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Sólo una jugada maestra de Quick Step impedió el triunfo de Rafa Valls
Es un sueño
Redacción |
sábado, 10 de julio de 2010, 15:25
Sylvain Chavanel, del Quick Step, volvió a repetir. Etapa y liderato para él. El francés relevó a Jérôme Pineau en cabeza de carrera y abortó las esperanzas del debutante Rafa Valls, que soñó con su sueño y acabó segundo. Kloden, que llegó a cuatro minutos, queda eliminado.
 (© EP) |
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» Clasificaciones
» Situación de los favoritos
“Ganar sería inexplicable. Es un sueño que está ahí y que voy a intentar conseguirlo”. Son palabras de un alicantino para este medio, para Siglo XXI. Son palabras del dueño del dorsal más alto del Tour de Francia a pocas horas de acudir a la presentación de la ronda gala en Rotterdam. Su primera presentación. Es debutante. Es Rafa Valls, de 23 años, del pueblo que vibró con Vicente Belda, del pueblo que también cuenta con un campeón de Europa de voleibol, José Luis Moltó, del pueblo que vuelve a tener un protagonista en el deporte de los pedales, a un esforzado de la ruta. Cocentaina, así es como se llama el lugar donde nació el chico de Matxin, puede estar orgullosa de su representante en Francia, quien en la estación de Rousses soñó con conseguir su sueño, con lograr una victoria de etapa en la carrera que te lanza al escaparate mundial, que te da a conocer.
Rafa Valls, que ganó en la segunda etapa de su primera competición como profesional, el Tour de San Luis, que llegaba al de Francia de milagro por una maldita caída en Langkawi, de la que se volvió a resentir en Romandía, acarició la victoria, acarició la gloria. Cuando todos dudaban, cuando nadie quería hacer el trabajo a otros, cuando Damiano Cunego miraba, miraba y esperaba, igual que Juanma Gárate, que Thomas Voeckler, que Mathieu Perget, cuando Dani Moreno, brillante desde que saltó del pelotón, generoso en el esfuerzo, reponía energías, salió el que va de dorado, de casco a bicicleta, como si estuviese acostumbrado a lucirse en el Tour de Francia, como si para él fuera normal dejar atrás a corredores importantes, a corredores como Gárate, luego tercero en la etapa, que conquistó hace un año el Mont Ventoux, por ejemplo.
Salió como un rayo. Nadie le respondió, nadie quiso contestar a la llamada del alicantino. Pero éste tenía un problema. Un problema con nombre y apellido, Sylvain Chavanel, el francés que tardó ocho años en ganar una etapa, el francés que venció el día de la protesta de Cancellara, el francés que relevaba a otro francés en la punta de carrera. Jérôme Pineau, de rojo y blanco, líder de la montaña, bravo toda la jornada, fue el sacrificado de la jugada maestra del Quick Step, quienes pretendían hacer posibles las imágenes de Chavanel de amarillo y de Pineau levantando los brazos en Rousses.
Pero no fue posible porque había rivales, porque por atrás asomaba un campeón del Giro, dos paisanos y varios españoles que no se conformaban con el papel de secundarios. Pudieron con Pineau. Con Chavanel, no. Chavanel ya probó, vaya si la probó, la dificultad de ganar una etapa en el Tour, sabe lo complicado que resulta, y no piensa desaprovechar ninguna oportunidad aunque tras él vuele uno de Alicante que soñó, por un momento, con alcanzar su sueño.
| Los mejores españoles en meta | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| TOP 3 | |
| 1. Rafa VallsEspectacular la etapa protagonizada por el corredor del Footon-Servetto. Segundo a 57 segundos. |  |
| 2. Juanma GárateNotable actuación del vasco en la 7ª etapa del Tour de Francia. Acabó tercero, a 1 minuto y 27 segundos de Chavanel. |  |
| 3. Dani MorenoRealizó un tremendo esfuerzo para contactar con el grupo de Cunego y Chavanel y fue el más trabajador de todos. Terminó sexto. |  |
Es un sueño | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| Sólo una jugada maestra de Quick Step impedió el triunfo de Rafa Valls | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Sylvain Chavanel, del Quick Step, volvió a repetir. Etapa y liderato para él. El francés relevó a Jérôme Pineau en cabeza de carrera y abortó las esperanzas del debutante Rafa Valls, que soñó con su sueño y acabó segundo. Kloden, que llegó a cuatro minutos, queda eliminado.
» Clasificaciones » Situación de los favoritos “Ganar sería inexplicable. Es un sueño que está ahí y que voy a intentar conseguirlo”. Son palabras de un alicantino para este medio, para Siglo XXI. Son palabras del dueño del dorsal más alto del Tour de Francia a pocas horas de acudir a la presentación de la ronda gala en Rotterdam. Su primera presentación. Es debutante. Es Rafa Valls, de 23 años, del pueblo que vibró con Vicente Belda, del pueblo que también cuenta con un campeón de Europa de voleibol, José Luis Moltó, del pueblo que vuelve a tener un protagonista en el deporte de los pedales, a un esforzado de la ruta. Cocentaina, así es como se llama el lugar donde nació el chico de Matxin, puede estar orgullosa de su representante en Francia, quien en la estación de Rousses soñó con conseguir su sueño, con lograr una victoria de etapa en la carrera que te lanza al escaparate mundial, que te da a conocer. Rafa Valls, que ganó en la segunda etapa de su primera competición como profesional, el Tour de San Luis, que llegaba al de Francia de milagro por una maldita caída en Langkawi, de la que se volvió a resentir en Romandía, acarició la victoria, acarició la gloria. Cuando todos dudaban, cuando nadie quería hacer el trabajo a otros, cuando Damiano Cunego miraba, miraba y esperaba, igual que Juanma Gárate, que Thomas Voeckler, que Mathieu Perget, cuando Dani Moreno, brillante desde que saltó del pelotón, generoso en el esfuerzo, reponía energías, salió el que va de dorado, de casco a bicicleta, como si estuviese acostumbrado a lucirse en el Tour de Francia, como si para él fuera normal dejar atrás a corredores importantes, a corredores como Gárate, luego tercero en la etapa, que conquistó hace un año el Mont Ventoux, por ejemplo. Salió como un rayo. Nadie le respondió, nadie quiso contestar a la llamada del alicantino. Pero éste tenía un problema. Un problema con nombre y apellido, Sylvain Chavanel, el francés que tardó ocho años en ganar una etapa, el francés que venció el día de la protesta de Cancellara, el francés que relevaba a otro francés en la punta de carrera. Jérôme Pineau, de rojo y blanco, líder de la montaña, bravo toda la jornada, fue el sacrificado de la jugada maestra del Quick Step, quienes pretendían hacer posibles las imágenes de Chavanel de amarillo y de Pineau levantando los brazos en Rousses. Pero no fue posible porque había rivales, porque por atrás asomaba un campeón del Giro, dos paisanos y varios españoles que no se conformaban con el papel de secundarios. Pudieron con Pineau. Con Chavanel, no. Chavanel ya probó, vaya si la probó, la dificultad de ganar una etapa en el Tour, sabe lo complicado que resulta, y no piensa desaprovechar ninguna oportunidad aunque tras él vuele uno de Alicante que soñó, por un momento, con alcanzar su sueño.
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