Ilusión, esa es la palabra que podría definir el estado anímico de millones de españoles que tienen con su Selección de fútbol. Y es que el combinado nacional vive probablemente su mejor época de toda su historia, tras lograr la pasada Eurocopa y por estar a un paso de conseguir el mejor registro en un Mundial. Por tanto, ganar a Paraguay y clasificarnos para semifinales significaría otro hito para el fútbol de nuestro país.

Los motivos de este sentimiento de esperanza generalizada que comparte una nación entera vienen justificados por razones de peso, como son el gran juego que desplega la selección española y porque al fin, los resultados vienen acordes a ese extraordinario juego. Pero probablemente, la causa más importante reside en el plano psicológico de los jugadores y de los aficionados a ‘la Roja’, que han dejado de lado el victimismo imperante desde años inmemorables por una confianza en el potencial que atesoran y en un carácter competitivo y ganador.

Pasar a semifinales de un campeonato de Europa, además eliminando a Italia en la tanda de penaltis, tuvo un efecto mental inmediato. Y es que pasar los nefastos cuartos de final dejando en el camino a un clásico como eran los italianos, provocó que esa tremenda losa se derribara. El fútbol, por fin, era justo y el fútbol rácano y poco vistoso de Italia no triunfaba para la suerte de los aficionados a este deporte. Ganar la Eurocopa por segunda vez en la historia de nuestro país, y esta vez en color, desataba una euforia contenida por millones de españoles que ansiaban celebrar un título de la Selección.

Ante Paraguay se puede derrumbar otra gran losa, los cuartos de final en un Mundial, una gesta aún por lograr, pero con esta España, cualquier registro puede ser superado. Dos derrotas ante Suiza y Estados Unidos son los únicos peros en una trayectoria impecable desde hace tres años. Un estilo de juego envidiable por otros combinados, acompañado de unos resultados demoledores, y con todo un país apoyando a la Selección, son unas credenciales a tener en cuenta por cualquier rival. Antes, España siempre partía como una aspirante a las diferentes competiciones, pero sabiendo que a la hora de la verdad, caería tarde o temprano. Ahora, España es una de las grandes favoritas para conquistar cualquier trofeo internacional, pero sin decirlo con la boca pequeña.

¡Cómo no nos vamos a contagiar de esta euforia colectiva cuando la Selección vence jugando a las mil maravillas! Es verdad que ha costado demostrar el verdadero juego que es capaz de desarrollar los pupilos de Del Bosque, pero la confianza es la mejor arma de este equipo. Sin lugar a dudas, la mejor generación de futbolistas españoles tiene por delante otro reto, ganar un Mundial. Lo de Suiza fue un traspié que incluso le ha podido venir bien a España para reencontrase con su excelso estilo de juego. Dicen que soñar es gratis, pero es más fácil si tienes un combinado nacional como ‘la Roja’. Si no, prueben a ver los balcones y las ventanas de cualquier ciudad o pueblo de nuestro país…