Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Ciclismo
Etiquetas | Ciclismo / Vuelta al País Vasco 2010
El murciano también ganó al cántabro sobre el asfalto

Valverde pudo con Freire

|

Si ayer Alejandro Valverde, del Caisse d´Epargne, se anotó el triunfo de la primera etapa de la Vuelta al País Vasco gracias a la decisión de los jueces, hoy lo hizo en la meta de la segunda, de 217 kilómetros, donde arrancó primero y finalizó primero. Óscar Freire, del Rabobank, perdió el duelo y se tuvo que conformar con la segunda plaza.



Álvaro Calleja / Siglo XXI
Las dos primeras jornadas de la Vuelta al País Vasco 2010 se pueden resumir en un Alejandro Valverde contra Óscar Freire o en un Óscar Freire contra Alejandro Valverde, como prefieran, como más les guste. Un duelo precioso, un duelo bonito, espectacular, del que, por el momento, sale vencedor ese murciano que llegó al norte de España con varios moscarrones en la oreja que amenazan con absorber su veneno, su clase, su calidad, y apartarle de su hábitat durante dos años. Pero él, demostrando la madera con la que ha fabricado los muebles de su cabeza, sigue como si nada, como si cada vez que levanta los brazos no haya alguien, quizá por Italia, que siente en su pecho como varias puñaladas le recuerdan, o les recuerdan, que se está cometiendo una gran injusticia con un habitante de Mula, de Murcia.

Un corredor que solo saber correr para ganar, disfrutando y haciendo disfrutar, de forma magnífica, arrolladora. Un corredor al que no le importa que su rival sea uno de los más rápidos de su deporte, ese llamado ciclismo, uno duro y épico, ni que haya hecho historia en su país, el mismo que vibró con Bahamontes o Indurain, ni que llegue a la última rampa con la rabia que proporciona una descalificación el día anterior, un triunfo que desaparece de tu palmarés en segundos para aparecer en el de tu rival. Valverde se impuso a Freire porque fue más rápido y no cayó en la trampa que los velocistas suelen realizar durante los últimos metros, ésa, leve o grave, que ayer le privó de alzar los brazos, ésa que hoy evitó siendo él el que lanzó el sprint, el que arrancó primero, el que se llevó a rueda al ligero tricampeón del mundo y el que finalizó celebrando su segunda victoria de la temporada, su segunda victoria en País Vasco, que no en el País Vasco, pues la meta estaba situada en Navarra.

La localidad elegida para la ocasión fue Viana, desde 1630 la Muy Noble y Leal Ciudad de Viana, Cabeza de Principado del Antiguo Reyno de Navarra. Viana está cerca de Estella, donde el pasado sábado se disputó el Gran Premio Miguel Indurain, prueba en la que Valverde probó lo amargo que sabe caer en combate, pues le batió Joaquim Rodríguez, un catalán del Katusha que también está en la nómina de los favoritos para llevarse la ronda vasca. Viana es una pequeña población que enamora a todo aquel que da un paseo por sus calles. Viana es también, desde hoy, el lugar en el que Alejandro Valverde volvió a deslumbrar, asombrar, brillar, anotándose el triunfo.

Pero antes de que el murciano visitara Viana, como lo hace el cantante Joan Manuel Serrat de vez en cuando, otros corredores dieron guerra, mucha guerra. Un teniente australiano y un soldado vasco infatigable partieron, acompañados por un andaluz que no les aguantó, en busca de la gloria pero acabaron, como en tantas ocasiones, maldiciendo el instante en el que decidieron salir del grupo. Michael Rogers, de 30 años, del Columbia, campeón del mundo contra el crono en tres ocasiones, fue el último en caer, a 28 kilómetros de meta. Antes lo había hecho Amets Txurruka, de 27 años, del Euskaltel-Euskadi, combativo como pocos, como muy pocos, y aún antes, mucho antes, José Alberto Benítez, de 28 años, del Footon-Servetto, del ejército de Matxin.

Y uno que perteneció a ese ejército, un ex del Saunier, ex del Cervélo, José Ángel Gómez Marchante, madrileño del Andalucía-CajaSur, lo intentó en el Alto de la Bargota, la última de las seis ascensiones del día, pero, como varios que siguieron su estela y como Wiggins ya en el último kilómetro, no obtuvo recompensa alguna. Todos cayeron. Nadie alcanzó lo que un habitante de Mula, de Murcia, logró.

Valverde pudo con Freire

El murciano también ganó al cántabro sobre el asfalto
Redacción
martes, 6 de abril de 2010, 16:55 h (CET)
Si ayer Alejandro Valverde, del Caisse d´Epargne, se anotó el triunfo de la primera etapa de la Vuelta al País Vasco gracias a la decisión de los jueces, hoy lo hizo en la meta de la segunda, de 217 kilómetros, donde arrancó primero y finalizó primero. Óscar Freire, del Rabobank, perdió el duelo y se tuvo que conformar con la segunda plaza.



Álvaro Calleja / Siglo XXI
Las dos primeras jornadas de la Vuelta al País Vasco 2010 se pueden resumir en un Alejandro Valverde contra Óscar Freire o en un Óscar Freire contra Alejandro Valverde, como prefieran, como más les guste. Un duelo precioso, un duelo bonito, espectacular, del que, por el momento, sale vencedor ese murciano que llegó al norte de España con varios moscarrones en la oreja que amenazan con absorber su veneno, su clase, su calidad, y apartarle de su hábitat durante dos años. Pero él, demostrando la madera con la que ha fabricado los muebles de su cabeza, sigue como si nada, como si cada vez que levanta los brazos no haya alguien, quizá por Italia, que siente en su pecho como varias puñaladas le recuerdan, o les recuerdan, que se está cometiendo una gran injusticia con un habitante de Mula, de Murcia.

Un corredor que solo saber correr para ganar, disfrutando y haciendo disfrutar, de forma magnífica, arrolladora. Un corredor al que no le importa que su rival sea uno de los más rápidos de su deporte, ese llamado ciclismo, uno duro y épico, ni que haya hecho historia en su país, el mismo que vibró con Bahamontes o Indurain, ni que llegue a la última rampa con la rabia que proporciona una descalificación el día anterior, un triunfo que desaparece de tu palmarés en segundos para aparecer en el de tu rival. Valverde se impuso a Freire porque fue más rápido y no cayó en la trampa que los velocistas suelen realizar durante los últimos metros, ésa, leve o grave, que ayer le privó de alzar los brazos, ésa que hoy evitó siendo él el que lanzó el sprint, el que arrancó primero, el que se llevó a rueda al ligero tricampeón del mundo y el que finalizó celebrando su segunda victoria de la temporada, su segunda victoria en País Vasco, que no en el País Vasco, pues la meta estaba situada en Navarra.

La localidad elegida para la ocasión fue Viana, desde 1630 la Muy Noble y Leal Ciudad de Viana, Cabeza de Principado del Antiguo Reyno de Navarra. Viana está cerca de Estella, donde el pasado sábado se disputó el Gran Premio Miguel Indurain, prueba en la que Valverde probó lo amargo que sabe caer en combate, pues le batió Joaquim Rodríguez, un catalán del Katusha que también está en la nómina de los favoritos para llevarse la ronda vasca. Viana es una pequeña población que enamora a todo aquel que da un paseo por sus calles. Viana es también, desde hoy, el lugar en el que Alejandro Valverde volvió a deslumbrar, asombrar, brillar, anotándose el triunfo.

Pero antes de que el murciano visitara Viana, como lo hace el cantante Joan Manuel Serrat de vez en cuando, otros corredores dieron guerra, mucha guerra. Un teniente australiano y un soldado vasco infatigable partieron, acompañados por un andaluz que no les aguantó, en busca de la gloria pero acabaron, como en tantas ocasiones, maldiciendo el instante en el que decidieron salir del grupo. Michael Rogers, de 30 años, del Columbia, campeón del mundo contra el crono en tres ocasiones, fue el último en caer, a 28 kilómetros de meta. Antes lo había hecho Amets Txurruka, de 27 años, del Euskaltel-Euskadi, combativo como pocos, como muy pocos, y aún antes, mucho antes, José Alberto Benítez, de 28 años, del Footon-Servetto, del ejército de Matxin.

Y uno que perteneció a ese ejército, un ex del Saunier, ex del Cervélo, José Ángel Gómez Marchante, madrileño del Andalucía-CajaSur, lo intentó en el Alto de la Bargota, la última de las seis ascensiones del día, pero, como varios que siguieron su estela y como Wiggins ya en el último kilómetro, no obtuvo recompensa alguna. Todos cayeron. Nadie alcanzó lo que un habitante de Mula, de Murcia, logró.

Noticias relacionadas

El acto sirvió para dar a conocer las nuevas caras de un equipo muy reforzado. Sobresale entre ellas la neerlandesa Annemiek van Vleuten, actual campeona de Europa y a la que títulos mundiales y éxitos en las más variadas y prestigiosas carreras han convertido en la mejor ciclista del pelotón femenino en los últimos años.

El director del Movistar Team, Eusebio Unzué, se mostró "encantado" con el trabajo de todo su equipo en su balance de la Vuelta a España 2020, la cual terminó este domingo en Madrid con Enric Mas en quinta posición, con rivales "más regulares" pero confirmando que es "una opción de futuro" para las tres 'grandes'.
El ciclista esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) se ha llevado este domingo al esprint la victoria en la novena etapa del Tour de Francia, disputada entre Pau y Laruns sobre 153 kilómetros, mientras que su compatriota Primoz Roglic (Jumbo-Visma) es el nuevo líder de la carrera, arrebatando el maillot amarillo al británico Adam Yates (Mitchelton-Scott).
 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto