Triunfo visitante en el Teresa Rivero, que ve como los hombres de Miñambres continúan su nefasta racha con una victoria en los últimos trece partidos. El Celta dominó la primera mitad gracias al estreno goleador de Cellerino. Los madrileños se crecieron tras el paso por vestuarios, y sólo el acierto del cancerbero celeste evitó un resultado más favorable para el conjunto local
| FICHA TÉCNICA | 1- Rayo Vallecano: Dani Giménez (1); Coke (1), Pelegrín (2), Salva (2), Albácar (2), Movilla (2), Míchel (1); Ángel (1), Quero (1), Piti (2), Rubén Castro (2)
0- Celta de Vigo: Falcón (3); Vasco Fernandes (2), Noguerol (1), Catalá (1), Roberto Lago (1); Jonathan Vila (2), Trashorras (1), López Garai (2); Dani Abalo (1), Cellerino (2), Papadopoulos (1)
Cambios : En el equipo local salió Aganzo (3) por Míchel (45’), Susaeta (1) por Quero (76') y Jofre (-) por Piti (82'). Por los visitantes jugaron Danilo (2) por Cellerino (52’), Botelho (2) por Dani Abalo (68') y Bustos (2) por Trashorras (80').
Goles: 1-0 Cellerino sorprende con su primer tanto liguero, min. 1. 1-1 Aganzo aprovecha el pase de Rubén Castro en área grande. 1-2 Danilo define tras el fallo de Dani Giménez
Árbitro: Miranda Torres (colegio catalán) (2). En los locales fue amonestado Ángel (32'), Rubén Castro (35'). Por los visitantes vio la tarjeta amarilla Trashorras (26’), Cellerino (33'), Catalá (56'), Botelho (81'), Danilo (85').
Incidencias: Aproximadamente 12000 espectadores en el estadio Teresa Rivero. Terreno de juego en buenas condiciones.
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DATOS DESTACABLES | Lo mejor: Ismael Falcón
No se cansó de frustrar las oportunidades vallecanas
Lo peor: La fortuna de Aganzo
De héroe a víctima tras un penalti de por medio
El dato: Tercera victoria consecutiva
Más de un año y medio después, el Celta ya tiene su particular triplete
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Roberto Carrera / Siglo XXI
Duelo de porteros en Vallecas. Ambos guardametas terminaron siendo decisivos en el resultado final, bien por sus paradas o por sus infortunios. Ismael Falcón ejerció de héroe celtiña, para resquebrajar la paciencia de un Aganzo que revolucionó al Rayo con su salida tras el descanso. Cuando peor pintaba para los gallegos, un ex-canterano celeste como Dani Giménez entregaba involuntariamente el balón a los pies de Danilo, que aprovechó el favor para poner un resultado poco previsible viendo el juego de ambos equipos.
Cellerino silencia Vallecas
Y eso que el encuentro inició de manera inmejorable para el conjunto de Eusebio. Gastón Cellerino, todavía en busca de su primera diana, sorprendió a la zaga vallecana rematando con el exterior un centro desde la derecha de Vasco Fernandes. Minuto de juego y el Celta se adelantaba en el marcador.
Cargar desde el inicio con el lastre de un gol en contra dejó tocado a los locales. Si en la campaña pasada los vallecanos castigaban al equipo vigués con tres dianas en menos de un cuarto de hora, este año el caprichoso marcador aumentaba el ansía de un Rayo en horas bajas.
Movilla cogió el timón para aprovecharse de la debilidad de los centrales célticos, con balones colgados que buscaban la inspiración goleadora de un combativo Rubén Castro. La tuvo el punta canario a centro de Piti, en una de las pocas oportunidades claras para los locales en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Aganzo despierta al Rayo
Felipe Miñambres movió ficha en vestuarios y retiró a un cansado Míchel por el siempre peligroso David Aganzo. Poco tardó en agradecer el gesto el delantero madrileño. En la primera contra del segundo tiempo, Rubén Castro le cede los honores a su compañero, que en área grande bate con clase a un indefenso Falcón. Era sólo un pequeño gran aviso de lo que iba a ocurrir a posteriori.
El Celta perdió los papeles con el empate, y Eusebio pronto se vio acosado y sin delanteros centros con los que responder a la invasión vallecana. Sin Joselu, y con Cellerino descansando, los gallegos se convirtieron en una sombra (mediocre) de su juego de ataque habitual.
Pudo ser mucho peor si Aganzo, incombustible, acertara desde el punto fatídico pocos minutos más tarde. Pero era la noche de Ismael Falcón, y el meta gaditano adivinó la dirección del disparo. A pesar del mazazo, los locales no se inmutaron, y el dominio pasó de monopolio preocupante a dictadura bochornosa para un Celta sin respuesta.
Dani se lía y el Celta encuentra la tercera
Pero el fútbol gusta de sorpresas, y más aún si vienen secundadas por el morbo de lo puramente anecdótico. Tuvo que ser un ex-céltico, vigués de nacimiento, el que regalara el triunfo muy a pesar propio. Un error en el control del balón obligó al portero rayista a entregar sin fuerza un balón que llego mansamente a pies de Danilo. El brasileño definió a la perfección en área pequeña para júbilo de los centenares de aficionados célticos en las gradas del Teresa Rivero.
Había tiempo, pero la frustración del trabajo sin recompensa terminó por destruir las posibilidades de un Rayo que mantiene su desconcertante rumbo hacia el pozo. Para consuelo madrileño queda el control absoluto del juego y las múltiples ocasiones falladas. Con un poco más de puntería, parece lógico pensar que el Rayo podrá sacar el paracaídas a tiempo. Victoria con fortuna para los celestes, que en menos de un mes han pasado a disfrutar de la siempre agradecida zona tranquila de la tabla. El campeonato se aprieta más todavía, y los nervios, la fortuna o el temple se están convirtiendo en protagonistas decisivos de una Liga apasionante.