Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Etiquetas | El ciclismo desde la cuneta
Álvaro Calleja

Una parejita para la historia

|

Mañana se acaba todo. El Tour de Francia echa el cierre tras tres semanas de emociones, de espectáculo, de polémicas, también de aburrimiento. Y echa el cierre con los dos mejores ciclistas del mundo en el puesto en el que casi todo ser humano les hubiera colocado allá en Rotterdam, donde comenzó todo este “tinglao”. Alberto Contador y Andy Schleck jugarán hoy la última partida. Una sosa y descafeinada en la que el primero tiene en su mano alcanzar el tercer triunfo en tierra gala y el segundo saldrá a mantener el segundo cajón y sin opciones de batir al madrileño.

Alberto y Andy pasarán a la historia de este precioso deporte como la pareja del siglo XXI. Así, por lo menos, se han comportado durante todos estos días. Una relación de amor y odio, con altibajos, con mejores momentos, en los que parecían hermanos, y con peores, en los que parecían eternos rivales.

El peor perjudicado de dicha relación es el luxemburgués, quien cedió a Contador el maillot amarillo en un día en el que a éste no le apetecía seguir compitiendo según las normas de lo que llaman ahora juego limpio, ese que tiene sacado de quicio a Carlos Sastre, ese que yo, como muchos otros, no entiendo. A partir de aquello, los franceses, que no necesitan mucho para situarse en contra de uno que lleve la banderita roja y amarilla en el dorsal, la tomaron con el español a base de pitos cada vez que aparecía su sombra por el podio del Tour.

Pero a Contador no le gusta llevarse mal con nadie, es enemigo del mal rollo aunque le persiga. Por lo que, en pleno Tourmalet, en el escenario ideal para cerrar de forma brillante la carrera con una victoria de etapa en la montaña más mítica de cuantas hay por Los Pirineos, quiso reconciliarse con su amigo Andy y le regaló el triunfo.

Hermanados, bajo un cariñoso abrazo que aleja cualquier duda de enemistad, terminaron la etapa más dura de la ronda gala y cerraron el peor capítulo de su relación. Mañana, en los Campos Elíseos, se fotografiarán juntos, si no sucede nada extraño en la crono de hoy, sobre el podio más famoso del ciclismo en el que será el quinto Tour de Francia consecutivo para nuestro querido país, el de moda en el deporte mundial.

Una parejita para la historia

Álvaro Calleja
Álvaro Calleja
sábado, 24 de julio de 2010, 11:25 h (CET)
Mañana se acaba todo. El Tour de Francia echa el cierre tras tres semanas de emociones, de espectáculo, de polémicas, también de aburrimiento. Y echa el cierre con los dos mejores ciclistas del mundo en el puesto en el que casi todo ser humano les hubiera colocado allá en Rotterdam, donde comenzó todo este “tinglao”. Alberto Contador y Andy Schleck jugarán hoy la última partida. Una sosa y descafeinada en la que el primero tiene en su mano alcanzar el tercer triunfo en tierra gala y el segundo saldrá a mantener el segundo cajón y sin opciones de batir al madrileño.

Alberto y Andy pasarán a la historia de este precioso deporte como la pareja del siglo XXI. Así, por lo menos, se han comportado durante todos estos días. Una relación de amor y odio, con altibajos, con mejores momentos, en los que parecían hermanos, y con peores, en los que parecían eternos rivales.

El peor perjudicado de dicha relación es el luxemburgués, quien cedió a Contador el maillot amarillo en un día en el que a éste no le apetecía seguir compitiendo según las normas de lo que llaman ahora juego limpio, ese que tiene sacado de quicio a Carlos Sastre, ese que yo, como muchos otros, no entiendo. A partir de aquello, los franceses, que no necesitan mucho para situarse en contra de uno que lleve la banderita roja y amarilla en el dorsal, la tomaron con el español a base de pitos cada vez que aparecía su sombra por el podio del Tour.

Pero a Contador no le gusta llevarse mal con nadie, es enemigo del mal rollo aunque le persiga. Por lo que, en pleno Tourmalet, en el escenario ideal para cerrar de forma brillante la carrera con una victoria de etapa en la montaña más mítica de cuantas hay por Los Pirineos, quiso reconciliarse con su amigo Andy y le regaló el triunfo.

Hermanados, bajo un cariñoso abrazo que aleja cualquier duda de enemistad, terminaron la etapa más dura de la ronda gala y cerraron el peor capítulo de su relación. Mañana, en los Campos Elíseos, se fotografiarán juntos, si no sucede nada extraño en la crono de hoy, sobre el podio más famoso del ciclismo en el que será el quinto Tour de Francia consecutivo para nuestro querido país, el de moda en el deporte mundial.

Noticias relacionadas

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto