Pablo García / SIGLO XXI
Circuit de Spa-Francorchamps (© Formula One Administration Limited) |
Spa consta de 19 curvas, 10 a derechas y 9 a izquierdas, al que los pilotos tendrán que dar un total de 44 vueltas.
Una montaña rusa implacable
Comenzamos nuestra vuelta a Spa en la corta recta de meta que precede al primer reto,
La Source (1), horquilla dificilísima de fuerte frenada y primera marcha, donde se puede adelantar. A partir de aquí zona de aceleración en desnivel descendente que nos prepara para la brutal sacudida que nos espera al abordar la famosísima
Eau Rouge (2, 3, 4), rapidísima enlazada izquierda-derecha con un gran desnivel que afrontamos cogiendo el piano interior para intentar trazarla como una sola curva con salida ciega. El sentido común sugiere que cortes gas, pero hacer un buen tiempo radica en lo rápido que puedas afrontar esta difícil sección y pasa por tomar Eau Rouge a fondo y confiando en la aerodinámica para salir de esta bendita tortura. A partir de aquí, y dependiendo de cómo hayamos afrontado Eau Rouge, nos espera la recta Kemmel, larguísima (330 km/h), donde es vital coger el rebufo si se quiere adelantar.
Desarrollamos nuestra velocidad máxima en Kemmel para, a continuación, abordar
Les Combes (5, 6, 7), triple enlazada en la que hay que frenar hasta tercera cuando veamos el piano izquierdo, buscando el vértice de las curvas, excepto en la tercera, que nos permite meter cuarta debido a que está más estirada que las dos primeras. Salimos por el piano izquierdo, preparados para afrontar la magnífica bajada revirada que se presenta ante nosotros. Curvas de manos de piloto donde un buen balance y aerodinámica es fundamental.
Nos esperan nombres míticos de la F1 como Ribage o Pouhon.
Ribage (8) curva muy redonda que se toma en tercera o segunda y donde la tracción es clave, aceleramos a la salida, cogiendo mucho el piano exterior y preparándonos para el curvón Pouhon (10 y 11). Pisotón al freno, engranamos tercera y la trazamos como una sola. Importante un buen equilibrio y no tener un coche especialmente subvirador. Acto seguido Les Fagnes, enlazada derecha-izquierda en bajada permanente, tercera velocidad y mucho tacto con el acelerador, jugando con las inercias y sin abusar del freno.
Zona de aceleración, sin ser una recta pura, este tramo se hace a fondo. Saint Avelot (15) y Blanchimont (16 y 17) permiten desarrollar una altísima velocidad antes de llegar a la
Bus Stop (18) frenada brutal, donde es fácil irse recto, y traccionar bien la salida de la curva.
Set up de velocidad pura
Buscamos un monoplaza veloz, que desarrolle una buena velocidad punta con la relación de marchas largas y baja carga aerodinámica. Sufriremos el segundo sector, que es más revirado pero es más lo que se gana que lo que se pierde. Debemos subir un poco la altura para evitar tocar con el fondo plano en los múltiples desniveles que hay.
El preferido por pilotos y aficionados
Spa es la catedral sagrada de la F1, ningún circuito gusta más a aficionados y pilotos. Los constantes desniveles, la velocidad pura, el segundo sector revirado, la inestabilidad climatológica y el aroma a competición que desprende la pista belga hacen que sea una fecha ineludible para cualquier aficionado. Spa es la pista mágica que todos quieren imitar.