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Teresa Berengueras

El Rey como un roble, La Reina una trabajadora

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Desde el día en que operaron de un quiste en un pulmón en el Hospital Clinic de Barcelona al Rey Don Juan Carlos la Reina se ha encargado de seguir haciendo de Reina sin rechistar ni un momento. La Reina Sofía incluso fue amable y salió de la habitación donde estaba descansando el Rey para saludar a los periodistas que esperaban noticias en la recepción de la Clínica, posó para los fotógrafos y habló de lo bien que había ido la intervención agradeciendo a todo el mundo las atenciones que recibían.

En la Casa Real todos los miembros de la familia sabían que la intervención del Rey no revestía ningún tipo de gravedad pero que, como toda persona que se opera, necesita un tiempo de recuperación. El Rey salió del Clínic mucho antes de lo que todos suponíamos, había pasado la primera prueba, pero su recuperación exigía unas normas. Antes de regresar a Zarzuela estuvo recuperándose en la Clínica Planas.

Mientras estuvo ingresado en este centro privado no se emitió ningún parte médico, seguramente debido a que los doctores que le atendían no lo consideraron necesario ya que para ellos era un paciente recién operado, con setenta y dos años de edad que debía pasar un tiempo de espera antes de incorporarse de nuevo a sus tareas y los postoperatorios son diferentes según las personas. El Rey regresó a Zarzuela y empezó a despachar sus asuntos como Jefe de Estado lentamente, sin prisas, el Rey se recuperaba a su ritmo vital.

Algunos viajes a los que el Rey tenía previsto asistir pasaron a realizarlos los Príncipes de Asturias, al parecer el Rey comentó: “Ahora les toca a ellos”. La Reina en sus apariciones públicas siempre mostró su enorme sonrisa, su gran delicadeza y su elegancia. La vimos sola en Sudáfrica en el partido de semifinales de “La Roja” donde aplaudió con una seguidora más, iba con la bufanda de “La Roja” y vestía adecuadamente, con los colores de la bandera, en su privilegiado puesto en la tribuna del estadio. Sin más se presentó en los vestuarios y allí se topó con el torso al aire de Carles Puyol como la cosa más natural, se mostraba encantada de la victoria y de que el equipo pasara a la final. La Reina en esta ocasión estuvo sola, cuando escribo sola me refiero que nadie más de la familia real la acompañaban, ni las Infantas, sus hijas, ni los Príncipes de Asturias, el Rey se había quedado en Madrid despachando en Zarzuela mientras continuaba con su recuperación.

En la final del mundial de fútbol Doña Sofía seguía en Sudáfrica como una fiel seguidora más de los colores de “La Roja”, la Reina hacia muy bien su trabajo, en la final le acompañaron Felipe y Letizia, la Reina en su entusiasmo, en su distancia medida, en su saber estar, muy distinta de Letizia que en unas declaraciones por TV dijo una frase de periodista enfervorizada más que de mujer del futuro heredero el trono de España: “Las princesas estamos atacadas”, lo dijo durante la media hora de prórroga que tuvieron que jugar contra Holanda y se refería a ella y a Máxima Zorrequieta, esposa del Príncipe heredero del trono de Holanda, que por supuesto apoyaban a los contrincantes de España.

La Reina cuando “La Roja” ganó saltó y lo celebró, abrazos, con Felipe, con Letizia y con los perdedores, los Príncipes holandeses, luego llegaron las palabras, por televisión la Reina habló una vez más contenta, satisfecha, muy en su sitio, Letizia, como sabe más de esto de los medios la cortó en su intervención, la Reina siguió sonriendo. La Reina Doña Sofía, ante todo, es la elegancia hecha mujer y hace muy bien su trabajo, peculiaridad esta que el Rey ya había destacado hace algún tiempo. Durante estos meses de recuperación del Rey hemos podido constatar la actitud y la forma de manifestarse de La Reina, siempre, desde que la observo como periodista, una gran compañera de Juan Carlos, siempre en su sitio, siempre en el lugar adecuado.

Llegaron las vacaciones y Doña Sofía se instaló en Marivent, residencia real de tantos veranos, llegó la primera, se fue con su hermana a un concierto en La Cartuja, salió de compras por Palma de Mallorca, el Rey iba a ir a Palma pero no iba a tomar parte en la Regata que lleva su nombre, Copa del Rey Audi Mapfre, la caña del Bribón o de cualquier barco de esta categoría exige un esfuerzo físico grande, a una persona de cincuenta años se le hace difícil, la estabilidad en el mar es otro asunto a tener en cuenta, el Rey tiene una gran corpulencia, navegar exige fuerza y equilibrio, me dicen, me aseguran personas solventes que el Rey está como un roble pero es imposible que maneje, estando todavía en plena recuperación, la caña del Bribón y navegue en plenas competiciones de regatas. Esta es la cuestión por la que el Rey llegó a Palma más tarde, tenía que despachar con Zapatero y al no poder navegar acabaría con sus asuntos de despacho para reunirse con la Reina y los Príncipes de Asturias a mediados de semana.

Llegó a Palma con el tiempo suficiente para acudir a la cena de armadores que tiene lugar todos los veranos y que es una cena social y luego estuvo en la entrega de premios de la Copa del Rey, y ayer recibió a Michelle Obama y a su hija Sasha en el transcurso de un almuerzo.

Mientras, antes de que llegara el Rey y de que la Princesa Letizia decidiera salir a pasear con sus hijas, la Reina salió a la mar a ver las regatas con el Somni, primera foto de la temporada en el mar, la Reina, aseguran, salió a animar al Príncipe que regateaba con el velero Cam. Una vez más la Reina, una jabata, cumplía y cumplía, sin amagos, sin tropelías, el Príncipe regateaba serio, como cuando hace años todos los veranos nos cruzábamos con el, con cara de aburrido, daba la impresión de que a él no le agradaba tanto estar en Palma e ir a la mar. Letizia no aparecía, al final lo hizo otro día para ir a recoger al Príncipe con sus hijas, el Príncipe esa tarde sonrió, menos mal. Posaron toda la familia y luego se vio a la Reina y a Letizia con las niñas pasear en calesa. La Reina estaba ahí perennemente, llegó el Rey y con él, a su lado, sin ser la “estrella”, entregaron los trofeos de la regata.

El Príncipe, por compromisos oficiales se había ido a Colombia, el mismo día en que marchó Letizia aparecía en la sala de prensa de las Regatas, allí habló con algunos colegas, eran las 12 horas y a esa hora pocos reporteros están en las salas de prensa, una mayoría están en el mar siguiendo las carreras de los barcos, otros están buscando temas de última hora y se hallan o bien en sus hoteles o bien tomando algo para redondear reportajes, la hora del ángelus era una buena hora para que Letizia no tuviera que estrechar muchas manos y también para que una mayoría de periodistas, navegando en esos momentos, no tuvieran acceso a las cuatro preguntas que contestó.

Cuando es conocido que una imagen vale más que mil palabras al parecer ese día a los fotógrafos los dejaron en la calle sin entrar a la sala de prensa en la que Letizia expresó claramente un queja como publica Carmen Huerto en La Otra Crónica de El Mundo a quien la princesa de Asturias contestó con estas palabras: “Carmen, ¿Tú crees que esto son vacaciones privadas? ¿Tienes tú la solución?” “Pues yo tampoco”. Este comentario tan casual de la Princesa nunca, pero nunca jamás, lo he oído a la Reina. Ni una queja, ni un mal gesto.

¿Por qué Letizia se queja tanto de la prensa, de los fotógrafos? Durante años el Rey y la Reina, el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina han pasado su verano en Palma de Mallorca, les hemos visto crecer, hemos visto sus salidas nocturnas, hemos visto como se lo pasaban bien y también caras de aburrimiento, nunca hubo una queja semejante.

¿Quiere Letizia cambiar la forma de ser de la familia Real española? Es posible, ¿agradarán esas formas a los isleños?, ¿como les va a sentar a los palmesanos que Letizia se queje de tener unas vacaciones poco “privadas”? ¿Ignora la Princesa que muchos españoles, quizá demasiados, hoy en día por la crisis y situaciones complicadas no pueden veranear como lo hace ella al amparo de la Familia Real, y que algunos ni tan sólo tienen 24 horas para salir a dar una vuelta por el pueblo donde viven porque no tienen ni para tomar una cerveza?

Dijeron que la Reina se iba a ocupar de enseñar a Letizia cómo funciona la Casa Real Española, cómo son todos ellos y cómo se manejan, ¿olvidó Letizia el día en el que la Reina Doña Sofía le explicó que sus vacaciones maravillosas discurrían en una isla al lado del Mediterráneo y que el deporte de navegar era el que practicaban todos los Borbones en Palma empezando por el cabeza de familia que es el Rey?

Se ha escrito que los Príncipes de Asturias se van a ir de vacaciones p r i v a d a s a una isla lejana y que intentarán que sea un lugar secreto, lejos de los “terribles y engorrosos periodistas” a mí, como profesional del periodismo, me parece muy mal. Si están ahí que den el callo, el no tener privacidad va incluido en el sueldo, ¿acaso la Reina también se va a ir a un lugar lejano para pasar unos días tranquilos?, lo dudo, esté donde esté mantendrá el tipo, el que la ha llevado a ser tan querida, a ser esa persona imprescindible en la vida del Rey, y a la que admiran esos juancarlistas que sólo son monárquicos porque les gusta el Rey Juan Carlos.

Este año aún no hemos visto en Palma a las Infantas, dicen que es porque se llevan mal con Letizia, aunque luego delante de la fotógrafos sonrían, hemos visto a Cristina en Barcelona en los Europeos de Atletismo y luego haciendo el Camino de Santiago, me han dicho que mientras escribo esta columna, domingo 18 horas, ya han llegado a Palma, así como que también lo ha hecho Elena, las dos Infantas han llegado con sus hijos. La Reina hará otra vez de abuela y a falta de foto oficial, pues parece que toda la familia no coincidirá, la Reina, ya lo verán, saldrá a pasear y a navegar con sus otros nietos, todos ellos guapos, todos ellos deportistas, incluso las dos niñas, Victoria hija de Elena e Irene hija de Cristina. Otra vez la Reina en su puesto, el Rey se dará una vuelta por el mar y algún chapuzón, los Príncipes gozarán de sus “merecidas vacaciones privadas” y el 25 de agosto reaparecerán todos, menos el rey, en Grecia donde el Príncipe Nicolás de Grecia se casa con una niña bien, Tatiana Blatnik, que ni es princesa ni aristócrata, aquí todo cambia el Príncipe de Grecia, sin corona oficial, vive en Londres y no ejerce de Príncipe por lo que sus vacaciones, al contrario que las de su primo Felipe, pueden ser todo, incluso muy privadas.

El Rey como un roble, La Reina una trabajadora

Teresa Berengueras
Teresa Berengueras
lunes, 9 de agosto de 2010, 04:09 h (CET)
Desde el día en que operaron de un quiste en un pulmón en el Hospital Clinic de Barcelona al Rey Don Juan Carlos la Reina se ha encargado de seguir haciendo de Reina sin rechistar ni un momento. La Reina Sofía incluso fue amable y salió de la habitación donde estaba descansando el Rey para saludar a los periodistas que esperaban noticias en la recepción de la Clínica, posó para los fotógrafos y habló de lo bien que había ido la intervención agradeciendo a todo el mundo las atenciones que recibían.

En la Casa Real todos los miembros de la familia sabían que la intervención del Rey no revestía ningún tipo de gravedad pero que, como toda persona que se opera, necesita un tiempo de recuperación. El Rey salió del Clínic mucho antes de lo que todos suponíamos, había pasado la primera prueba, pero su recuperación exigía unas normas. Antes de regresar a Zarzuela estuvo recuperándose en la Clínica Planas.

Mientras estuvo ingresado en este centro privado no se emitió ningún parte médico, seguramente debido a que los doctores que le atendían no lo consideraron necesario ya que para ellos era un paciente recién operado, con setenta y dos años de edad que debía pasar un tiempo de espera antes de incorporarse de nuevo a sus tareas y los postoperatorios son diferentes según las personas. El Rey regresó a Zarzuela y empezó a despachar sus asuntos como Jefe de Estado lentamente, sin prisas, el Rey se recuperaba a su ritmo vital.

Algunos viajes a los que el Rey tenía previsto asistir pasaron a realizarlos los Príncipes de Asturias, al parecer el Rey comentó: “Ahora les toca a ellos”. La Reina en sus apariciones públicas siempre mostró su enorme sonrisa, su gran delicadeza y su elegancia. La vimos sola en Sudáfrica en el partido de semifinales de “La Roja” donde aplaudió con una seguidora más, iba con la bufanda de “La Roja” y vestía adecuadamente, con los colores de la bandera, en su privilegiado puesto en la tribuna del estadio. Sin más se presentó en los vestuarios y allí se topó con el torso al aire de Carles Puyol como la cosa más natural, se mostraba encantada de la victoria y de que el equipo pasara a la final. La Reina en esta ocasión estuvo sola, cuando escribo sola me refiero que nadie más de la familia real la acompañaban, ni las Infantas, sus hijas, ni los Príncipes de Asturias, el Rey se había quedado en Madrid despachando en Zarzuela mientras continuaba con su recuperación.

En la final del mundial de fútbol Doña Sofía seguía en Sudáfrica como una fiel seguidora más de los colores de “La Roja”, la Reina hacia muy bien su trabajo, en la final le acompañaron Felipe y Letizia, la Reina en su entusiasmo, en su distancia medida, en su saber estar, muy distinta de Letizia que en unas declaraciones por TV dijo una frase de periodista enfervorizada más que de mujer del futuro heredero el trono de España: “Las princesas estamos atacadas”, lo dijo durante la media hora de prórroga que tuvieron que jugar contra Holanda y se refería a ella y a Máxima Zorrequieta, esposa del Príncipe heredero del trono de Holanda, que por supuesto apoyaban a los contrincantes de España.

La Reina cuando “La Roja” ganó saltó y lo celebró, abrazos, con Felipe, con Letizia y con los perdedores, los Príncipes holandeses, luego llegaron las palabras, por televisión la Reina habló una vez más contenta, satisfecha, muy en su sitio, Letizia, como sabe más de esto de los medios la cortó en su intervención, la Reina siguió sonriendo. La Reina Doña Sofía, ante todo, es la elegancia hecha mujer y hace muy bien su trabajo, peculiaridad esta que el Rey ya había destacado hace algún tiempo. Durante estos meses de recuperación del Rey hemos podido constatar la actitud y la forma de manifestarse de La Reina, siempre, desde que la observo como periodista, una gran compañera de Juan Carlos, siempre en su sitio, siempre en el lugar adecuado.

Llegaron las vacaciones y Doña Sofía se instaló en Marivent, residencia real de tantos veranos, llegó la primera, se fue con su hermana a un concierto en La Cartuja, salió de compras por Palma de Mallorca, el Rey iba a ir a Palma pero no iba a tomar parte en la Regata que lleva su nombre, Copa del Rey Audi Mapfre, la caña del Bribón o de cualquier barco de esta categoría exige un esfuerzo físico grande, a una persona de cincuenta años se le hace difícil, la estabilidad en el mar es otro asunto a tener en cuenta, el Rey tiene una gran corpulencia, navegar exige fuerza y equilibrio, me dicen, me aseguran personas solventes que el Rey está como un roble pero es imposible que maneje, estando todavía en plena recuperación, la caña del Bribón y navegue en plenas competiciones de regatas. Esta es la cuestión por la que el Rey llegó a Palma más tarde, tenía que despachar con Zapatero y al no poder navegar acabaría con sus asuntos de despacho para reunirse con la Reina y los Príncipes de Asturias a mediados de semana.

Llegó a Palma con el tiempo suficiente para acudir a la cena de armadores que tiene lugar todos los veranos y que es una cena social y luego estuvo en la entrega de premios de la Copa del Rey, y ayer recibió a Michelle Obama y a su hija Sasha en el transcurso de un almuerzo.

Mientras, antes de que llegara el Rey y de que la Princesa Letizia decidiera salir a pasear con sus hijas, la Reina salió a la mar a ver las regatas con el Somni, primera foto de la temporada en el mar, la Reina, aseguran, salió a animar al Príncipe que regateaba con el velero Cam. Una vez más la Reina, una jabata, cumplía y cumplía, sin amagos, sin tropelías, el Príncipe regateaba serio, como cuando hace años todos los veranos nos cruzábamos con el, con cara de aburrido, daba la impresión de que a él no le agradaba tanto estar en Palma e ir a la mar. Letizia no aparecía, al final lo hizo otro día para ir a recoger al Príncipe con sus hijas, el Príncipe esa tarde sonrió, menos mal. Posaron toda la familia y luego se vio a la Reina y a Letizia con las niñas pasear en calesa. La Reina estaba ahí perennemente, llegó el Rey y con él, a su lado, sin ser la “estrella”, entregaron los trofeos de la regata.

El Príncipe, por compromisos oficiales se había ido a Colombia, el mismo día en que marchó Letizia aparecía en la sala de prensa de las Regatas, allí habló con algunos colegas, eran las 12 horas y a esa hora pocos reporteros están en las salas de prensa, una mayoría están en el mar siguiendo las carreras de los barcos, otros están buscando temas de última hora y se hallan o bien en sus hoteles o bien tomando algo para redondear reportajes, la hora del ángelus era una buena hora para que Letizia no tuviera que estrechar muchas manos y también para que una mayoría de periodistas, navegando en esos momentos, no tuvieran acceso a las cuatro preguntas que contestó.

Cuando es conocido que una imagen vale más que mil palabras al parecer ese día a los fotógrafos los dejaron en la calle sin entrar a la sala de prensa en la que Letizia expresó claramente un queja como publica Carmen Huerto en La Otra Crónica de El Mundo a quien la princesa de Asturias contestó con estas palabras: “Carmen, ¿Tú crees que esto son vacaciones privadas? ¿Tienes tú la solución?” “Pues yo tampoco”. Este comentario tan casual de la Princesa nunca, pero nunca jamás, lo he oído a la Reina. Ni una queja, ni un mal gesto.

¿Por qué Letizia se queja tanto de la prensa, de los fotógrafos? Durante años el Rey y la Reina, el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina han pasado su verano en Palma de Mallorca, les hemos visto crecer, hemos visto sus salidas nocturnas, hemos visto como se lo pasaban bien y también caras de aburrimiento, nunca hubo una queja semejante.

¿Quiere Letizia cambiar la forma de ser de la familia Real española? Es posible, ¿agradarán esas formas a los isleños?, ¿como les va a sentar a los palmesanos que Letizia se queje de tener unas vacaciones poco “privadas”? ¿Ignora la Princesa que muchos españoles, quizá demasiados, hoy en día por la crisis y situaciones complicadas no pueden veranear como lo hace ella al amparo de la Familia Real, y que algunos ni tan sólo tienen 24 horas para salir a dar una vuelta por el pueblo donde viven porque no tienen ni para tomar una cerveza?

Dijeron que la Reina se iba a ocupar de enseñar a Letizia cómo funciona la Casa Real Española, cómo son todos ellos y cómo se manejan, ¿olvidó Letizia el día en el que la Reina Doña Sofía le explicó que sus vacaciones maravillosas discurrían en una isla al lado del Mediterráneo y que el deporte de navegar era el que practicaban todos los Borbones en Palma empezando por el cabeza de familia que es el Rey?

Se ha escrito que los Príncipes de Asturias se van a ir de vacaciones p r i v a d a s a una isla lejana y que intentarán que sea un lugar secreto, lejos de los “terribles y engorrosos periodistas” a mí, como profesional del periodismo, me parece muy mal. Si están ahí que den el callo, el no tener privacidad va incluido en el sueldo, ¿acaso la Reina también se va a ir a un lugar lejano para pasar unos días tranquilos?, lo dudo, esté donde esté mantendrá el tipo, el que la ha llevado a ser tan querida, a ser esa persona imprescindible en la vida del Rey, y a la que admiran esos juancarlistas que sólo son monárquicos porque les gusta el Rey Juan Carlos.

Este año aún no hemos visto en Palma a las Infantas, dicen que es porque se llevan mal con Letizia, aunque luego delante de la fotógrafos sonrían, hemos visto a Cristina en Barcelona en los Europeos de Atletismo y luego haciendo el Camino de Santiago, me han dicho que mientras escribo esta columna, domingo 18 horas, ya han llegado a Palma, así como que también lo ha hecho Elena, las dos Infantas han llegado con sus hijos. La Reina hará otra vez de abuela y a falta de foto oficial, pues parece que toda la familia no coincidirá, la Reina, ya lo verán, saldrá a pasear y a navegar con sus otros nietos, todos ellos guapos, todos ellos deportistas, incluso las dos niñas, Victoria hija de Elena e Irene hija de Cristina. Otra vez la Reina en su puesto, el Rey se dará una vuelta por el mar y algún chapuzón, los Príncipes gozarán de sus “merecidas vacaciones privadas” y el 25 de agosto reaparecerán todos, menos el rey, en Grecia donde el Príncipe Nicolás de Grecia se casa con una niña bien, Tatiana Blatnik, que ni es princesa ni aristócrata, aquí todo cambia el Príncipe de Grecia, sin corona oficial, vive en Londres y no ejerce de Príncipe por lo que sus vacaciones, al contrario que las de su primo Felipe, pueden ser todo, incluso muy privadas.

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