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Antonio Pérez Gómez

Escribir bien del Madrid

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Andrés Castiñeiras, asiduo y fidelísimo lector de esta columna, me indicaba hace tiempo su extrañeza y perplejidad por lo que él calificaba de críticas constantes al R. Madrid, y me preguntaba cuándo iba a hablar bien del equipo blanco. Pues bien, ha concluido la liga y desgraciadamente no he podido dedicar una columna de alabanza hacia el equipo madridista.

Y créanme que me hubiera gustado hacerlo, de verdad. No en la misma proporción que con el Barça, que ha vuelto a deslumbrar a pesar de que haya sido eliminado en Copa y Champions, pero sí que hubiera sido agradable subrayar algún aspecto destacable en lo positivo.

Que el Madrid no iba a ninguna parte se pudo vislumbrar ya desde temprano esta temporada. La falta de planificación era evidente. Una vez más los aspectos extradeportivos han primado por encima de los aspectos puramente futbolísticos. Ya empezó el proyecto regular con la venta de dos de los 3 mejores jugadores de la plantilla del año anterior, así como la contratación de un entrenador de perfil bajo para manejar un equipo plagado de estrellas.

Y como las palabras se las lleva el viento, desde esta columna ya se llamó la atención respecto al ambiente en la casa blanca el 11 de noviembre del año pasado en el artículo: “Ojo a la descomposición”. A partir de ahí todo fue cuesta arriba. La eliminación ante el Lyon fue tan sólo un peldaño más, y yo ya tenía muy claro que si los blancos no ganaban al Barça en la vuelta del clásico, ya estaría todo el pescado estaba vendido, como se leyó en mi artículo del 9 de abril en la columna “El Bernabeu sí será definitivo”. También dudé seriamente de que el FCB no consiguiera ningún título, posibilidad que empezó a circular insistentemente tras la eliminación del Barça a manos del Inter y la fuerza con que el Madrid acosaba el liderato del equipo blaugrana. Así lo escribí en el artículo del 23 de abril “¿Puede quedarse el Barça en blanco?”. Igual que advertí que sería un milagro imposible esperar que el Barça llegara a perder la liga en casa contra el Valladolid...y que el Madrid lograra ganar a un necesitadísimo Málaga en la última jornada, en mi columna del 14 de mayo llamada “Creen en los milagros”.

En fin, espero que me perdonen este ejercicio de inmodestia periodística, pero tan sólo quería poner de manifiesto que el fracaso del Madrid era muy previsible casi desde el principio de la liga, y aclarar a mis lectores que los continuos fracasos de los blancos esta temporada son los que me ha impedido poder hablar bien del equipo de Florentino en toda la temporada.

Escribir bien del Madrid

Antonio Pérez Gómez
Antonio Pérez Gómez
viernes, 21 de mayo de 2010, 08:51 h (CET)
Andrés Castiñeiras, asiduo y fidelísimo lector de esta columna, me indicaba hace tiempo su extrañeza y perplejidad por lo que él calificaba de críticas constantes al R. Madrid, y me preguntaba cuándo iba a hablar bien del equipo blanco. Pues bien, ha concluido la liga y desgraciadamente no he podido dedicar una columna de alabanza hacia el equipo madridista.

Y créanme que me hubiera gustado hacerlo, de verdad. No en la misma proporción que con el Barça, que ha vuelto a deslumbrar a pesar de que haya sido eliminado en Copa y Champions, pero sí que hubiera sido agradable subrayar algún aspecto destacable en lo positivo.

Que el Madrid no iba a ninguna parte se pudo vislumbrar ya desde temprano esta temporada. La falta de planificación era evidente. Una vez más los aspectos extradeportivos han primado por encima de los aspectos puramente futbolísticos. Ya empezó el proyecto regular con la venta de dos de los 3 mejores jugadores de la plantilla del año anterior, así como la contratación de un entrenador de perfil bajo para manejar un equipo plagado de estrellas.

Y como las palabras se las lleva el viento, desde esta columna ya se llamó la atención respecto al ambiente en la casa blanca el 11 de noviembre del año pasado en el artículo: “Ojo a la descomposición”. A partir de ahí todo fue cuesta arriba. La eliminación ante el Lyon fue tan sólo un peldaño más, y yo ya tenía muy claro que si los blancos no ganaban al Barça en la vuelta del clásico, ya estaría todo el pescado estaba vendido, como se leyó en mi artículo del 9 de abril en la columna “El Bernabeu sí será definitivo”. También dudé seriamente de que el FCB no consiguiera ningún título, posibilidad que empezó a circular insistentemente tras la eliminación del Barça a manos del Inter y la fuerza con que el Madrid acosaba el liderato del equipo blaugrana. Así lo escribí en el artículo del 23 de abril “¿Puede quedarse el Barça en blanco?”. Igual que advertí que sería un milagro imposible esperar que el Barça llegara a perder la liga en casa contra el Valladolid...y que el Madrid lograra ganar a un necesitadísimo Málaga en la última jornada, en mi columna del 14 de mayo llamada “Creen en los milagros”.

En fin, espero que me perdonen este ejercicio de inmodestia periodística, pero tan sólo quería poner de manifiesto que el fracaso del Madrid era muy previsible casi desde el principio de la liga, y aclarar a mis lectores que los continuos fracasos de los blancos esta temporada son los que me ha impedido poder hablar bien del equipo de Florentino en toda la temporada.

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