Mark Cavendish ha conseguido en el Tour de Romandía su segundo triunfo de la temporada tras superar en la llegada masiva a Danilo Hondo y Robert Hunter. El de Columbia sigue dando que hablar tras celebrar la victoria con un corte de mangas.
Ricardo Alonso-Bartol / SIGLO XXI
El pasado año las llegadas al sprint tuvieron un clarísimo dominador, Mark Cavendish, que tan solo fue derrotado en dos ocasiones, ambas en Italia (en Tirreno le ganó Farrar y en el Giro Petacchi). Sin embargo, en 2010 su nombre está sonando bastante más debido a sus continuas bravuconadas que por sus resultados.
Su inicio de temporada ha sido bastante decepcionante, no por haber sido derrotado en las volattas (ha sufrido dos derrotas, las mismas que en toda la temporada pasada), sino por no haber podido siquiera disputarlas en bastantes carreras. Hasta la fecha de hoy contaba con un único triunfo, al cual ha sumado la segunda etapa en línea del Tour de Romandía, empañada en la línea de meta por su corte de mangas.
La etapa tenía su llegada tras un circuito por los alrededores de Friburgo, ciudad en la que estaba situada la meta. Los ciclistas tuvieron que pasar varios puertos de montaña, pero éstos no provocaron que los sprinters se quedaran cortados, llegando un pelotón bastante grande a los últimos kilómetros. Eso sí, antes de jugarse la victoria, sus equipos tuvieron que controlar los continuos saltos, entre ellos la escapada de la jornada, formada por Dennis Van Winden (Rabobank), Mikhail Ignatiev (Katusha), Chad Beyer (BMC) y Alan Pérez (Euskaltel-Euskadi).
Pérez e Ignatiev acabarían soltando a sus compañeros de fuga, pero fueron atrapados a 30 kilómetros del final, momento en el que lo probaron otros corredores, aunque ninguno de ellos consiguió sorprender al pelotón. El Euskaltel controló las escapadas para que Koldo Fernández pudiera jugarse la victoria, pero llegaron a los últimos kilómetros sin integrantes. En los últimos 1000 metros el Columbia tomó el mando, y Mark Renshaw volvió a realizar a la perfección su trabajo de lanzador, aprovechado por Cavendish para ganar con bastante superioridad.