Cuando se produjo el sorteo de la fase de grupos todas las miradas apuntaron al G, más conocido como el de la muerte. No es de extrañar que se le llame así pues el potencial de Brasil y Portugal, unido al hambre de gloria de Costa de Marfil es un cocktail explosivo que traerá consigo una dura batalla por la supervivencia. Desafortunada ha sido Corea del Norte por caer encuadrada aquí, pues enfrente de tales rivales su presencia se estipula meramente testimonial. Además, el primer puesto trae consigo un premio bastante apetecible que es el enfrentarse, presumiblemente, a Chile o Suiza en los octavos, por lo que las tortas para conseguirlo no van a ser pocas

Manuel Monfort / SIGLO XXI

Críticas y pocas fisuras
Es la más laureada, la que siempre presume de interpretar el papel de favorita, la que cuenta con un equipazo que cualquiera querría tener, sin embargo, la “torcida” no está ilusionada con su “seleçao”. La culpa de que esto sea así es debido, sobre todo, a que el juego defensivo que propone Dunga no enamora. Sin embargo, al seleccionador, se le puede discutir pero no toser. No en vano, son los resultados, con una Copa América y una Copa Confederaciones, los que le avalan. En Sudáfrica tendrá una nueva oportunidad para engordar esta racha que de paso aumentaría la supremacía brasileña.

Este Brasil es un conjunto sólido atrás, con pocas fisuras y que basa su fuerte en el colectivo además de contar con grandes individualidades. En el 4-2-3-1 que propone Dunga prima el doble pivote defensivo formado por Gilberto Silva y Felipe Melo. Ambos forman el eje que sustenta el orden. La creatividad es para Kaká, el gol para Luis Fabiano y el desequilibrio para Robinho. En este esquema se echa de menos a Dani Alves, al que Dunga no se atreve a poner de extremo derecho ya que en el lateral el rendimiento de Maicon es indiscutible. Así pues, habrá que tener en cuenta a una de las grandes favoritas para llevarse el Mundial, a la que veo con más opciones que sus rivales de terminar primera.

Los sueños de Portugal y Costa de Marfil
Los portugueses y los “Elefantes” tienen subrayado en rojo la “final” que disputarán en la primera jornada, pues a buen seguro que supondrá el ser o no ser de ambos hacia la siguiente fase. Para Portugal ganar este encuentro sería dar un paso casi definitivo ya que el posterior partido contra Corea del Norte sería más asequible. Sin embargo, pese a que tiene una gran selección, me inspira dudas puesto que Queiroz no termina de sacar el máximo rendimiento al grupo. Además que la ausencia de Nani por lesión le hace perder un importante argumento debido al gran momento de forma por el que atravesaba el extremo del United. Aún así, como Cristiano Ronaldo coja su mejor nivel habrá que tener muy en cuenta a nuestros vecinos. La veo, inicialmente, para acompañar a Brasil y tiene pinta de ser el rival de España en octavos.

Hará cuatro años, en Alemania´06, cayó en el grupo de la muerte y ahora, nuevamente, el destino, siempre muy caprichoso, le ha jugado idéntica fortuna. En su primer Mundial dio buenas sensaciones pero no pudo ante el potencial de Argentina y Holanda. Ahora, ante Brasil y Portugal, tendrá que dar lo mejor de sí misma si quiere dar la sorpresa y colarse por vez primera en los octavos de final. Su gran preocupación es la lesión de Drogba, cuya presencia ante Portugal se antoja muy dudosa. Sin su capitán pierde mucho potencial, así que su recuperación se antoja básica para que la esperanza africana sea una realidad. Cuenta, además, con la potencia de los hermanos Touré, la velocidad de Eboué y la consistencia de Didier Zokora para tratar de ser la revelación.

Objetivo: Reeditar el partido contra Italia de Inglaterra´66
Tan sólo ha disputado el Mundial de Inglaterra´66, en el que dejó atónito al mundo entero al clasificarse para cuartos de final tras derrotar a la todopoderosa Italia. Una hazaña que ha sido inmortalizada a lo largo de todos estos años y ahora, 44 años después, el pueblo norcoreano sueña con repetirla. Sin embargo, este deseo se presume más bien una utopía que una realidad si se tiene en cuenta que es una de las cenicientas del Mundial. ¿Qué se puede esperar de Corea del Norte? Apunten a una selección ultradefensiva, que juega con cinco atrás y con un trivote defensivo. Un cerrojazo. Eso es lo que se le avecina a Brasil, Portugal y Costa de Marfil cuando jueguen contra ella. De hecho, así consiguió la clasificación, cerrándose siempre atrás y aprovechando las pinceladas de Yong-Jo Hong, Tae-Se Jong y Nam-Chol Pak, sus principales figuras.