cuarto no era sino lo lógico.
Pero la lógica y las matemáticas suelen estar, a veces, bastante reñidas. La primera, tal vez la más inexacta de las ciencias, nos decía que Argentina iba a continuar con su recital para terminar apalizando a Jordania, incluso antes del descanso para así reservar fuerzas de cara al choque que decidirá la primera plaza del grupo. La segunda, por el contrario, nos reveló que lo que en el segundo parcial parecía una siestecita albiceleste (49-37) terminó siendo un loable intento de rebelión de los hoy visitantes.
Reacción asiática
Jordania, posiblemente la selección más modesta de todo el campeonato, volvió de los vestuarios dispuesta a seguir dando guerra, y a fe que lo consiguió, gracias al trío formado por Wright, Abaas e Idais. Este último fue quien propició la gran reacción en el tercer cuarto, con 13 puntos -9 de ellos desde más allá de 6,25- que metieron a su selección en la disputa. Tanto fue así que incluso llegaron a estar tan sólo a tiro de triple (49-46, minuto 22).
Quien más quien menos pensaba que los medallistas de bronce en Pekín 2008 volverían a despertarse y a aplicar de nuevo la lógica cuando Scola logró, acto seguido, dos canastas consecutivas; pero los asiáticos no se vinieron abajo. En el período final Wright (22 puntos) y Abbas tomaron el relevo de Idais, y colocaron el 61-57 antes de que Delfino y Leo Gutiérrez, con dos triples, estiraran de nuevo el electrónico hasta la decena de tantos.
Emoción hasta el final
Wright, sin embargo, seguía empeñado en retrasar la sentencia argentina. Un 2+1 suyo y un tiro libre de Abbas hicieron que la emoción volviera al Kayseri Arena (71-67), y ni tan siquiera una antideportiva señalada a Idais por agarrar del brazo a Quinteros cuando éste penetraba en la zona jordana (minuto 35) hizo bajar el ánimo de los árabes.
Scola y Delfino, con sus puntos en momentos cruciales, hicieron que la rebelión de Jordania no llegara a consumarse. Ésta acabó definitivamente cuando, con 84-79 en el último minuto, una penetración de Daghles acabó con un soberano tapón –en posible falta- de González. La técnica señalada al escolta jordano por sus protestas puso punto final a un partido realmente emocionante que a punto estuvo de hacer añicos la más pura de las lógicas existentes.
Argentina se jugará mañana el liderato contra Serbia; Jordania es probable que acabe su participación con cero triunfos. Pero con una imagen como la que ha dado esta noche puede volverse a casa más que satisfecha.