El Pensamiento de Montesquieu y el estado moderno han muerto, esa podría ser la noticia que en uno de nuestros diversos diarios de tirada nacional podríamos encontrar en estos tiempos que corren, tiempos marcados por la ruptura con el pensamiento ilustrado que impulso la idea que hacer de la división de poderes del estado una cámara de seguridad para la propia viabilidad de la democracia moderna, la Trias Política se presentaba así como una salvaguarda de los derechos fundamentales de propia ciudadanía.
Hoy en pleno Siglo XXI hemos asesinado este pensamiento, ha sido la sociedad moderna a través de sus resortes de poder la que a modo de estocada perfecta a logrado asestar una cuchillada directa al pensamiento ilustrado que sustentaba el modelo de igualdad y libertad que formaba parte esencial de los pilares en los que se sustentaba la división de poderes.
De esta forma la tradicional división de poderes del estado en poder ejecutivo, legislativo y judicial ha sido sustituida por otro tridente de poderes que han relegado a los primeros a una segunda línea , son así el poder económico, el poder comunicativo el y poder político los que conforman la primera línea desde la cual se rigen las relaciones de la ciudadanía en este nuevo tiempo, siendo este un modelo que de forma piramidal y de manera horizontal sitúa en su cúspide y por encima del resto el poder económico, poder que en el mar del debilitamiento de los estados ,la pérdida de la participación ciudadana y del espíritu crítico de las sociedades y el fenómeno globalizador económico encuentra un perfecto caldo de cultivo desde el cual lanzar ese nuevo modelo de estado del siglo XXI.
Un modelo que basado en el control del poder económico utiliza el poder comunicativo para subyugar la voluntad política en torno a los interés de la cúspide económica , desde la que se marcan hechos tales como el cierre del grifo de capitales económicos en el mercado financiero o el ataque directo al Euro a través de un potenciamiento de la Crisis Griega o la creación de incertidumbres en las bolsas de países como España.
Asistimos así a como la tradicional división de poderes del pensamiento ilustrado se presenta como Anacrónica en un modelo de relaciones transnacionales entre los países y la ciudadanía del siglo XXI, de esta forma ya la simple división del poder legislativo, político y ejecutivo en un territorio no asegura en absoluto la inviolabilidad de los derechos fundamentales de la ciudadanía del mismo. Por todo ello y frente a este nuevo modelo de silogismo perfecto en donde el poder económico es igual a poder comunicativo y estos dos al poder político , deben tejerse y reinvidarse de manera decidida desde la sociedad civil en su conjunto la puesta en marcha de mecanismos correctores de esta situación, para ello el control de los flujos económicos de los mercados a través de la creación de organismos internacionales imparciales, la apuesta decidida en el discurso político al reforzamiento del estado nación en el ámbito nacional frente a la visión ultraterritorialista y el reformazamiento del modelo europeo son sólo algunas de las actuaciones que ahora desde ya nos tocan hacer.
