Hay que reconocer que, tras la paliza del FC Barcelona al Real Madrid este año en baloncesto –me parece que el parcial es de 7-1- con los títulos de Supercopa y Copa quitados, la Final Four también y con la Liga como una cuestión de tiempo, sólo falta que el Barça de fútbol le de otros tres estacazos al Madrid.

El primero sería el sábado 10 de abril –ahora debería decir la cursilada esa del ‘partido del siglo’ que llevo oyendo desde la época de los García- donde un triunfo del Barcelona sería prácticamente el certificado de defunción del Madrid de la segunda era Florentino. El segundo sería que los de Guardiola rematasen la faena ganando los últimos partidos de Liga para desesperación del Madrid, que perdería el único título posible este año tras los bochornos de Alcorcón y Lyon.

Pero nada sería más doloroso para la parroquia blanca que ver al Barcelona ganar la Champions… ¡en el Bernabéu! Pero, hombre, cómo se les ocurre pedir una final continental en el año en el que tienen que armar un equipo nuevo. Una vez más, se ha vuelto a demostrar que la cartera generosa de ‘tito Floren’ y de Abramovich no es aval alguno para ganar la Champions.

Por si fuera poco, podría venir el Atleti a levantar otra copa en la casa de su vecino, en el mismísimo Bernabéu, para jolgorio de vikingos de pro. ¡Ay, don Santiago! Si usted levantara la cabeza no reconocería tanto deshonor en su propia casa.

También puede pasar lo contrario. Que el Barça de baloncesto se quede sin título europeo de baloncesto, que los de Guardiola pierdan ¿6-2? en el Bernabéu (intercambio de set) y que los de Pellegrini se lleven la Liga. Además, el Inter podría aniquilar a los Laporta boy’s en semifinales,… En fin, que pueden pasar muchas cosas pero yo no creo que todo vaya a ser blanco o todo vaya a ser azulgrana. Hay matices.

Lo que sí parece claro es que el modelo deportivo del FC Barcelona ha vuelto con fuerza, confiando en la cantera, con grandes iconos mundiales y con entrenadores de la casa que siempre están mirando a La Masía. En el Madrid, mucha chequera y una cantera harta de esperar y esperar. Dos formas de ver el fútbol, el baloncesto, el deporte y la vida misma.

Vamos a ver que hacen Messi y Cristiano frente a frente, y Guardiola y Pellegrini en los banquillos. Un Madrid obligado y un Barça que no lo está tanto, con el cartucho europeo en la recámara. Partidazo que, más que una Liga, es una flecha directa al corazón del rival. Ninguno ganará el campeonato el 10 de abril, pero la estocada que le dará al otro es casi mortal de necesidad. Pronostico –aunque no me gusta nada hacerlo- que van a empatar, pero la Liga la va a acabar ganando el Madrid; y la Champions es para el Barça en la final del Bernabéu sufriendo ante el ¡Olympique de Lyon! Se admiten apuestas…