Pues no, al final no hubo ninguna sorpresa en la entrega de las seis Wild Cards del Tour de Francia 2010. Ni el Radioshack de Armstrong, Leipheimer y Kloden, ni el BMC de Evans y Ballan, ni el Sky de Wiggins, ni el Katusha de Karpets, Joaquim Rodríguez, McEwen y Kirchen, ni el Garmin de Vande Velde y Farrar, ni el Cervélo de Sastre y Hushovd, se quedarán sin tomar la salida de la ronda gala. La mejor carrera contará con los mejores. La más importante, con los más importantes.

Algo que, al menos yo, pensaba que no iba a suceder. Es extraño que la organización de la Grande Boucle se decante por elegir como invitados a los que más se lo merecen y no por otros intereses. Es extraño, por ello, que el Saur-Sojasun no sea uno de esos agraciados. El Saur-Sojasun es un nuevo conjunto francés en el que todos sus corredores son franceses. Un conjunto que forman nombres tan conocidos como los de Jimmy Casper, ganador de una etapa del Tour de Pereiro, el de 2006, Jérôme Coppel, Jimmy Engoulvent, Jonathan Hivert, Sébastien Joly, Rony Martias o Yannick Talabardon.

Otro que tenía grandes papeletas para viajar de Rotterdam a París en el próximo verano era el Vacansoleil, aquel equipo holandés que tan buen sabor de boca dejó en la pasada Vuelta a España. Una Vuelta en la que, incluso, se llevó una victoria de etapa gracias a Borut Bozic, uno de los hombres más importantes de la escuadra que este año se había reforzado con los hermanos que tienen enamorada a Francia, los Feillu. Brice y Romain tendrán que esperar otra temporada para volver a brillar en su carrera favorita, preferida.

Carrera en la que tampoco estará uno que sí estuvo en la edición pasada, el Skil-Shimano, la escuadra de los asiáticos, la escuadra de Fumiyuki Beppu, Yukihiro Doi, Ji Cheng y Jin Long. Otros, como nuestro Xacobeo, como nuestro Andalucía, han cumplido con su papel y no han dado la sorpresa arrebatando una de las invitaciones a alguno de los mejores equipos del mundo.