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Los "yankis" remontaron un 2-0 adverso y al final les anularon un gol legal

Estados Unidos y Eslovenia se reparten los puntos (2-2)

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El Grupo C más abierto imposible a la espera de Inglaterra. La igualdad entre eslovenos y americanos hubiera quedado rota si no fuera por el silbato de colegiado malí. Los europeos regalaron el partido a los americanos teniendo el marcado a su favor

FICHA TÉCNICA
2- Eslovenia: S. Handanovic (1); Brecko (2), Suler (1), Cesar (1), Jokic (1); Radosavljevic (1), Koren (1); Kirm (1), Birsa (2), Ljubijankic (2) y Novakovic (1).
2- Estados Unidos: Howard (1), Bocanegra (1), Onyewu (1), Demerit (1), Cherundolo (1), Torres (1), Bradley (2), Dempsey (1), Donovan (2), Findley (1) y J. Altidore (2).
Cambios : Cambios en Eslovenia, Peknik (1) por Ljubijankic (min.73) y Dedic (0) por Birsa (min.86); y en Estados Unidos, doble cambio, Edu (2) y Felihaber (1) por Torres y Findley (45’), y Gómez (0) por Onyewu (min.79).
Goles: 1-0 Birsa, min. 12, 2-0 Ljubijankic, min. 42, 2-1 Donovan, min. 48 y 2-2 Bradley, min.82.
Árbitro: Koman Coulibaly (Mali) (0). En los eslovenos mostró la amarilla a Cesar (34’), Suler (68’) y Jokic (75’). Mientras que en los americanos, amarilla a Findley (39’) y Kirm (72’).
Incidencias: Partido correspondiente a la fase clasificatoria del Grupo C. Muchos asientos vacíos en Ellis Park Stadium (Johannesburgo).

DATOS DESTACABLES
Lo mejor: Recuperación USA
Pudo alzarse con la victoria, remontado dos tantos en contra.
Lo peor: La aparición de Koman
Incomprensiblemente, el árbitro anulando un gol legal a Estados Unidos.
El dato: El hijo del míster
Bradley, hijo de Bob Bradley, daba el gol del empate frente a Eslovenia.
Jordi García / SIGLO XXI

Aún no se habían asentado los dos equipos en el tapiz de Ellis Park Stadium ni se habían tanteado el tiempo suficiente; cuando Birsa probaba suerte y al guardameta estadounidense, a pase de Koren, con un disparo por toda la escuadra. Ninguno había mostrado sus cartas y como quien no quiere la cosa, Eslovenia se adelantaba en el marcador.

Abierto el cerrojo de la clasificación a octavos, Estados Unidos seguía su curso parsimonioso sin tomar riesgos e iniciativas en el encuentro. Los eslovenos dificultaban la salida del balón en la defensa norteamericana, presionando justo en la divisoria. El equipo de Eslovenia aguantaba en su parcela, cediendo el control del esférico al adversario, que pulgada a pulgada iban tomándole el tacto del jubalani. Como si fuera fútbol americano, más cercano a la Premiere, en tres compases llegaban las ocasiones de Dempsey, Findley y Donovan; pero sin hacer touchdown a Handanovic y recibiendo el segundo tanto en una contra rapidísima Ljubijankic.

Volvía a reanudarse el partido como si el colegiado no hubiera pitado el final de la primera parte. Los hombres de Bradley cumplían las órdenes, pase en profundidad, fallo de Jokic que se tira al suelo antes de tiempo, Donovan le gana la espalda, marca cómodamente con el portero pinchado en el poste y ofreciéndole el palo largo.

El gol había pillado a los europeos destemplados; sin embargo, reteniendo las embestidas, consiguieron sobreponerse y recuperar el dibujo táctico, evitando el mayor número posible de fallos atrás. Entre ceja y ceja, esperando el momento perfecto para salir a la contra y pillar desprevenido a Howard.

Bradley
El partido se había roto. Iban de una puerta a otra. Robando y quitando, cortando el peligro, velozmente y tirando a la basura el orden táctico.
En este descontrol absoluto, donde los jugadores de azul llevaban el peso del partido, un balón a la olla, la retrasa Altidore para que Bradley machaque el balón al fondo de la red en una salida a destiempo del meta esloveno.

Edu y Koman
Cualquiera de los dos podría ganar, porque la preparación física norteamericana se imponía frente a la moral europea que caía con el empate.
Edu había entrado por José Torres, colocado al lado de Bradley en la medular, se contagiaría por el espíritu y la heroicidad, que en una falta remataba y ponía por delante a su equipo.

Entonces tuvo que aparecer Koman Coulibaly para señalar fuera de juego o falta en ataque, ya que anulaba el gol del jugador

Estados Unidos y Eslovenia se reparten los puntos (2-2)

Los "yankis" remontaron un 2-0 adverso y al final les anularon un gol legal
Redacción
viernes, 18 de junio de 2010, 17:10 h (CET)
El Grupo C más abierto imposible a la espera de Inglaterra. La igualdad entre eslovenos y americanos hubiera quedado rota si no fuera por el silbato de colegiado malí. Los europeos regalaron el partido a los americanos teniendo el marcado a su favor

FICHA TÉCNICA
2- Eslovenia: S. Handanovic (1); Brecko (2), Suler (1), Cesar (1), Jokic (1); Radosavljevic (1), Koren (1); Kirm (1), Birsa (2), Ljubijankic (2) y Novakovic (1).
2- Estados Unidos: Howard (1), Bocanegra (1), Onyewu (1), Demerit (1), Cherundolo (1), Torres (1), Bradley (2), Dempsey (1), Donovan (2), Findley (1) y J. Altidore (2).
Cambios : Cambios en Eslovenia, Peknik (1) por Ljubijankic (min.73) y Dedic (0) por Birsa (min.86); y en Estados Unidos, doble cambio, Edu (2) y Felihaber (1) por Torres y Findley (45’), y Gómez (0) por Onyewu (min.79).
Goles: 1-0 Birsa, min. 12, 2-0 Ljubijankic, min. 42, 2-1 Donovan, min. 48 y 2-2 Bradley, min.82.
Árbitro: Koman Coulibaly (Mali) (0). En los eslovenos mostró la amarilla a Cesar (34’), Suler (68’) y Jokic (75’). Mientras que en los americanos, amarilla a Findley (39’) y Kirm (72’).
Incidencias: Partido correspondiente a la fase clasificatoria del Grupo C. Muchos asientos vacíos en Ellis Park Stadium (Johannesburgo).

DATOS DESTACABLES
Lo mejor: Recuperación USA
Pudo alzarse con la victoria, remontado dos tantos en contra.
Lo peor: La aparición de Koman
Incomprensiblemente, el árbitro anulando un gol legal a Estados Unidos.
El dato: El hijo del míster
Bradley, hijo de Bob Bradley, daba el gol del empate frente a Eslovenia.
Jordi García / SIGLO XXI

Aún no se habían asentado los dos equipos en el tapiz de Ellis Park Stadium ni se habían tanteado el tiempo suficiente; cuando Birsa probaba suerte y al guardameta estadounidense, a pase de Koren, con un disparo por toda la escuadra. Ninguno había mostrado sus cartas y como quien no quiere la cosa, Eslovenia se adelantaba en el marcador.

Abierto el cerrojo de la clasificación a octavos, Estados Unidos seguía su curso parsimonioso sin tomar riesgos e iniciativas en el encuentro. Los eslovenos dificultaban la salida del balón en la defensa norteamericana, presionando justo en la divisoria. El equipo de Eslovenia aguantaba en su parcela, cediendo el control del esférico al adversario, que pulgada a pulgada iban tomándole el tacto del jubalani. Como si fuera fútbol americano, más cercano a la Premiere, en tres compases llegaban las ocasiones de Dempsey, Findley y Donovan; pero sin hacer touchdown a Handanovic y recibiendo el segundo tanto en una contra rapidísima Ljubijankic.

Volvía a reanudarse el partido como si el colegiado no hubiera pitado el final de la primera parte. Los hombres de Bradley cumplían las órdenes, pase en profundidad, fallo de Jokic que se tira al suelo antes de tiempo, Donovan le gana la espalda, marca cómodamente con el portero pinchado en el poste y ofreciéndole el palo largo.

El gol había pillado a los europeos destemplados; sin embargo, reteniendo las embestidas, consiguieron sobreponerse y recuperar el dibujo táctico, evitando el mayor número posible de fallos atrás. Entre ceja y ceja, esperando el momento perfecto para salir a la contra y pillar desprevenido a Howard.

Bradley
El partido se había roto. Iban de una puerta a otra. Robando y quitando, cortando el peligro, velozmente y tirando a la basura el orden táctico.
En este descontrol absoluto, donde los jugadores de azul llevaban el peso del partido, un balón a la olla, la retrasa Altidore para que Bradley machaque el balón al fondo de la red en una salida a destiempo del meta esloveno.

Edu y Koman
Cualquiera de los dos podría ganar, porque la preparación física norteamericana se imponía frente a la moral europea que caía con el empate.
Edu había entrado por José Torres, colocado al lado de Bradley en la medular, se contagiaría por el espíritu y la heroicidad, que en una falta remataba y ponía por delante a su equipo.

Entonces tuvo que aparecer Koman Coulibaly para señalar fuera de juego o falta en ataque, ya que anulaba el gol del jugador

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