Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Copo | Constitución
…derive hacia el advenimiento de la III República…

Qué reformar de la Constitución

|

La actual Constitución vino de un acuerdo profundo y serio entre el tardofranquismo -esencialmente buena parte de UCD- las fuerzas de izquierdas, PSOE y PCE, y las corrientes nacionalistas del País Vasco y Cataluña; con anterioridad a ello, en las elecciones celebradas el día 15 de junio de 1977 el pueblo español, en libertad, apostó mayoritariamente por esos partidos políticos a excepción de los que lo hicieron por la Alianza Popular de Manuel Fraga que obtuvo una leve representación parlamentaria, al tiempo que otros partidos de extrema derecha e izquierda quedaron en la cuneta de la política; en la actualidad, nuevos partidos bajo el denominador común de “Podemos”, han emergido a la izquierda del PSOE al tiempo que determinados nacionalismos, esencialmente el catalán, han radicalizado sus posturas hacia cotas independentistas.

Quizás por eso, no sé, los constituyentes de 1978, sabedores de los ancestrales “fantasmas” del pasado, acordaron, y el pueblo refrendó, los famosos términos de “nacionalidades y regiones” para salvaguardar el nuevo sistema político de “monarquía parlamentaria” basado en un difícil equilibrio de “comunidades autónomas” que, en múltiples ocasiones, rompen la igualdad que debe existir entre todos los miembros de una misma nación, caso por ejemplo del último informe Pisa y ello sin hablar de los principios sociales de igualdad y justicia que debe amparar a toda la ciudadanía.

Si cuando se habla insistentemente de reformar la Constitución algunos pretenden que el actual sistema de Monarquía Parlamentaria derive hacia el advenimiento de la III República estarían dando palos al agua, y si otros apuestan por la creación de una República Catalana independiente dentro del Reino de España es que ganas tienen algunos, aunque sean numerosos, de armar la “marimorena”, y para tal fin ya tenemos en nuestro inmediato pasado lecciones que debimos haber aprendido.

La Constitución del 78 es una “Ley de leyes”, leyes algunas de ellas que todavía no se han promulgado; la Constitución es la Ley en “tensión”, en el sentido que hay que tender a que la misma se cumpla; y por último, la Constitución es el terreno de juego donde podemos “jugar” a ser libres dentro un terreno acotado por la legalidad, querer salir fuera de las líneas marcadas es entrar en el campo de lo ilegal.

¿Reformarla?: sí, pero digamos con claridad qué.

Qué reformar de la Constitución

…derive hacia el advenimiento de la III República…
José García Pérez
jueves, 8 de diciembre de 2016, 01:43 h (CET)
La actual Constitución vino de un acuerdo profundo y serio entre el tardofranquismo -esencialmente buena parte de UCD- las fuerzas de izquierdas, PSOE y PCE, y las corrientes nacionalistas del País Vasco y Cataluña; con anterioridad a ello, en las elecciones celebradas el día 15 de junio de 1977 el pueblo español, en libertad, apostó mayoritariamente por esos partidos políticos a excepción de los que lo hicieron por la Alianza Popular de Manuel Fraga que obtuvo una leve representación parlamentaria, al tiempo que otros partidos de extrema derecha e izquierda quedaron en la cuneta de la política; en la actualidad, nuevos partidos bajo el denominador común de “Podemos”, han emergido a la izquierda del PSOE al tiempo que determinados nacionalismos, esencialmente el catalán, han radicalizado sus posturas hacia cotas independentistas.

Quizás por eso, no sé, los constituyentes de 1978, sabedores de los ancestrales “fantasmas” del pasado, acordaron, y el pueblo refrendó, los famosos términos de “nacionalidades y regiones” para salvaguardar el nuevo sistema político de “monarquía parlamentaria” basado en un difícil equilibrio de “comunidades autónomas” que, en múltiples ocasiones, rompen la igualdad que debe existir entre todos los miembros de una misma nación, caso por ejemplo del último informe Pisa y ello sin hablar de los principios sociales de igualdad y justicia que debe amparar a toda la ciudadanía.

Si cuando se habla insistentemente de reformar la Constitución algunos pretenden que el actual sistema de Monarquía Parlamentaria derive hacia el advenimiento de la III República estarían dando palos al agua, y si otros apuestan por la creación de una República Catalana independiente dentro del Reino de España es que ganas tienen algunos, aunque sean numerosos, de armar la “marimorena”, y para tal fin ya tenemos en nuestro inmediato pasado lecciones que debimos haber aprendido.

La Constitución del 78 es una “Ley de leyes”, leyes algunas de ellas que todavía no se han promulgado; la Constitución es la Ley en “tensión”, en el sentido que hay que tender a que la misma se cumpla; y por último, la Constitución es el terreno de juego donde podemos “jugar” a ser libres dentro un terreno acotado por la legalidad, querer salir fuera de las líneas marcadas es entrar en el campo de lo ilegal.

¿Reformarla?: sí, pero digamos con claridad qué.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto