Si la semana pasada profetizábamos en esta columna que en las manos de Javier Clemente deben encomendar los aficionados madridistas su espíritu, esta semana es el momento de la verdad, sin medias tintas. Se acaba la Liga y lo va a hacer con un Barcelona-Real Valladolid aparentemente desequilibrado. Partido trampa, sin duda, porque aunque el Barça se juega la Liga, el Valladolid se juega el descenso. Y ya se sabe que un futbolista, ante el drama de perder la categoría e incluso el puesto de trabajo, es capaz de cualquier cosa.
Además, Javier Clemente (aunque no es Mourinho) no querrá dejar de ser protagonista en el Camp Nou aunque sólo sea por unos minutillos, los suficientes para que Guardiola y los suyos tomen aire y ganen la Liga por goleada (a lo Chelsea) que sería lo más lógico. El Madrid, no obstante, debe ganar al Málaga sí o sí, pero va a morir en la orilla y Florentino ya está preparado para recoger los ‘cadáveres’ de Pellegrini, Guti, Raúl, Metzelder, M. Diarra y alguno más, que parece que no seguirán el próximo año.
Pero si la Liga por arriba está así, por abajo es un absoluto disparate, con cuatro equipos empatados a puntos y con un inconmensurable Xerez de Gorosito en la segunda vuelta, donde ha conseguido resultados imposibles y no lo tiene tan mal para salvarse. Me explico. Si ganan en Pamplona –el Osasuna no se juega nada y Camacho no es de los que atizan por atizar- deberán esperar tres derrotas bastante probables: la del Valladolid en Barcelona, la del Málaga ante el Madrid y la del Tenerife en Valencia. Con eso, los jerezanos están salvados, lo que sería un auténtico milagro.
Si esto ocurre, yo creo que Gorosito tiene, con perdón, mucho más merito que Guardiola, que tiene a seis de los 20 mejores jugadores del mundo –Messi, Xavi, Iniesta, Ibrahimovic, Alves, Piqué y Pedrito, si me permiten la licencia con este último-. Me gustaría ver a ‘Goro’ en el banquillo culé y a Pep en el banquillo jerezano… pero este es otro cantar. Seguro que también merecen salvarse Valladolid, Málaga, Racing o Tenerife. Pero no hay sitio para todos en la Liga de las estrellas.
Para colmo hay mucha crisis y un club pequeño descendido podría iniciar un camino a los infiernos. Lo mejor es fichar por el Real Madrid, que sabes que ganas tu sueldazo, que si las cosas van mal echan al entrenador y que nunca cerrará el club pese a la deuda histórica que tiene. Miren este año, se queda de nuevo en blanco y no pasa nada, con unos sueldos directivos de espanto. Y pensar que cualquier otro deportista, si no consigue resultados, pierde hasta la beca ADO,… ¡Qué país!
