8 de mayo de 2010 es una fecha marcada en rojo, subrayada en rojo, en mayúsculas, por mucha gente que ama el deporte. Éste, el deporte, decide, en muchas ocasiones, el plan del día. Mientras que algunos, muchos, una mayoría, hoy han planteado el sábado en torno al partido de ese equipo que dibuja los colores de sus corazones, otros borrarán la siesta de su vocabulario.
La borrarán, al menos, por tres semanas, por las próximas tres semanas, las que decidirán el Giro de Italia 2010, las que colocarán al ciclismo en los titulares, por un instante, de los periódicos que dicen llamarse deportivos. Y espero que todos esos titulares vayan dedicados a lo que suceda en la carretera, sobre el asfalto, sobre las hazañas que protagonicen los corredores que para muchos son héroes, marcianos que cuando se suben a una bicicleta hacen arte.
Y, por qué no, ojalá que esos titulares lleven el nombre de los nuestros, de los españoles que buscarán de Amsterdam a Verona alcanzar sus respectivos objetivos. El más ambicioso, Carlos Sastre, acude con muchas dudas, las derivadas de un periodo de descanso que le ha llevado sólo a competir ocho días. Dani Moreno, que charló con Siglo XXI, no quiere desaprovechar ninguna oportunidad que se le presente y seguro que, si sus piernas responden, dará mucha guerra desde ese cargo, el de líder del Omega Pharma-Lotto, que da respeto, mucho respeto. Atentos también tendremos que estar a David Arroyo, el talaverano que compartirá jefatura con Marzio Bruseghin en el Caisse d´Epargne.