Con el pepino en la mano. ¡Viva mi torero Superstar, así da gusto viajar! Corrida a la medida y bien medida que estuvo de todo. Olé mi Curro Vázquez, yo quiero un apoderado como ese que me comprenda y me cuide. No creo que se afeite ni que se drogue en mi plaza faltaría más, pero la corrida de Jandilla que esperaba no saltó al ruedo, se quedó en Los Quintos.
Toros, toritos, toros los pobres míos llegaban como vinieron sin oxígeno, sosos y prácticamente dormiditos al petito. No voy a ser yo que enjuicie las actuaciones pingüineras de Aparicio o las otras cogidas con alfileres de Cayetano, torero de buen corte dicho sea de paso. Hoy destaco a Morante torero de raza que impuso su pundonor y maestría a un difícil toro de Molina. Tras una dura pugna con el quinto muy tobillero, llegó el circular por redondos junto a las tablas. A partir de ahí, todo valió la pena me reservo el trincherazo y el cambio de mano que dejó rotos ya para siempre en las rayas del tercio, creo que hoy los acabaran de desmontar los operarios de la plaza.