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Sergio Brosa

Mientras, sigue subiendo el paro

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La comedia política que no la humana, está en pleno apogeo, como si la entrada de la primavera le hubiese dado más bríos, pues es claro que no estaba aletargada; para nada. Es como una danza del fuego, de las que veíamos en las películas del Oeste, cuando a la luz de la luna, la tribu india de turno danzaba en torno al fuego, mientras los actores del primer reparto les observaban atónitos desde el bosque.

Así observan los ciudadanos a los políticos que creen con las claves de la vida económica; la prosperidad, el final de la crisis, la creación de empleo, la concesión de hipotecas para la adquisición de viviendas, los acuerdos comerciales con otros países para favorecer los intercambios, el aumento de la producción y el consumo. Y enlazamos con el principio: la prosperidad…

Y lo que ven los ciudadanos es a los políticos dando vueltas a la hoguera, profiriendo voces incomprensibles, a veces amenazadoras entre ellos mismos, a veces de gratitud a… ¿Manitú, como los algonquinos? En cualquier caso, la ciudadanía no entiende nada más que sus problemas económicos siguen aumentando y el paro está ya en el 20% de la población activa.

En Grecia parece que han sacado los pies del plato con la supuesta colaboración necesaria de Goldman Sachs. Ahora necesitan la colaboración necesaria de la UE y hasta la del Banco Mundial. Pero todo son recelos y el próximo viernes la UE decidirá finalmente. Algunos países en la cuerda floja o por flojear, como Italia y la propia España, se han aprestado a confirmar su visto bueno a la ayuda económica a Grecia. Veremos cómo llega.

En Gran Bretaña tienen elecciones generales esta semana. El partido en el gobierno, los laboristas, están hundidos debido al propio desgaste por el tiempo que llevan en el gobierno y porque su premier, Gordon Brown que no lo es por haber ganado las elecciones sino por haber conseguido descabalgar a su antecesor, Tony Blair, va de mal en peor y no acaba de afrontar la crisis económica como debiera y sin duda sabe, por no perder más puntos. Lo que ha llevado al reflorecimiento del partido liberal, con un Nick Clegg que les está dando a todos sopas con honda. Y el multimillonario David Cameron, jefe de filas de los conservadores, prometiendo reforzar la sanidad y la educación; las ayudas económicas para la calefacción de los jubilados y ayudas por hijos. Aunque los tres candidatos pasan de puntillas sobre la necesaria subida de impuestos pero no el IVA.

Pero en España hasta los sindicatos acaban de apostatar de Zapatero. Será que les está esquilmando las escandalosas subvenciones disfrazadas de formación y otros encargos genéricamente competencia de instituciones estatales; se habrán cansado de mantener a los obreros fuera de las calles o ya no pueden seguir evitando que salgan a derrocar al gobierno a poco que pudieran. Para que salga la gente a la calle se necesita una organización y ésta hoy, en el sector laboral general y sectorial sigue dominada por los propios sindicatos que se comprometieron con Zapatero.

Los políticos siguen vociferando en torno a la hoguera de la crisis que es más grande cada día porque hay más desocupados para echar leña. La ciudadanía, los actores del primer reparto, siguen sin comprender los devaneos del Tribunal Supremo con las fosas del franquismo ni las otras. Como tampoco la actuación del Tribunal Constitucional con el Estatut de Catalunya ni si ese tribunal sirve o no para algo, pues todos lo están poniendo pingando.

Los socialistas catalanes, franquicia del PSOE, abominan de Zapatero y éste hace llamar al orden a Montilla quien se pone firmes de inmediato y afea las palabras de su nuevo jefe de campaña, Jaume Collboni –el anterior, José Zaragoza, es demasiado listo para hacer frente al cantado fracaso electoral de Montilla– y las de su consejero estrella, el de Economía y Finanzas, Antoni Castells.

El tripartito catalán y CiU votan una ridícula resolución en el Parlament considerando al TC incompetente para resolver sobre el Estatut; eso sí, ERC no la suscribe pero la vota afirmativamente en otro alarde de incoherencia voluntaria. Tamaña payasada sólo puede concebirse por incompetencia o por el cinismo propio de los partidos que metieron a los catalanes en tal berenjenal de la mano de Zapatero, del que no saben salir si no es recusando al árbitro después de perder supuestamente el partido. Bochornoso.

Pero mientras tanto, sigue subiendo el paro. Aunque la realidad de las cifras vienen de la Encuesta de Población Activa, pues es sabido que el INEM considera parados únicamente a quienes están en demanda de empleo. Los desempleados en cursos de formación, no tienen la consideración de parados a efectos del índice de paro, así como los parados que, por haber agotado la percepción de la prestación por desempleo no renuevan la solicitud de empleo, pues ni encuentran nueva ocupación ni perciben subsidio alguno, así que tampoco cuentan a efectos estadísticos.

Conseguir una hipoteca para la adquisición de una vivienda sigue siendo una quimera, igual que financiación para el circulante de las pequeñas y medianas empresas, por lo que el ciudadano de a pié no comprende el desgaste de los políticos en tantas otras cosas ajenas a él. Vociferando en las sesiones de control al gobierno ¡Y tú más! Pero sin resolver ninguno de sus problemas acuciantes.

Zapatero y los suyos lo ven todo de color de rosa y brotes verdes incluso fuera de su plato de alfalfa, mientras Rajoy lo ve todo negro sin remisión.

Y no es ni lo uno ni lo otro, pero con todos estos indios danzando alrededor de la hoguera no se solucionarán los problemas del país, en tanto no fumen una pipa y se pongan manos a la obra, como hizo en su día Alemania para poder tener un gobierno fuerte, de coalición formado por la CDU/CSU (de centro-derecha) y el SPD (de centro-izquierda). En otro caso, aquí va a constituirse la ciudadanía en Séptimo de Caballería y no va a quedar títere con cabeza.

Mientras, sigue subiendo el paro

Sergio Brosa
Sergio Brosa
lunes, 3 de mayo de 2010, 04:14 h (CET)
La comedia política que no la humana, está en pleno apogeo, como si la entrada de la primavera le hubiese dado más bríos, pues es claro que no estaba aletargada; para nada. Es como una danza del fuego, de las que veíamos en las películas del Oeste, cuando a la luz de la luna, la tribu india de turno danzaba en torno al fuego, mientras los actores del primer reparto les observaban atónitos desde el bosque.

Así observan los ciudadanos a los políticos que creen con las claves de la vida económica; la prosperidad, el final de la crisis, la creación de empleo, la concesión de hipotecas para la adquisición de viviendas, los acuerdos comerciales con otros países para favorecer los intercambios, el aumento de la producción y el consumo. Y enlazamos con el principio: la prosperidad…

Y lo que ven los ciudadanos es a los políticos dando vueltas a la hoguera, profiriendo voces incomprensibles, a veces amenazadoras entre ellos mismos, a veces de gratitud a… ¿Manitú, como los algonquinos? En cualquier caso, la ciudadanía no entiende nada más que sus problemas económicos siguen aumentando y el paro está ya en el 20% de la población activa.

En Grecia parece que han sacado los pies del plato con la supuesta colaboración necesaria de Goldman Sachs. Ahora necesitan la colaboración necesaria de la UE y hasta la del Banco Mundial. Pero todo son recelos y el próximo viernes la UE decidirá finalmente. Algunos países en la cuerda floja o por flojear, como Italia y la propia España, se han aprestado a confirmar su visto bueno a la ayuda económica a Grecia. Veremos cómo llega.

En Gran Bretaña tienen elecciones generales esta semana. El partido en el gobierno, los laboristas, están hundidos debido al propio desgaste por el tiempo que llevan en el gobierno y porque su premier, Gordon Brown que no lo es por haber ganado las elecciones sino por haber conseguido descabalgar a su antecesor, Tony Blair, va de mal en peor y no acaba de afrontar la crisis económica como debiera y sin duda sabe, por no perder más puntos. Lo que ha llevado al reflorecimiento del partido liberal, con un Nick Clegg que les está dando a todos sopas con honda. Y el multimillonario David Cameron, jefe de filas de los conservadores, prometiendo reforzar la sanidad y la educación; las ayudas económicas para la calefacción de los jubilados y ayudas por hijos. Aunque los tres candidatos pasan de puntillas sobre la necesaria subida de impuestos pero no el IVA.

Pero en España hasta los sindicatos acaban de apostatar de Zapatero. Será que les está esquilmando las escandalosas subvenciones disfrazadas de formación y otros encargos genéricamente competencia de instituciones estatales; se habrán cansado de mantener a los obreros fuera de las calles o ya no pueden seguir evitando que salgan a derrocar al gobierno a poco que pudieran. Para que salga la gente a la calle se necesita una organización y ésta hoy, en el sector laboral general y sectorial sigue dominada por los propios sindicatos que se comprometieron con Zapatero.

Los políticos siguen vociferando en torno a la hoguera de la crisis que es más grande cada día porque hay más desocupados para echar leña. La ciudadanía, los actores del primer reparto, siguen sin comprender los devaneos del Tribunal Supremo con las fosas del franquismo ni las otras. Como tampoco la actuación del Tribunal Constitucional con el Estatut de Catalunya ni si ese tribunal sirve o no para algo, pues todos lo están poniendo pingando.

Los socialistas catalanes, franquicia del PSOE, abominan de Zapatero y éste hace llamar al orden a Montilla quien se pone firmes de inmediato y afea las palabras de su nuevo jefe de campaña, Jaume Collboni –el anterior, José Zaragoza, es demasiado listo para hacer frente al cantado fracaso electoral de Montilla– y las de su consejero estrella, el de Economía y Finanzas, Antoni Castells.

El tripartito catalán y CiU votan una ridícula resolución en el Parlament considerando al TC incompetente para resolver sobre el Estatut; eso sí, ERC no la suscribe pero la vota afirmativamente en otro alarde de incoherencia voluntaria. Tamaña payasada sólo puede concebirse por incompetencia o por el cinismo propio de los partidos que metieron a los catalanes en tal berenjenal de la mano de Zapatero, del que no saben salir si no es recusando al árbitro después de perder supuestamente el partido. Bochornoso.

Pero mientras tanto, sigue subiendo el paro. Aunque la realidad de las cifras vienen de la Encuesta de Población Activa, pues es sabido que el INEM considera parados únicamente a quienes están en demanda de empleo. Los desempleados en cursos de formación, no tienen la consideración de parados a efectos del índice de paro, así como los parados que, por haber agotado la percepción de la prestación por desempleo no renuevan la solicitud de empleo, pues ni encuentran nueva ocupación ni perciben subsidio alguno, así que tampoco cuentan a efectos estadísticos.

Conseguir una hipoteca para la adquisición de una vivienda sigue siendo una quimera, igual que financiación para el circulante de las pequeñas y medianas empresas, por lo que el ciudadano de a pié no comprende el desgaste de los políticos en tantas otras cosas ajenas a él. Vociferando en las sesiones de control al gobierno ¡Y tú más! Pero sin resolver ninguno de sus problemas acuciantes.

Zapatero y los suyos lo ven todo de color de rosa y brotes verdes incluso fuera de su plato de alfalfa, mientras Rajoy lo ve todo negro sin remisión.

Y no es ni lo uno ni lo otro, pero con todos estos indios danzando alrededor de la hoguera no se solucionarán los problemas del país, en tanto no fumen una pipa y se pongan manos a la obra, como hizo en su día Alemania para poder tener un gobierno fuerte, de coalición formado por la CDU/CSU (de centro-derecha) y el SPD (de centro-izquierda). En otro caso, aquí va a constituirse la ciudadanía en Séptimo de Caballería y no va a quedar títere con cabeza.

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Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

 
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