Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Productividad
Etiquetas | Un lugar llamado desarrollo | Coaching
Por muy bien que te vayan las cosas, no puedes dejar de innovar o acabarás perdido y sin rumbo en poco tiempo. Morir de éxito se llama

El ratio de innovación

|

A nivel empresarial muchos KPI´s me parecen fascinantes. Cada vez que estamos definiendo o tratando de medir el éxito de una empresa, los que ayudamos a ello, nos inventamos toda una serie de coeficientes o ratios para poder evaluar si estamos avanzando en la dirección correcta. Hoy me gustaría hablarte del ratio de innovación.

Normalmente no hace falta complicarse demasiado la vida para saber que KPI´s serán buenos definir para una empresa. De hecho, aunque he trabajado y estudiado éstos bastante a fondo, suelo ser bastante anárquico e inventar mis propios ratios, dejarme llevar por la intuición para definir lo que necesita una empresa.

En lo referente a innovación, me gusta pensar en forma de ratio, relacionándola siempre con otras variables de la empresa.

Si no estás familiarizado/a con lo que es un ratio, es algo así como la cantidad de algo que hay en otro algo, nos refleja la relación entre dos magnitudes. Por ejemplo “El ratio de ciudadanos que van al trabajo en bicicleta” es un ratio. Para ello, tomaríamos los trabajadores que van al trabajo en bicicleta y lo dividiríamos por el número total de trabajadores de una ciudad. Al multiplicar el resultado por 100, nos da un porcentaje, un ratio. Ej. 2700/100.000=2,7% de los trabajadores van a trabajar en bicicleta. De esta forma un ayuntamiento podría crear medidas para elevar este ratio. Es algo medible, tangible y que nos indica algo importante.

Los cuadros de mando que utiliza cualquier directivo con capacidad para leerlos y tomar decisiones están llenos de ratios, éstos nos ayudan a avanzar en la dirección correcta.

Las empresas quieren ser innovadoras, sin embargo me doy cuenta de que en muchas ocasiones no dedican suficientes recursos a la innovación. Y sin embargo, tampoco son conscientes, porque no miden esto a través de ningún ratio.

Ahí van algunos:
Cuánto tiempo dedicamos a la innovación vs cuánto tiempo dedicamos a trabajar.

Algunas personas se confunden con este ratio, más que nada porque no saben cuándo están haciendo una cosa y cuándo la otra. Te lo diré de una forma muy sencilla:

“Si estás ordeñando la vaca”, estás trabajando. Pero si estás buscando una vaca nueva para ordeñar o buscando una forma de hacer que tu vaca sea más productiva entonces, estás innovando.

Yo soy muy consciente de cuándo innovo y cuándo no, cuándo invierto en el futuro o cuándo estoy ordeñando mi propia vaca, es decir ocupándome de todos los proyectos que habitualmente llenan mi agenda. Cuando estoy haciendo horas facturables para un cliente estoy ordeñando la vaca, cuando no es así estoy innovando.

Cuando una empresa se ve sobresaturada de trabajo es cuando menos innova. Por eso desde hace 9 años decidí meter la innovación con calzador en mi día a día. Ahora es impensable no innovar, ocurre de forma armónica y fácil sin un gran esfuerzo.

Es en esos momentos de mucho trabajo cuando más peligro corre tu empresa. Habitualmente en mi caso, cada semana tengo unas 35 horas de trabajo en las empresas de mis clientes (sin tener en cuenta los desplazamientos) y además tengo que encontrar unas 8 horas semanales para innovar. Es imperativo.

De esta forma puedo decir que mi ratio de innovación es de aproximadamente (8/35)=22,8%. Es decir, que de cada 5 horas que dedico a trabajar, una estoy innovando.

Asimismo podríamos hablar de recursos invertidos en innovación. Crearíamos un ratio que fuera algo así como:

Cantidad invertida en innovación ese año / Facturación anual.

Algunas empresas se creen que innovan, pero no invierten recursos en hacer mejoras y en pensar en el futuro…peligro, caution, como diría nuestro querido José Mota.

Si quieres innovar tienes que hacer inversiones interesantes en cambiar el presente para construir un futuro mejor. Quizás tengo malas costumbres, pero lo de innovar sin poner recursos… me suena a cuento chino.

Puede que sea un mini-empresario atípico, pero no entiendo mi empresa sin dedicar al menos entre un 10 – 20% de recursos a innovar y pensar en el futuro. A veces se trata de crear nuevos productos, escribir un nuevo libro, desarrollar una nueva línea de negocio o de mejorar la tecnología que nos acompaña… quién sabe, ¡hay tanto por mejorar en cualquier empresa!

¿Y en la tuya?,
¿Qué se puede hacer mejor?,
¿Qué se puede hacer diferente?,
¿Qué innovaciones os asegurarían el éxito futuro?

Para innovar hay que estar dispuesto a perder algo del presente para recuperarlo con creces en el futuro. Si no quieres perder nada ahora, mejor quédate como estás. Eso sí, ve preparándote para quedarte obsoleto.

Es evidente que en este ratio en lugar de “facturación anual” podríamos poner “beneficio anual” o “beneficio del año anterior” o “EBITDA“. En fin, inventa tus propios ratios, pero utilízalos.

Otros ratios:

Beneficio de los proyectos que han nacido de innovaciones en los últimos 3 años / Cantidad invertida en innovación en los últimos tres años.
Número de ideas y nuevos proyectos / Horas de formación de la plantilla
Número de ideas y nuevos proyectos / Días de vacaciones disfrutados durante el año


Y por último…. La innovación es un estado de ánimo y se basa en la capacidad de las personas para poder crear. Antes que invertir en ella, todos tendríamos que tener claro que si algo funciona hay que cambiarlo, hay que hacerlo mejor, debes meter la innovación en el ADN de tu empresa. Si tu vaca te da leche, ve buscando otras vacas…

Que tengas un gran día.

El ratio de innovación

Por muy bien que te vayan las cosas, no puedes dejar de innovar o acabarás perdido y sin rumbo en poco tiempo. Morir de éxito se llama
César Piqueras
miércoles, 23 de noviembre de 2016, 00:05 h (CET)
A nivel empresarial muchos KPI´s me parecen fascinantes. Cada vez que estamos definiendo o tratando de medir el éxito de una empresa, los que ayudamos a ello, nos inventamos toda una serie de coeficientes o ratios para poder evaluar si estamos avanzando en la dirección correcta. Hoy me gustaría hablarte del ratio de innovación.

Normalmente no hace falta complicarse demasiado la vida para saber que KPI´s serán buenos definir para una empresa. De hecho, aunque he trabajado y estudiado éstos bastante a fondo, suelo ser bastante anárquico e inventar mis propios ratios, dejarme llevar por la intuición para definir lo que necesita una empresa.

En lo referente a innovación, me gusta pensar en forma de ratio, relacionándola siempre con otras variables de la empresa.

Si no estás familiarizado/a con lo que es un ratio, es algo así como la cantidad de algo que hay en otro algo, nos refleja la relación entre dos magnitudes. Por ejemplo “El ratio de ciudadanos que van al trabajo en bicicleta” es un ratio. Para ello, tomaríamos los trabajadores que van al trabajo en bicicleta y lo dividiríamos por el número total de trabajadores de una ciudad. Al multiplicar el resultado por 100, nos da un porcentaje, un ratio. Ej. 2700/100.000=2,7% de los trabajadores van a trabajar en bicicleta. De esta forma un ayuntamiento podría crear medidas para elevar este ratio. Es algo medible, tangible y que nos indica algo importante.

Los cuadros de mando que utiliza cualquier directivo con capacidad para leerlos y tomar decisiones están llenos de ratios, éstos nos ayudan a avanzar en la dirección correcta.

Las empresas quieren ser innovadoras, sin embargo me doy cuenta de que en muchas ocasiones no dedican suficientes recursos a la innovación. Y sin embargo, tampoco son conscientes, porque no miden esto a través de ningún ratio.

Ahí van algunos:
Cuánto tiempo dedicamos a la innovación vs cuánto tiempo dedicamos a trabajar.

Algunas personas se confunden con este ratio, más que nada porque no saben cuándo están haciendo una cosa y cuándo la otra. Te lo diré de una forma muy sencilla:

“Si estás ordeñando la vaca”, estás trabajando. Pero si estás buscando una vaca nueva para ordeñar o buscando una forma de hacer que tu vaca sea más productiva entonces, estás innovando.

Yo soy muy consciente de cuándo innovo y cuándo no, cuándo invierto en el futuro o cuándo estoy ordeñando mi propia vaca, es decir ocupándome de todos los proyectos que habitualmente llenan mi agenda. Cuando estoy haciendo horas facturables para un cliente estoy ordeñando la vaca, cuando no es así estoy innovando.

Cuando una empresa se ve sobresaturada de trabajo es cuando menos innova. Por eso desde hace 9 años decidí meter la innovación con calzador en mi día a día. Ahora es impensable no innovar, ocurre de forma armónica y fácil sin un gran esfuerzo.

Es en esos momentos de mucho trabajo cuando más peligro corre tu empresa. Habitualmente en mi caso, cada semana tengo unas 35 horas de trabajo en las empresas de mis clientes (sin tener en cuenta los desplazamientos) y además tengo que encontrar unas 8 horas semanales para innovar. Es imperativo.

De esta forma puedo decir que mi ratio de innovación es de aproximadamente (8/35)=22,8%. Es decir, que de cada 5 horas que dedico a trabajar, una estoy innovando.

Asimismo podríamos hablar de recursos invertidos en innovación. Crearíamos un ratio que fuera algo así como:

Cantidad invertida en innovación ese año / Facturación anual.

Algunas empresas se creen que innovan, pero no invierten recursos en hacer mejoras y en pensar en el futuro…peligro, caution, como diría nuestro querido José Mota.

Si quieres innovar tienes que hacer inversiones interesantes en cambiar el presente para construir un futuro mejor. Quizás tengo malas costumbres, pero lo de innovar sin poner recursos… me suena a cuento chino.

Puede que sea un mini-empresario atípico, pero no entiendo mi empresa sin dedicar al menos entre un 10 – 20% de recursos a innovar y pensar en el futuro. A veces se trata de crear nuevos productos, escribir un nuevo libro, desarrollar una nueva línea de negocio o de mejorar la tecnología que nos acompaña… quién sabe, ¡hay tanto por mejorar en cualquier empresa!

¿Y en la tuya?,
¿Qué se puede hacer mejor?,
¿Qué se puede hacer diferente?,
¿Qué innovaciones os asegurarían el éxito futuro?

Para innovar hay que estar dispuesto a perder algo del presente para recuperarlo con creces en el futuro. Si no quieres perder nada ahora, mejor quédate como estás. Eso sí, ve preparándote para quedarte obsoleto.

Es evidente que en este ratio en lugar de “facturación anual” podríamos poner “beneficio anual” o “beneficio del año anterior” o “EBITDA“. En fin, inventa tus propios ratios, pero utilízalos.

Otros ratios:

Beneficio de los proyectos que han nacido de innovaciones en los últimos 3 años / Cantidad invertida en innovación en los últimos tres años.
Número de ideas y nuevos proyectos / Horas de formación de la plantilla
Número de ideas y nuevos proyectos / Días de vacaciones disfrutados durante el año


Y por último…. La innovación es un estado de ánimo y se basa en la capacidad de las personas para poder crear. Antes que invertir en ella, todos tendríamos que tener claro que si algo funciona hay que cambiarlo, hay que hacerlo mejor, debes meter la innovación en el ADN de tu empresa. Si tu vaca te da leche, ve buscando otras vacas…

Que tengas un gran día.

Noticias relacionadas

El mundo de los negocios digitales se está convirtiendo en un ecosistema cada vez más complejo donde, día a día, se suman nuevos proyectos y propuestas disruptivas sobre las que destacar. Con un panorama en el que la competencia aumenta constantemente es importante tener claro qué estrategias de ventas creativas y exitosas podemos aplicar para distinguirnos.

En un mundo cada vez más enfocado en la seguridad y la gestión eficiente de espacios, los controles de acceso en empresas y recintos públicos se han convertido en un componente esencial. La implementación de sistemas avanzados de verificación no solo responde a la necesidad de salvaguardar la integridad física y los activos, sino que también representa un paso crucial hacia la modernización y optimización de los procesos.

El TMS software, o software de gestión de transporte, es una herramienta esencial en el mundo de la logística y distribución de productos. Estas soluciones informáticas ayudan a las empresas a planificar, ejecutar y optimizar el movimiento de mercancías, desde su punto de origen hasta el destino final.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto