Hace unos días mientras impartía un taller de crecimiento personal, uno de los asistentes al finalizar el mismo me comentaba que hace unos meses venía teniendo la sensación de que su vida estaba estancada, sentía que no avanzaba y eso le sumía en un estado de apatía con respecto a todo aquello que realizaba en su vida.

No se si en algún momento de tu vida has tenido esa sensación que te hace experimentar que tu proyecto de vida fuese por un lado, en otra dirección a las ganas de ponerlo en marcha. Es como si lo que te hubieses propuesto, esas nuevas metas, los nuevos proyectos, todo aquello que debería de hacer que aumente tu ilusión y genere una actitud positiva.

En muchos momentos puede suceder que tus retos personales surjan totalmente desligados de tus propias necesidades, anhelos o intereses, es decir, en ocasiones vivimos tan rápidamente, o hacemos mucho caso a lo que hacen los demás, pues creemos que lo que les ha servido a otros nos debe de servir a nosotros. También puede suceder que simplemente respondamos a modas o épocas, poniendo en marcha cliché de vida al uso. Todo esto hace que en un principio aumente la esperanza y la ilusión por retomar nuevos planes de vida, pero con el tiempo esa actitud positiva, esa motivación no termina de terminar por vincularte con tu propia vida.

Esta desconexión con tu propia vida, con tus planes de cambio hace que abandones tus sueños y anhelos, con lo que terminas tirando la toalla antes de tiempo. Te agotas, te aburres, sientes tus fuerzas en cada intento van menguando y te quedas sin ganas de responder a esas oportunidades que la vida te plantea, oportunidades de cambio y de transformación.

Esto te va llevando a una situación de estancamiento, donde la felicidad y la oportunidad de mejora en tu vida se alejan y comienzas a pensar que no vas a poder ser feliz nuevamente. Empiezas a creer que tu felicidad depende de la suerte que tienes en la vida, por lo tanto terminas respondiendo al pensamiento mágico.

Todo ello afecta directamente a tu autoconfianza y a tu eficacia personal. Cada vez te mueves en un planteamiento negativo lo que afecta a tu optimismo y la actitud positiva.

Por esa razón es bueno que tus planes de vida coincidan con tus intereses, gustos y motivaciones. Estos deben de emocionarte ya que es importante que conecten con tus fortalezas y con tus potencialidades y talentos.

Intenta que si compartes planes y objetivos con otras personas, o simplemente te dejas llevar por tu entorno, o por modas sociales a la hora de embarcarte en nuevos planes de vida o cambios personales, sería importante que antes valoraras si conectan contigo, con tus intereses y sueños, lo que hace que te comprometas con ellos y potencies tus oportunidades de vincularte a ello, lo que dará sentido a tu vida, aumentando así tu bienestar y tu felicidad.