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Edward Schumacher-Matos

La quimera de una frontera corroída por la delincuencia

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BOSTON -- The Associated Press informaba la pasada semana que la frontera mexicano-estadounidense es una de las partes más seguras de América y que los agentes de la Patrulla de Fronteras corren menos peligro que el agente de policía de una ciudad media.

Son datos crudos sacados de estadísticas oficiales. Pero confrontada con las pruebas, esto es lo que decía la portavoz del Gobernador Republicano de Texas Rick Perry: "Respondemos a las amenazas según el riesgo, no la incidencia".

¿Eh? En otras palabras, los datos no cuentan a la hora de elaborar la legislación en Texas. Sólo las evaluaciones especulativas y los temores.

Pero quizá Perry nos esté haciendo un favor al explicar cómo es que tantos líderes políticos y tertulianos nuestros justifican una escalada constante de declaraciones falsas o engañosas que han inducido a los estadounidenses a sentirse menos seguros y bajo asedio por parte de la delincuencia inmigrante.

Este es el Senador Republicano de Carolina del Sur Jim DeMint: "Tenemos una situación de emergencia nacional en nuestra frontera sur y tenemos que actuar inmediatamente".

El Representante Republicano de Texas Lamar Smith decía que los municipios estadounidenses se están convirtiendo en el "salvaje oeste" y que "se está desarrollando una batalla en la frontera, y hay ciudadanos estadounidenses atrapados en el tiroteo".

Los Senadores Republicanos de Arizona John McCain y Jon Kyl remitían al Presidente Obama un escrito diciendo que la violencia fronteriza "ha escalado hasta un punto en que muchos habitantes de Arizona no se sienten seguros dentro de sus propios hogares ni de sus propias propiedades".

"La violencia está, como ya sabe, aumentando", decía el Senador Republicano de Alabama Jeff Sessions, "y constituye una seria amenaza para los habitantes de Arizona y de otros lugares a lo largo de nuestra frontera sur que respetan la ley".

En las primarias de Massachusetts a California, candidatos Republicanos y Demócratas encabezaron mensajes de "invasiones" a través de la frontera y delincuencia inmigrante.

Estas evaluaciones se están utilizando para oponerse a cualquier tipo de reforma integral de la inmigración y exigir en su lugar que se envíen a la frontera más efectivos de la Guardia Nacional. El temor es tal que los estadounidenses, según las encuestas, son partidarios de la nueva ley dura de Arizona que somete a los hispanos y a otros estadounidenses que se parezcan de alguna forma a extranjeros a tener que demostrar a la policía local que tienen derecho a estar aquí.

Los líderes de la izquierda no son de ninguna ayuda. Dado que muchos no han visto una legislación de implantación de las leyes de inmigración que sea realmente de su agrado, también niegan que el actual mecanismo esté funcionando. Ambas partes, junto a los medios de referencia, repiten la letanía de "nuestras fronteras porosas", incluso si esa acusación se vierte con años de retraso.

Hay realmente violencia fronteriza -- pero no se da en el lado de México. Con la excepción de los secuestros entre miembros de las mafias acaecidos en Fénix, la delincuencia violenta en nuestros condados fronterizos y estados de la frontera lleva descendiendo de forma constante desde la década de los 90 y se sitúa entre las más bajas del país, según el FBI. En el año 2009, Fénix, El Paso, Austin y San Diego estaban entre las ciudades más seguras con más de 100.000 habitantes.

Mientras tanto, las cifras de inmigrantes sin papeles que atraviesan la frontera de forma ilegal se sitúan en su nivel más bajo desde 1970. Diversos estudios demuestran que aquellos que ya están en el país cometen actos de delincuencia violenta con frecuencias muy inferiores a las de la ciudadanía estadounidense.

Pocos de nuestros líderes políticos electos, en su mayoría Republicanos pero también algunos Demócratas, transmiten esa perspectiva. No puedo decir si es por desinformación o por manipulación.

Pero puedo decir que muchos de los poderosos locutores conservadores de la radio y presentadores de televisión elevan la irresponsabilidad a otras cotas. Este es, por ejemplo, Michael Savage en directo: "Tenemos que sacar a nuestras tropas de Irak y desplegarlas por las calles de América para protegernos del azote de los inmigrantes ilegales que campan a sus anchas por América, matando a nuestros agentes de policía por deporte, violando, asesinando como una plaga de langostas por América mientras los cerebros de la izquierda nos dicen que vienen aquí a trabajar".

Pero como dice el portavoz de Aduanas y Fronteras Lloyd Easterling, "La frontera es ahora más segura que nunca".

AP citaba un estudio del Departamento de Seguridad Nacional que demuestra que el 3% de los agentes de Fronteras fueron atacados el año pasado, en su mayor parte por lanzadores de piedras. Aunque las piedras pueden ser peligrosas, esto contrasta con el 11% de agentes de policía y representantes del sheriff en el país atacados durante el mismo periodo, normalmente con armas blancas o armas de fuego.

Se puede hacer más, pero las drogas y los inmigrantes son cuestiones independientes que exigen soluciones independientes. Ninguna de las dos exige el pánico.

La quimera de una frontera corroída por la delincuencia

Edward Schumacher-Matos
Edward Schumacher-Matos
martes, 15 de junio de 2010, 01:36 h (CET)
BOSTON -- The Associated Press informaba la pasada semana que la frontera mexicano-estadounidense es una de las partes más seguras de América y que los agentes de la Patrulla de Fronteras corren menos peligro que el agente de policía de una ciudad media.

Son datos crudos sacados de estadísticas oficiales. Pero confrontada con las pruebas, esto es lo que decía la portavoz del Gobernador Republicano de Texas Rick Perry: "Respondemos a las amenazas según el riesgo, no la incidencia".

¿Eh? En otras palabras, los datos no cuentan a la hora de elaborar la legislación en Texas. Sólo las evaluaciones especulativas y los temores.

Pero quizá Perry nos esté haciendo un favor al explicar cómo es que tantos líderes políticos y tertulianos nuestros justifican una escalada constante de declaraciones falsas o engañosas que han inducido a los estadounidenses a sentirse menos seguros y bajo asedio por parte de la delincuencia inmigrante.

Este es el Senador Republicano de Carolina del Sur Jim DeMint: "Tenemos una situación de emergencia nacional en nuestra frontera sur y tenemos que actuar inmediatamente".

El Representante Republicano de Texas Lamar Smith decía que los municipios estadounidenses se están convirtiendo en el "salvaje oeste" y que "se está desarrollando una batalla en la frontera, y hay ciudadanos estadounidenses atrapados en el tiroteo".

Los Senadores Republicanos de Arizona John McCain y Jon Kyl remitían al Presidente Obama un escrito diciendo que la violencia fronteriza "ha escalado hasta un punto en que muchos habitantes de Arizona no se sienten seguros dentro de sus propios hogares ni de sus propias propiedades".

"La violencia está, como ya sabe, aumentando", decía el Senador Republicano de Alabama Jeff Sessions, "y constituye una seria amenaza para los habitantes de Arizona y de otros lugares a lo largo de nuestra frontera sur que respetan la ley".

En las primarias de Massachusetts a California, candidatos Republicanos y Demócratas encabezaron mensajes de "invasiones" a través de la frontera y delincuencia inmigrante.

Estas evaluaciones se están utilizando para oponerse a cualquier tipo de reforma integral de la inmigración y exigir en su lugar que se envíen a la frontera más efectivos de la Guardia Nacional. El temor es tal que los estadounidenses, según las encuestas, son partidarios de la nueva ley dura de Arizona que somete a los hispanos y a otros estadounidenses que se parezcan de alguna forma a extranjeros a tener que demostrar a la policía local que tienen derecho a estar aquí.

Los líderes de la izquierda no son de ninguna ayuda. Dado que muchos no han visto una legislación de implantación de las leyes de inmigración que sea realmente de su agrado, también niegan que el actual mecanismo esté funcionando. Ambas partes, junto a los medios de referencia, repiten la letanía de "nuestras fronteras porosas", incluso si esa acusación se vierte con años de retraso.

Hay realmente violencia fronteriza -- pero no se da en el lado de México. Con la excepción de los secuestros entre miembros de las mafias acaecidos en Fénix, la delincuencia violenta en nuestros condados fronterizos y estados de la frontera lleva descendiendo de forma constante desde la década de los 90 y se sitúa entre las más bajas del país, según el FBI. En el año 2009, Fénix, El Paso, Austin y San Diego estaban entre las ciudades más seguras con más de 100.000 habitantes.

Mientras tanto, las cifras de inmigrantes sin papeles que atraviesan la frontera de forma ilegal se sitúan en su nivel más bajo desde 1970. Diversos estudios demuestran que aquellos que ya están en el país cometen actos de delincuencia violenta con frecuencias muy inferiores a las de la ciudadanía estadounidense.

Pocos de nuestros líderes políticos electos, en su mayoría Republicanos pero también algunos Demócratas, transmiten esa perspectiva. No puedo decir si es por desinformación o por manipulación.

Pero puedo decir que muchos de los poderosos locutores conservadores de la radio y presentadores de televisión elevan la irresponsabilidad a otras cotas. Este es, por ejemplo, Michael Savage en directo: "Tenemos que sacar a nuestras tropas de Irak y desplegarlas por las calles de América para protegernos del azote de los inmigrantes ilegales que campan a sus anchas por América, matando a nuestros agentes de policía por deporte, violando, asesinando como una plaga de langostas por América mientras los cerebros de la izquierda nos dicen que vienen aquí a trabajar".

Pero como dice el portavoz de Aduanas y Fronteras Lloyd Easterling, "La frontera es ahora más segura que nunca".

AP citaba un estudio del Departamento de Seguridad Nacional que demuestra que el 3% de los agentes de Fronteras fueron atacados el año pasado, en su mayor parte por lanzadores de piedras. Aunque las piedras pueden ser peligrosas, esto contrasta con el 11% de agentes de policía y representantes del sheriff en el país atacados durante el mismo periodo, normalmente con armas blancas o armas de fuego.

Se puede hacer más, pero las drogas y los inmigrantes son cuestiones independientes que exigen soluciones independientes. Ninguna de las dos exige el pánico.

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Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.

Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

 
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