Rafa Nadal ya está en semifinales de Roland Garros. El manacorí parece que por fin ha remontado de todos sus problemas personales y de todas sus lesiones y está en plena forma. Lo más positivo de esta victoria es que si el tenista español y actual número dos del mundo consigue alzarse con el trofeo del torneo se colocará de nuevo como número uno mundial.

Esta tarde me sentaba a ver a Nadal contra Almagro. Me esperaba lo de siempre, un partido bastante sencillo y cómodo del “Rey de la Tierra” que hace débiles a todos sus rivales. En este caso se topó con Nico Almagro, El murciano está en un momento de forma inmejorable y esta vez lo demostró. El actual número 21 del mundo, logró superar a Verdasco en octavos y adquirió una motivación extra para este partido.

Necesitó Nadal 2 horas y 34 minutos para vencer a un Almagro que le puso las cosas difíciles al balear. En los primeros dos sets el manacorí se impuso a su compañero de la “armada” en el tie-break. En el tercer set las cosas fueron más fáciles para el número 2. Almagro perdió la concentración, cedió su saque y el marcador se decantó con un 6-4 definitivo que daba la victoria a Rafa.

Al mismo tiempo en la otra pista, Djokovic se jugaba ante el austriaco Melzer su pase a semifinales y sorprendentemente el serbio quedó apeado de la competición. Necesitaron de 5 sets y cuatro horas y cuarto de partido para sentenciar el marcador.

Melzer y Nadal se verán las caras en una de las semifinales. Porque en la otra estarán Berdych y Soderling. Este último dio la sorpresa ante el actual campeón del torneo y el número uno del mundo de momento Roger Federer. Y digo de momento porque Nadal está a dos partidos de conseguir su quinto Roland Garros y de volver a ser el número uno de la clasificación ATP.

Con esta derrota, Federer le pone las cosas fáciles a Rafa que sigue progresando, ganando y desquiciando a sus rivales partido a partido. A ver como se decide el torneo de aquí al domingo. Yo de momento lo tengo claro, apuesto por Nadal en la final y apuesto por el manacorí mordiendo su quinto trofeo en la Philippe Chatrier de París. Hoy por hoy, no tengo dudas, Nadal es invencible.