Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | ACTUALIDAD | Política
En twitter se mencionó mi recurso a la “catéresis”. Me di cuenta de que ésta era mi supervivencia. La actualidad es un escenario desgarrado que nos atrapa. Necesitamos una buena catarsis

Catarsis

|

Son muchas las voces que llevamos años clamando por la búsqueda de antídoto contra el “discurso de poder” y aún no lo hemos logrado. La tragedia griega y el sicoanálisis hicieron sus pinitos, pero, el “discurso del poder los utiliza y nos los sirve:

Donald Trump pone en cuestión los pilares del Estado y amenaza el “orden”.

Mariano Rajoy se arroga el poder de interpretar las decisiones parlamentarias y de usar sus privilegios para colocar a sus amig@s sobre quienes pesan dudas jurídicas, morales y profesionales. Ya solo faltaban los casos como el de Bárbara Rey.

Veamos, escuchemos o leamos la actualidad vemos un mundo que puede estallar en cualquier momento; un sistema y orden que se caen a pedazos. Lo más triste es que el poder, también tiene nuestro ocio y nuestra mente.

Eso es lo que nos dicen que hay y yo digo que no es así; el objetivo de la catarsis es la sanación. Podemos salir del escenario que nos imponen y, de hecho, ciudadan@s, instituciones, académic@s, polític@s, empresari@s, lo están haciendo; en USA y en todas partes.

“El discurso de la arrogancia”: https://www.rebelion.org/hemeroteca/imperio/040120ortiz.htm ha llegado a su fin, cada vez somos más quienes nos lo tomamos como un “espectáculo” y estamos decidid@s a defender con uñas y dientes nuestra exigencia de un Estado de Derecho trasparente y eficiente.

Catarsis

En twitter se mencionó mi recurso a la “catéresis”. Me di cuenta de que ésta era mi supervivencia. La actualidad es un escenario desgarrado que nos atrapa. Necesitamos una buena catarsis
Carlos Ortiz de Zárate
lunes, 6 de febrero de 2017, 01:01 h (CET)
Son muchas las voces que llevamos años clamando por la búsqueda de antídoto contra el “discurso de poder” y aún no lo hemos logrado. La tragedia griega y el sicoanálisis hicieron sus pinitos, pero, el “discurso del poder los utiliza y nos los sirve:

Donald Trump pone en cuestión los pilares del Estado y amenaza el “orden”.

Mariano Rajoy se arroga el poder de interpretar las decisiones parlamentarias y de usar sus privilegios para colocar a sus amig@s sobre quienes pesan dudas jurídicas, morales y profesionales. Ya solo faltaban los casos como el de Bárbara Rey.

Veamos, escuchemos o leamos la actualidad vemos un mundo que puede estallar en cualquier momento; un sistema y orden que se caen a pedazos. Lo más triste es que el poder, también tiene nuestro ocio y nuestra mente.

Eso es lo que nos dicen que hay y yo digo que no es así; el objetivo de la catarsis es la sanación. Podemos salir del escenario que nos imponen y, de hecho, ciudadan@s, instituciones, académic@s, polític@s, empresari@s, lo están haciendo; en USA y en todas partes.

“El discurso de la arrogancia”: https://www.rebelion.org/hemeroteca/imperio/040120ortiz.htm ha llegado a su fin, cada vez somos más quienes nos lo tomamos como un “espectáculo” y estamos decidid@s a defender con uñas y dientes nuestra exigencia de un Estado de Derecho trasparente y eficiente.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto