Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La fuerza de la palabra
Josu Gómez Barrutia

Nuevos tiempos, nuevas formas

|

Me quedo con una frase de Felipe González “Primero mis ideas, después mi país y por último mi partido”, y es que frente a los grandes desafíos y retos que la sociedad actual tiene ante sí, no puedo resistirme a las preguntas que de manera recurrente asaltan a veces mi conciencia ¿ Tenemos soluciones y propuestas desde el pensamiento progresista a la crisis económica y el cambio de ciclo mundial que en el siglo XXI vivirá nuestra sociedad? Y si la respuesta fuera afirmativa ¿ existe voluntad política y valiente en la toma de decisiones de los líderes progresistas actuales para llevar a cabo las actuaciones necesarias para avanzar ? y por último ¿ están las estructuras de los partidos socialistas adaptadas a dar paso a los nuevos liderazgos reales que en su seno cohabitan con las realidades internas de sus angostas infraestructuras?

Mi carácter optimista me invita a pensar que todas las respuestas a dichas preguntas tendrán una respuesta afirmativa , pero mi coherencia entre mis ideas y mi forma de actuar en el día a día me lleva a la realidad cruel de crear que si bien los partidos políticos progresistas han adoptado las grandes líneas maestras de los discursos regeneracionistas necesarios en el siglo XXI: Permeabilidad a la sociedad civil, trabajo en unión con dichos interlocutores sociales, utilización de las redes sociales de comunicación como una forma de llegar a la ciudadanía de manera directa como un nuevo canal abierto al cambio o la necesaria puesta en valor de métodos de participación activa de la militancia que integra a dichos partidos políticos como la mejor baza de productividad positiva para el cambio y transformación de la sociedad frente a los retos o desafíos de este nuevo tiempo, siguen sin interiorizar los cambios estructurales internos que posibilitarían plasmar en la realidad física y palpable esas líneas maestras.

Y no sólo los cambios deben ser de índole estructural para que esos mensajes de modernidad lanzados desde el seno de los partidos políticos progresistas calen en la sociedad civil sino que los mismos deben ir unidos a una valentía en los pasos a dar desde los nuevos liderazgos políticos, liderazgos que deberán ser asumidos en este nuevo tiempo por aquellos que reúnan no sólo la capacidad cuantítiva y cualitativa sino también la coherencia en su trayectoria política y social .

De lo contrario , de no seguir esta hoja de ruta nos podríamos encontrar con una desafección cada vez más preocupante de la política por parte de la ciudadanía y por ende el alejamiento constante de esta de la participación en las estructuras de los partidos políticos progresistas, algo que unido a la crisis de liderazgos de toda índole , la pérdida de valores y la crisis del sistema económico capitalista puede hacer aflorar los peligrosos populismos de ultraizquierda y ultraderecha que como extremos del péndulo se tocan en la coincidencia de no creer en la validez y necesidad de los partidos políticos como elementos pilares de cualquier democracia.

Nuevos tiempos, nuevas formas

Josu Gómez Barrutia
Josu Gómez Barrutia
sábado, 13 de marzo de 2010, 09:51 h (CET)
Me quedo con una frase de Felipe González “Primero mis ideas, después mi país y por último mi partido”, y es que frente a los grandes desafíos y retos que la sociedad actual tiene ante sí, no puedo resistirme a las preguntas que de manera recurrente asaltan a veces mi conciencia ¿ Tenemos soluciones y propuestas desde el pensamiento progresista a la crisis económica y el cambio de ciclo mundial que en el siglo XXI vivirá nuestra sociedad? Y si la respuesta fuera afirmativa ¿ existe voluntad política y valiente en la toma de decisiones de los líderes progresistas actuales para llevar a cabo las actuaciones necesarias para avanzar ? y por último ¿ están las estructuras de los partidos socialistas adaptadas a dar paso a los nuevos liderazgos reales que en su seno cohabitan con las realidades internas de sus angostas infraestructuras?

Mi carácter optimista me invita a pensar que todas las respuestas a dichas preguntas tendrán una respuesta afirmativa , pero mi coherencia entre mis ideas y mi forma de actuar en el día a día me lleva a la realidad cruel de crear que si bien los partidos políticos progresistas han adoptado las grandes líneas maestras de los discursos regeneracionistas necesarios en el siglo XXI: Permeabilidad a la sociedad civil, trabajo en unión con dichos interlocutores sociales, utilización de las redes sociales de comunicación como una forma de llegar a la ciudadanía de manera directa como un nuevo canal abierto al cambio o la necesaria puesta en valor de métodos de participación activa de la militancia que integra a dichos partidos políticos como la mejor baza de productividad positiva para el cambio y transformación de la sociedad frente a los retos o desafíos de este nuevo tiempo, siguen sin interiorizar los cambios estructurales internos que posibilitarían plasmar en la realidad física y palpable esas líneas maestras.

Y no sólo los cambios deben ser de índole estructural para que esos mensajes de modernidad lanzados desde el seno de los partidos políticos progresistas calen en la sociedad civil sino que los mismos deben ir unidos a una valentía en los pasos a dar desde los nuevos liderazgos políticos, liderazgos que deberán ser asumidos en este nuevo tiempo por aquellos que reúnan no sólo la capacidad cuantítiva y cualitativa sino también la coherencia en su trayectoria política y social .

De lo contrario , de no seguir esta hoja de ruta nos podríamos encontrar con una desafección cada vez más preocupante de la política por parte de la ciudadanía y por ende el alejamiento constante de esta de la participación en las estructuras de los partidos políticos progresistas, algo que unido a la crisis de liderazgos de toda índole , la pérdida de valores y la crisis del sistema económico capitalista puede hacer aflorar los peligrosos populismos de ultraizquierda y ultraderecha que como extremos del péndulo se tocan en la coincidencia de no creer en la validez y necesidad de los partidos políticos como elementos pilares de cualquier democracia.

Noticias relacionadas

La libertad de expresión es un derecho fundamental que abarca las libertades de opinión, información y prensa, es esencial para ejercer otros derechos humanos y participar activamente en una sociedad libre y democrática, pero lo mismo en España que toda Europa, este derecho se enfrenta a desafíos y tensiones debido a la censura y a las restricciones.

Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.

Pedro Sánchez habría dado por amortizada la actual legislatura y, con un golpe de efecto, anunciará presumiblemente el 29 de abril el adelanto de las Elecciones Generales para el próximo otoño, con la esperanza de renacer cual Ave Fénix y obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de la efímera candidatura unitaria de izquierdas Sumar y con apoyos externos de los grupos nacionalistas periféricos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto