Inglaterra y Argelia se repartieron los puntos en un encuentro sin historia. Las ocasiones brillaron por su ausencia, con un combinado inglés decepcionante. Argelia gustó por momentos, pero la falta de calidad en los últimos metros mermó a los norteafricanos. La última jornada será clave para decidir el pase a los octavos de final

FICHA TÉCNICA 0- Inglaterra: James (2); Johnson (1), Carragher (1), Terry (1), Ashley Cole (1); Lampard (1), Barry (1), Gerrard (1); Lennon (1), Rooney (0), Heskey (1). 0- Argelia: Mbolhi (2); Kadir (), Bougherra (3), Yahia (1), Halliche (3), Belhadj (2); Matmour (2), Yebda (1), Lacen (2), Ziani (2); Boudebouz (1). Cambios : En Inglaterra Wright-Phillips (3) por Lennon (min.62), Defoe (2) por Heskey (min.73), Crouch (-) por Barry (min.83). En Argelia Abdoun (1) por Boudebouz (min.73), Guedioura (-) por Ziani (min.80), Mesbah (-) por Yebda (min.88) Goles: 0-0 Árbitro: Ravshan Irmatov (Uzbekistán) (2). En el combinado inglés mostró tarjeta amarilla a Carragher (57'). Mientras que en Argelia amonestó a Lacen (84'). Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo C del Mundial 2010. 64.100 espectadores en el estadio Green Point, de Ciudad del Cabo. Terreno de juego en buenas condiciones. DATOS DESTACABLES Lo mejor: Grupo igualado Con Eslovenia como líder con cuatro puntos, le siguen Inglaterra y Estados Unidos con dos. El farolillo rojo lo ocupa Argelia, que aún tiene opciones. La última jornada dictará sentencia. Lo peor: Poco fútbol Una vez más, y ya van muchas, el Mundial nos brindó un partido descafeinado. El dato: Suma y sigue, Rooney El delantero Wayne Rooney lleva sin mojar con la selección inglesa desde el pasado 9 de septiembre de 2009. Frente a Argelia, tampoco dispuso de ningún disparo para acabar con su sequía goleadora.

Sergio Garcia / Siglo XXI

Partido insulso entre Argelia e Inglaterra que finalizó en tablas. Ningún conjunto hizo méritos para llevarse la victoria y tanto ingleses como 'Zorros del Desierto' deberán jugarse su clasificación a octavos en la última jornada de grupos. Decepcionante la Inglaterra de Fabio Capello.

Se preveía que ambos seleccionadores dieran una segunda oportunidad a sus guardametas, pero sorprendentemente ni Green ni Chaouchi saltaron de inicio al terrero de juego. Mbolhi sustituía al desafortunado Chaouchi, mientras que 'Calamity' James se ocuparía de defender la portería inglesa.

El técnico de Argelia, Rabah Saadane, plantó sobre el césped de Ciudad del Cabo una línea defensiva de cinco hombes, secundado por cuatro centrocampistas. Arriba, Matmour debía batallar frente a la zaga británica, aunque contaba con la colaboración de Ziani por la línea de cal.

Por su parte, Capello confió en la continuidad del trabajador Heskey en ataque, en compañía de Rooney. En el centro del campo, la novedad fue el cambio de Milner por el recuperado Barry, que debía dar mayor soltura a Gerrard y Lampard. Por lo que concierne a la defensa, el míster italiano optó por los mismos hombres que jugaron frente a Estados Unidos.

El partido empezó con el guión previsto. Gerrard y Lampard se movían con mayor libertad gracias a la incorporación del futbolista del City en el mediocentro, pero la seriedad y rigidez táctica de los norteafricanos noqueó las ideas de los ingleses. Con el paso de los minutos, los argelinos cogieron confianza sobre el terreno de juego y buscaron tímidamente el arco rival. Los 'pross' quedaron sorprendidos con la iniciativa argelina y fueron incapaces de reaccionar.

Entretanto, James se encargó de poner el susto en el cuerpo tras titubear al despejar un centro. Probar a 'Calamity' desde media distancia podría haber sido una buena solución, pero los árabes, pese a mandar en el juego, no llegaban a materializar sus acciones.

La primera aparición en ataque de Inglaterra surgió de las botas de Gerrard con un disparo desde la frontal. A los treinta minutos de juego, los futbolistas de Capello parecían calentar motores. La siguiente ocasión, la más clara del primer tiempo, fue obra de Lampard desde el punto de penalti, pero inexplicablemente el chut del mediocentro fue defectuoso. Bien Mbolhi blocando el esférico.

Respondió Ziani al contragolpe con un fuerte disparo, pero su balón se perdió por el lateral de la portería. Ambos conjuntos buscaron con más insistencia el premio del gol, aunque en los últimos instantes parecieron relajarse. Así pues, los deberes quedaban pendientes para el segundo tiempo. Inglaterra defraudaba y Argelia se mostraba cómoda sobre el tendido. La segunda mitad, previsiblemente, sería distinta.

Más de lo mismo
Pero no lo fue. Inglaterra seguía adormecida en el rectángulo de juego y Argelia, de tener más calidad en los últimos metros, podría haber mandado a casa a los 'pross'. Sin embargo, las ocasiones brillaron por su ausencia y ningún conjunto aportaba un plus para llevarse el partido.

A los diez minutos de la reanudación, Gerrard cometió un error garrafal al no leer el desmarque de sus arietes. Inglaterra no estaba para desaprovechar jugadas tan claras. Acto seguido, fue Lennon el que puso un centro medido, y cuando Rooney se relamía en boca de gol llegó un zaguero para rozar el cuero y evitar el tanto británico.

Fue entonces cuando entraron Wright-Phillips y Defoe para cambiar la imagen lamentable de Inglaterra. Ambos futbolistas aportaron chispa en ataque, pero fue puro espejismo. Rooney, que debía tirar del carro, se desesperaba y cometía errores de cadete. Horrible el jugador del Manchester.

Mientras tanto, tampoco aparecía la seguridad defensiva que caracteriza a los equipos de Capello y a punto estuvo Matmour de aprovechar una mala cesión de Terry. James estuvo providencial al adelantarse al punta argelino. Llegaban los últimos minutos y el juego no daba síntomas de mejora.

Los ingleses parecían apretar el acelerador y Argelia perdía fuelle. El míster italiano dio entrada al espigado Crouch para cazar balones en el área. Los 'pross' quemaban su último cartucho en busca de un gol que, a la postre, no llegaría. Al final, empate justo y reparto de puntos. 'Pross' y 'fennecs' se jugarán la clasificación en la última y decisiva jornada de la fase de grupos.