Francia llega al campeonato del mundo después de protagonizar en la fase de clasificación una polémica repesca ante Irlanda. La mano de Henry selló el billete mundialista pero el prestigio y la convicción del conjunto de Domenech quedó en entredicho desde entonces. Un mar de dudas que deja lugar a la sorpresa aunque México y Uruguay tampoco están para tirar cohetes. Sudáfrica, cabeza de serie y país organizador, no parte con muchas esperanzas y debe considerar un premio estar entre las 32 elegidas
Pie de Fed. Française
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Pablo Primo / SIGLO XXI
Domenech, un personaje
A pesar de las excentricidades y las constantes críticas vertidas sobre la figura del seleccionador galo, Raymond Domenech, veo a los franceses en octavos. La mezcla veteranía y juventud puede aportarle esa pizca de serenidad en momentos complicados, y desparpajo en otros. Conjugan buenos jugadores en ataque con Ribery, Gourcuff y Anelka. En defensa no se quedan cortos con Gallas, Lloris o Abidal. Echaremos de menos la clase de Benzema, castigado por las lesiones y su mala temporada en el Madrid. Menos mal que Laurent Blanc sustituirá a Domenech después del Mundial.
Los ‘Bleus’ pueden estar satisfechos de haber evitado a potencias europeas y sudamericanas sin ser cabeza de serie, pero no pueden dormirse en los laureles o les puede pasar lo mismo que en 2002, donde quedaron fuera en un grupo a priori accesible, donde también estuvo Uruguay. Si logran menos de tres puntos en su debut ante los ‘celestes’ serán un manojo de nervios para el choque contra México. Con todo y a pesar de sus problemas de engranaje hay que tenerlos en cuenta.
La anfitriona
El nivel de Sudáfrica es muy bajo y de no ser el país anfitrión no hubieran llegado tan lejos. Tienen ganas e ilusión pero con eso no se pasa de ronda en una cita de tanta envergadura como un Mundial. Booth y Pienaar son los referentes de los ‘bafana bafana’ pero no tienen equipo para clasificarse. Su mayor aliado será el factor campo y su mayor sueño intentar ser la Senegal que derrotó a Francia en el 2002.
Uruguay llega tras clasificarse en la repesca eliminando a Costa Rica. Tiene jugadores diferentes en ataque: Forlán y Luis Suárez. Una magnífica pareja atacante de la que dependerán todas las opciones uruguayas de llegar a octavos. Cáceres y Lugano sostendrán al equipo de Tabárez en tareas defensivas para intentar recuperar el prestigio perdido y rememorar dos campeonatos del mundo de otra época (1930 y 1950).
Javier Aguirre promete batalla
México es una selección que nunca llama especialmente la atención pero que es muy regular en este tipo de eventos. Tiene un nivel similar a Uruguay y puede que de su enfrentamiento directo salga el segundo de grupo. Sus jugadores actúan en ligas europeas de muy buen nivel y su conjunción eleva el nivel del equipo. Hablamos de los Rafa Márquez, Osorio, Giovanni dos Santos y Guardado, aunque el auténtico referente y estrella de la ‘tricolor’ será el veterano Cuauhtemoc Blanco. Aguirre ha recuperado al goleador mejicano de 37 años para intentar hacer historia y colarse entre los ocho mejores del mundo. Trabajo, sacrificio y pundonor no les faltará.
El grupo A promete ser emocionante y competitivo. México tiene una buena técnica y gran disciplina táctica. Francia debe olvidar su mala fase de clasificación si quiere llegar lejos, sus grandes individualidades pueden ponerla en octavos con facilidad pero al mínimo despiste cualquier selección puede hacerles daño. El equipo uruguayo es tremendamente irregular, pero si está en su día, tiene jugadores de clase como para hacerle frente al más pintado. En octavos esperarían Argentina y Nigeria. Todo indica que el segundo puesto te envía para casa. El primer lugar abre el camino.