Hoy será un tema muy recurrido, pero este Atlético de Madrid se merece todas las columnas del mundo. Porque los rojiblancos volvieron y lo hicieron por la puerta grande. Ganaron 2-1 a un Fulham que no le puso las cosas nada fácil a los de Quique. Necesitaron la prórroga pero y ¿qué? Hoy la copa está en Madrid y eso es lo que importa.

Después de que pasasen 13 años de los dos últimos títulos del Atleti, después de dos temporadas turbias en el infierno, el equipo colchonero ha regresado. Ayer jugaban su primera final de esta temporada, porque hay que recordar que el próximo miércoles toca otra ante el Sevilla, y los de Quique cumplieron.

La antigua Copa de la UEFA ya está en la capital. Todos hicieron una labor intachable, pero un nombre propio se escuchó por encima de todos, Diego Forlán. Cuando las 12000 gargantas colchoneras que viajaron a Hamburgo, gritaban: “uruguayo, uruguayo” era por algo. Y era, básicamente, porque el charrúa llevó en volandas a su equipo desde el minuto 1 hasta el 120. Marcó dos goles, los dos goles que le dieron la copa a su equipo.

Los de Quique resistieron al empate, aguantaron los 5 últimos minutos más duros de la temporada y consiguieron que el Atleti volviese a ser grande. Neptuno resurgió, se llenó de gente en una noche histórica, una noche que quedará en la memoria de todos, seamos atléticos o no.

La afición se lo merecía y el equipo también. Después de unos años complicados, plagados de desconfianzas, de problemas internos en el equipo y de un club que no se lo creía, llegó Quique y cambió el chip. El mister llegó sin ninguna experiencia en el entorno rojiblanco y cumplió con creces. El equipo está más que salvado en la Liga y además llegó a dos finales, la de la Copa del Rey que jugarán la semana que viene ante el Sevilla y la de ayer que ya está en el bolsillo.

La moral está por las nubes, poco importa el partido ante el Getafe de la última jornada de Liga, ahora la mente está puesta en el Camp Nou, en esa final ante el Sevilla y sobre todo y lo más importante en conseguir ese soñado doblete. El Atleti ha vuelto, hoy el que más y el que menos corea el: “Atleti, Atleti, Atleti”.