Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Cultura | Relatos
La vida es así

Amistad sin fronteras (V)

|

A mí me queda la satisfacción de haberle conocido, de tenerlo en mis recuerdos para siempre.

Por mi amigo me quedé llorando mucho tiempo. Un día después de mucho llorar escribí en unas viejas hojas de papel reciclado…

“Los terrestres lloran juntos representando un bonito espectáculo a orillas del río Horientycanjhí.

Colgándonos vamos, voluntariamente, de pedazos de hierro cilíndricos y de color apagado.

En los sueños fugaces ponemos el mal gesto, podría ser, que la ilusión del amanecer, el falso amor que apetecía un poquito tener. Llorar, reclama de los santos “infinita piedad”.

Créeme, no hay una lágrima que llegue a lo más profundo, más larga, más lejana, más extraña e inhumana, más honda y angustiosa, perturbadora y fría que el llanto que dice: Uyuyuuuyyy y ya no soy más veces yo.

Antes de que murieras pasaban los días y yo seguía pensando en tu mejoría, pero sabía que “Doñita Muerte” se presentaría, por la gravedad de tu caso.

Paseabas pensativo y enfermo, cogido a dos bastones medio rotos, no hablabas. Al mejorar algo, regresabas a calmar mi inquietud y por ello te veo un porvenir azullll. Lloraba a todas horas y rezaba en alto, dibujaba y daba limosna para sentirte cerca.

Nos queremos. Te tuve en mi pasado, y te conservo en presente, y te recordaré siempre. Lo que alguna vez vivió en mí, nunca le dejaré morir “forever”. Entraste en mi corazón y no deseo sacarte de ahí, sólo te olvidaré un poco para rehacer mi vidita.

Querido Javier, en mi “adiós” escribí en el viejo diario que guardaba en mi mesita de noche:

…No hay que entender cifras, ni horas ni kilómetros, ni montañas sinuosas sino de hechos, sentimientos fraternales, yo sigo siendo una niñita de cinco años, que muchas veces se obliga a ser una inmadura y alegre mujer.

Pude haber dicho y hecho muchas cosas pero no hubiera servido de nada, ya habías echado a correr muy lejos… antes de que yo llegara a tiempo para decirte “no mueras, haces mucha falta al gato y a mí”. Tus consejos fueron y lo sé bien, para darme tranquilidad en tiempos de crisis y de este modo, hacerme madurar.

Fin

Amistad sin fronteras (V)

La vida es así
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
miércoles, 15 de febrero de 2017, 00:01 h (CET)
A mí me queda la satisfacción de haberle conocido, de tenerlo en mis recuerdos para siempre.

Por mi amigo me quedé llorando mucho tiempo. Un día después de mucho llorar escribí en unas viejas hojas de papel reciclado…

“Los terrestres lloran juntos representando un bonito espectáculo a orillas del río Horientycanjhí.

Colgándonos vamos, voluntariamente, de pedazos de hierro cilíndricos y de color apagado.

En los sueños fugaces ponemos el mal gesto, podría ser, que la ilusión del amanecer, el falso amor que apetecía un poquito tener. Llorar, reclama de los santos “infinita piedad”.

Créeme, no hay una lágrima que llegue a lo más profundo, más larga, más lejana, más extraña e inhumana, más honda y angustiosa, perturbadora y fría que el llanto que dice: Uyuyuuuyyy y ya no soy más veces yo.

Antes de que murieras pasaban los días y yo seguía pensando en tu mejoría, pero sabía que “Doñita Muerte” se presentaría, por la gravedad de tu caso.

Paseabas pensativo y enfermo, cogido a dos bastones medio rotos, no hablabas. Al mejorar algo, regresabas a calmar mi inquietud y por ello te veo un porvenir azullll. Lloraba a todas horas y rezaba en alto, dibujaba y daba limosna para sentirte cerca.

Nos queremos. Te tuve en mi pasado, y te conservo en presente, y te recordaré siempre. Lo que alguna vez vivió en mí, nunca le dejaré morir “forever”. Entraste en mi corazón y no deseo sacarte de ahí, sólo te olvidaré un poco para rehacer mi vidita.

Querido Javier, en mi “adiós” escribí en el viejo diario que guardaba en mi mesita de noche:

…No hay que entender cifras, ni horas ni kilómetros, ni montañas sinuosas sino de hechos, sentimientos fraternales, yo sigo siendo una niñita de cinco años, que muchas veces se obliga a ser una inmadura y alegre mujer.

Pude haber dicho y hecho muchas cosas pero no hubiera servido de nada, ya habías echado a correr muy lejos… antes de que yo llegara a tiempo para decirte “no mueras, haces mucha falta al gato y a mí”. Tus consejos fueron y lo sé bien, para darme tranquilidad en tiempos de crisis y de este modo, hacerme madurar.

Fin

Noticias relacionadas

En el mundo de la Cultura de las Artes así actúan muchos, sin sustento de base. Anochecía cuando llegó el tren, empero, el tren pudo haber llegado mucho antes. La verdad era que se había retrasado horas y aún no se sabía por qué. Era una conversación frívola, con intercambio de chismes sobre amistades del vecindario.

En su nuevo libro, el reputado economista Juan Torres López los analiza como expresiones de una crisis del capitalismo neoliberal que, ante la desorientación y la impotencia de la izquierda contemporánea, choca con la democracia y alimenta el auge de la extrema derecha.

A Mercedes Isabel: A mi edad, me pregunto, sin pretender escribir los versos mas triste esta tarde. Como olvidarte, flor de mi vida. Desventurado sería, no haberte tenido.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto