WASHINGTON - Cuando Bill Clinton dijo en 1992 que quería hacer del aborto algo seguro, legal e infrecuente, muchos estadounidenses aplaudieron. Incluso si de deja a un lado esto como simple retórica, es una opinión compartida por el grueso de la clase media y ofrece a casi todos un rayo de esperanza.
Pero, ¿cómo se llega a la "excepcionalidad" en un mundo sexualizado en el que la elección es un sacramento? La única respuesta plausible es mediante la educación, pero ¿en qué debería consistir esa educación? Casi todo el mundo que tenga más de diez años sabe poner un preservativo en estos tiempos. Y la educación moral - el tipo que podría sugerir remordimientos al poner fin a una vida - está mal vista.
Mi propia opinión, antiabortista y proabortista al mismo tiempo, viene siendo que el aborto desaparecería o reduciría considerablemente su número si se presentara con sinceridad. Una vez que un embarazo se considera una vida humana en formación en lugar de "una burbuja de células", deja de ser tan fácil poner fin al contenido del bagaje de una.
Un embarazo no deseado no es menos inconveniente, pero humanizar al feto confunde la simplicidad de la elección. Por otra parte, la deshumanización como medio de justificar una acción frente a la que decidimos apartar la vista es un camino muy transitado que la historia no ve caritativamente.
Tales consideraciones han cobrado recientemente la forma de legislaciones presentadas en varios estados en donde los legisladores quieren que las mujeres consideren el aborto una vez se han hecho una ecografía. Oklahoma aprobó hace unos días un proyecto de ley que obliga a las mujeres a someterse a una ecografía, aunque en contra de las primeras informaciones, ellas no están obligadas por ley a ver las imágenes. Florida aprobó su propia legislación el viernes, y Louisiana va a presentar un anteproyecto parecido.
La reacción a la ley de Oklahoma ha sido predecible. Los detractores del aborto piensan que es demasiado débil; sus partidarios creen que es intolerablemente intrusiva. Si las mujeres (BEG ITAL)estuvieran obligadas por ley(END ITAL) a mirar las imágenes de su feto, tendría que ponerme de parte de los proabortistas por esta razón. Sigue siendo molesto que la mujer tenga que apartar la vista deliberadamente del ecógrafo, lo que añade algo de peso al argumento de la intrusión y podría ser interpretado como intimidación.
Dicho esto, no puedo hacer acopio de indignación a cuenta de algo que puede ser pragmático desde el punto de vista médico y defendible desde el punto de vista moral en la misma medida.
Un paciente bien informado debería ser siempre nuestra garantía de legalidad y seguridad. ¿Es inaceptable que una decisión encaminada a preservar la vida pueda redundar en un mayor conocimiento?
Cualquiera que considere, por ejemplo, la extirpación de la vesícula, es informado de todos y cada uno de los detalles de lo que va a pasar, su resultado probable, las consecuencias que cabría esperar, y demás. ¿No tiene el mismo sentido dar a las mujeres el relato de lo que va a pasar dentro de sus cuerpos antes de dar un salto del que no hay vuelta atrás?
Obviamente, los detractores del aborto están intentando limitar el número de abortos a través de esta legislación. El Fondo de Defensa Bioética, contrario al aborto, elaboró la ley S.B. 528 de Louisiana a petición de su promotora, la Senadora estatal Sharon Broome, y la Federación de Defensa del Derecho a la Vida de Louisiana. Llámelo táctica si así le gusta. Pero ¿es un resultado tan terrible que una mujer cambie de opinión? ¿No es este resultado una consecuencia a celebrar de la ecuación "infrecuente" de Clinton?
En testimonio bajo juramento ante el Comité de Salud Pública y Bienestar Social del Senado de Louisiana, un grupo de mujeres que se habían sometido a un aborto explicaron haber sido informadas de que se estaban deshaciendo de "unos tejidos" sólo para descubrir más tarde, a menudo a través de la ecografía de un embarazo posterior, que habían destruido un feto totalmente formado. Basándome en mis propias entrevistas con estas mujeres, éste es un suceso corriente y el motivo de que a menudo mujeres partidarias del aborto cambien de bando.
El testimonio de Louisiana incluyó el relato de una mujer que había sufrido secuelas tanto físicas como emocionales tras someterse a un aborto. No vio una ecografía, pero sí vio los restos de su aborto depositados en una bandeja quirúrgica a su lado y se le informó de que "ellos" eran gemelos.
Bueno, basta. Todos sabemos lo que es el aborto y, gracias a algunas de las activistas antiabortistas de las pancartas - que no están haciendo ningún servicio a su causa - conocemos su aspecto. ¿No deberían conocer también las embarazadas el aspecto de un feto sano antes de presionar el botón de borrar?
Es una cuestión carente de intención siniestra. Lo que (BEG ITAL)es(END ITAL) siniestro es la apuesta de que es mejor la ignorancia - y la esperanza implícita que las mujeres no se paran a considerar.
No puedo hablar de la eficacia de estas leyes. Que los galenos y los letrados aclaren eso. Pero como defensora de una elección informada, no puedo racionalizar la ignorancia ni la negación como opciones preferibles para las mujeres que necesitan consejo.
Ni para una nación e intenta hacer del aborto algo excepcional.